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El rey prohíbe que la Familia Real trabaje en empresas y auditará externamente las cuentas

  • Las cuentas de la Casa Real serán auditadas externamente a partir de 2015
  • También se regularán los regalos que reciben los miembros de la Familia Real
  • Las infantas Elena y Cristina no desarrollarán tareas institucionales
  • Felipe VI cobrará el sueldo de príncipe hasta finales de año

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Las cuentas de la Casa Real serán auditadas desde 2015 y habrá un código de buen gobierno

El rey Felipe VI ha adoptado una serie de medidas para mejorar la transparencia de la Casa Real que incluyen la prohibición de que los miembros de la Familia Real trabajen para empresas privadas, limitando su actividad a tareas institucionales de forma exclusiva, y el sometimiento de las cuentas a una auditoría externa a partir del ejercicio de 2015. Una fiscalización que realizarán técnicos de la Administración General del Estado y que se unirá a la auditoría interna que realiza la propia Casa Real sobre sus cuentas desde 2007.

La Casa Real prepara además un código de conducta con principios de buen gobierno aplicable a sus miembros y también regulará los regalos que recibe la Familia Real, que actualmente está integrada únicamente por los reyes Felipe VI y Letizia; sus hijas, la princesa de Asturias, Leonor, y la infanta Sofía; y los reyes honoríficos, Juan Carlos y Sofía.

Ninguno de ellos podrá trabajar para el sector privado. Las hijas de los reyes son aún muy pequeñas, pero con esta medida se evitará que cuando la infanta Sofía sea mayor pueda compatibilizar la representación institucional con un empleo en una empresa como sí que han hecho sus tías, las infantas Elena y Cristina.

Si una medida de este tipo se hubiera aplicado antes, la infanta Cristina, imputada en el caso Nóos por presunto fraude fiscal y blanqueo de capitales, no hubiera podido, por ejemplo, compartir al 50% la propiedad de Aizoon, una de las empresas pantalla que su marido, Iñaki Urdangarin, supuestamente usó para desviar fondos públicos, y que ha sido clave para su imputación.

El rey ha decidido también que sus hermanas, las infantas Elena y Cristina -que ya no son Familia Real, sino "familia del rey"- no desarrollen actividades institucionales con carárter general. Solo lo harán en "casos puntuales" si hay un "encargo concreto del rey" y sin cobrar gastos de representación.

Desvinculan las medidas del 'caso Nóos'

Un portavoz de Zarzuela citado por Europa Press ha desvinculado esta decisión del caso Nóos, pero lo cierto es que la Casa del Rey llevaba años intentando diferenciar entre el núcleo de la Familia Real que vivía en exclusiva de los presupuestos del Estado -los reyes Juan Carlos y Sofía y los príncipes Felipe y Letizia, antes de la abdicación- y las intantas Elena y Cristina.

Las hermanas de Felipe VI compatibilizaban sus funciones institucionales con actividades en empresas privadas, debido a que la dotación que recibían de los presupuestos de la Casa no equivalía a un sueldo. Este modelo de doble dependencia se vio inadecuado con el paso del tiempo, pero sobre todo quedó en evidencia, apunta esta agencia, con el estallido del caso Nóos.

En su discurso de proclamación, el rey defendió el papel de la monarquía parlamentaria, pero incidió en la necesidad de que, más allá de las exigencias que recoge la Constitución para la Corona, esta debe observar "una conducta íntegra, honesta y transparente". Solo preservando la "dignidad de la institución" y su "prestigio" podrá ganarse el "aprecio, el respeto y la confianza" de los ciudadanos, aseguró Felipe VI.

Auditoría externa de las cuentas

La auditoría anual externa de las cuentas de la Casa del Rey se hará gracias a un convenio de colaboración con la Intervención General del Estado. Sus resultados se darán a conocer junto al informe anual de cuentas y la memoria de actividades. La primera fiscalización comprenderá el ejercicio del año 2015.

Además, antes del 31 de diciembre de este año, el rey se ha propuesto aprobar un régimen jurídico de los regalos recibidos por parte de los miembros de la Familia Real.

Según informa Efe, estas medidas promovidas por el jefe del Estado no vienen exigidas por la Ley de Transparencia y se aplicarán por decisión del rey, aunque en algún aspecto pueden coincidir con esta norma, como es el caso del nuevo código de conducta para quienes formen parte de la Casa. El rey quiere que este código, con principios de buen gobierno semejantes a los que existen en normas semejantes para entidades públicas, esté aprobado antes de final de año.

La Casa del Rey firmará un convenio de colaboración con la Abogacía General del Estado, que permitirá a la institución contar con un asesoramiento jurídico "ordinario y permanente", acomodándose así al sistema que siguen los organismos públicos y siempre preservando la independencia del criterio jurídico, sin seguir instrucciones del Gobierno.

Otro de los convenios permitirá a la Casa disponer de una asesoría también permanente y especializada en la misión de la Jefatura del Estado de promoción de los intereses económicos españoles, principalmente en el exterior, algo que hasta ahora se ha hecho pero sin contar con una infraestructura de carácter permanente. Este se firmará con la Secretaría de Estado de Comercio.

Sueldos de los miembros de la Familia Real

El rey Felipe VI seguirá cobrando el mismo sueldo que cuando era príncipe hasta final de año, mientras que sus padres, don Juan Carlos y doña Sofía, mantienen los mismos salarios que recibían en los meses anteriores a la abdicación de Juan Carlos I.

La Casa del Rey ha explicado este lunes en una reunión informativa con medios de comunicación que hay intención de mantener las retribuciones de los miembros de la Familia Real tal y como estaban contempladas a principios de año, de manera que los cambios que Felipe VI decida sobre estas asignaciones se empiecen a aplicar para el ejercicio 2015. No obstante, no se trata de una decisión definitiva, han precisado las mismas fuentes.

Para el ejercicio de 2014, al rey don Juan Carlos le correspondía recibir una retribución anual de 292.752 euros brutos anuales, repartidos en doce mensualidades, y sobre la que Hacienda aplica una retención del 51%. Don Felipe cobra exactamente la mitad que su padre, 146.375,50 euros, mientras que doña Sofía tiene un salario de 131.739 euros brutos. Ambos salarios tienen una retención del 49%. El sueldo de doña Letizia se sitúa en los 102.464 euros, con una retención del 47%.

Estos salarios salen de la partida que los Presupuestos Generales del Estado destinan cada año específicamente al rey para "el sostenimiento de su Familia y Casa", que "distribuye libremente" el monarca, en virtud del artículo 65 de la Constitución. Por tanto, los salarios de los miembros de la Familia Real previstos para este año los decidió el Rey Don Juan Carlos.

En los presupuestos de la Casa para este año, que ascienden a un total de 7,77 millones de euros, se había previsto una partida de no más de 25.000 euros para retribuir las actividades en las que participase la infanta Doña Elena en representación de la Corona. Felipe VI ha decidido que, a partir de ahora, si decide encargar a su hermana alguna tarea institucional será de forma puntual y sin que reciba por ello retribución económica alguna.