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El Estado pierde unos 11.500 millones tras vender Catalunya Banc al BBVA

  • BBVA pagará hasta 1.187 millones de euros por el 100% del capital
  • El Estado recupera dos tercios de esa cifra al poseer el 66% de la entidad
  • BBVA pagará 267 millones menos si no se dan ciertos requisitos
  • Catalunya Banc acumula más de 12.600 millones en ayudas públicas

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El Estado pierde 11.437 millones con la venta de Catalunya Banc al BBVA

El BBVA pagará hasta 1.187 millones de euros por el 100% del capital de Catalunya Banc, tras ganar la subasta a la que se habían presentado también ofertas vinculantes el Banco Santander y CaixaBank, según ha confirmado el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Con esta venta, en la que ha actuado como asesor el banco de negocios Nomura, el Estado podría recuperar hasta 783,42 millones de euros, correspondiente al 66% del accionariado de Catalunya Banc del que es propietario a través del FROB. La mayor parte del resto del dinero, hasta 384,59 millones de euros, iría a parar al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

De esta forma, el Estado perdería unos 11.840 millones de euros. Esta cifra resulta de restar la cantidad que recibiría el FROB de los 12.624 millones de euros que Catalunya Banc ha recibido en ayudas públicas (a los que hay que sumar otros 1.000 millones procedentes del FGD para dar liquidez a los afectados por las participaciones preferentes.

Las pérdidas del Estado se reducirían hasta los 11.268 millones de euros si el FROB lograra recuperar los 572 millones de euros que aportó el pasado 17 de julio para vender a Blackstone las hipotecas de Catalunya Banc.

Detalles de la operación

El BBVA ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) detalles del contrato de compraventa de acciones suscrito, una operación que está sujeta a que se produzca el cierre definitivo de esa operación con el fondo de inversión Blackstone.

Además, la oferta contempla la posibilidad de limitar la transmisión al 98,4% de las acciones, las correspondientes al FROB y al Fondo de Garantía de Depósitos, con el consiguiente ajuste de precio. Esta decisión se tomará una vez valoradas las condiciones de la venta con la Comisión Europea ya que la efectividad de la adjudicación está condicionada al cumplimiento de los requisitos legalmente previstos y a la aprobación de las autoridades competentes nacionales y comunitarias.

En ese documento, se aclara que el precio de compra se reducirá en 267 millones de euros en caso de que, antes de la fecha de cierre definitivo de la operación, el FROB y Catalunya Banc no hayan obtenido confirmación de las autoridades fiscales de la aplicación del régimen previsto para los activos por impuesto diferido (DTA, por sus siglas en inglés) a determinadas pérdidas registradas en las cuentas anuales consolidadas de Catalunya Banc del ejercicio 2013 que tienen su origen en la transmisión de activos a la Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).

Con esta operación, el banco presidido por Francisco González, que ya se adjudicó en subasta Unnim, amplía notablemente su presencia en Cataluña.

Valoración de la compra

A juicio de expertos consultados por Efe, la operación es "redonda" teniendo en cuenta el precio ofrecido, que el Estado está dispuesto a cubrir parte del coste de las reclamaciones por preferentes, cláusulas suelo y coberturas de tipos de interés (swaps) e incluso una probable indemnización a Mapfre si BBVA rompe el acuerdo de bancaseguro que la compañía tiene con Catalunya Banc.

Horas después, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha considerado que esta operación ha conseguido minimizar el coste para el contribuyente, por lo que, en su opinión, el proceso de reestructuración y saneamiento del sistema financiero español "sigue avanzando de forma adecuada".

En cualquier caso, el FROB ya daba por perdidos la mayor parte de los más de 12.000 millones de euros que la entidad ha recibido del erario público.

Ayudas públicas a Catalunya Banc

Desde el momento de su creación, el grupo fruto de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa empezó a recurrir a las ayudas públicas y solicitó un préstamo de 1.250 millones al FROB1 con la promesa de que los devolvería.

Sin embargo, el tiempo demostró que lejos de retornar un solo euro a las arcas públicas, el grupo era incapaz de cumplir con las exigencias de capital y tras suspender las pruebas de estrés europeas, el Estado acabó dando por perdidos los primeros fondos aportados e inyectándole 1.718 millones más.

Aún así no era suficiente para reforzar un grupo, cuyas cajas habían llevado a cabo una política de riesgos totalmente imprudente, como lamentaron recientemente en el FROB, y que hizo que acabara necesitando 9.084 millones de la ayuda europea a la banca española.

Es decir, 12.052 millones, que rebasaron los 13.000 millones al incluir una aportación de más de 1.000 del Fondo de Garantía de Depósitos para dar liquidez a los titulares de preferentes y deuda subordinada, aunque este dinero no se puede considerar ayuda pública al proceder de las aportaciones del resto de la banca.

A pesar de todo ello, el Estado se vio obligado la semana pasada a poner otros 572 millones para que Catalunya Banc se quitara de encima casi 6.400 millones en hipotecas tóxicas, pues casi seguro que con ellas encima ningún banco hubiera estado dispuesto a pujar.

La cúpula de CaixaCatalunya, incluídos su expresidente Narcís Serra y su ex director general Adolf Todó, así como a otros 52 antiguos miembros del consejo de administración de la caja catalana, están imputados por un presunto delito de administración desleal. Los antiguos responsables de la entidad están siendo investigados por sus sueldos "desproporcionados", que cobraron pese a su delicada situación económica, que le llevó a pedir 1.250 millones al FROB1. Además, la Audiencia Nacional investiga la venta de "productos tóxicos" de la entidad.