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Toma cuerpo la opción de prolongar la negociación nuclear con Irán

  • El domingo concluye el plazo inicialmente fijado para un acuerdo final
  • Ambas partes ven probable que sea necesaria una prórroga

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El ministro iraní de Exteriores, Javad Zarif, este martes en Viena.
El ministro iraní de Exteriores, Javad Zarif, este martes en Viena.

Los seis meses que Irán y las grandes potencias llevan negociando para asegurar que el programa atómico iraní es pacífico parecen no haber sido suficientes y ambas partes han abierto la puerta a prorrogar los contactos más allá de la fecha final prevista del 20 de julio.

Pese a que todos reconocen que se han hecho progresos, incluidas en las maratonianas reuniones de alto nivel de los últimos días en Viena, también ha quedado patente que persisten diferencias que salvar para poder cerrar un acuerdo definitivo.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha declarado desde la ciudad austriaca que en los últimos días "ha habido progresos tangibles en asuntos clave (...) pero aún queda trabajo por hacer". Además, una fuente diplomática occidental citada por las agencias internacionales ha dicho que es "muy probable" que las partes acuerden una prórroga.

Y aunque Irán no ha descartado el acuerdo en el plazo previsto, también ha valorado la prórroga: "Hemos avanzado lo suficiente para ser capaces de decirle a nuestros líderes políticos que merece la pena continuar este proceso. Esa es mi recomendación, y estoy seguro que el secretario Kerry hará la misma", ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamed Yavad Zarif, también en Viena, citado por Efe.

Límites al enriquecimiento de uranio

La negociación en la que se embarcaron Irán y las grandes potencias pretende cerrar un acuerdo que ponga tales límites al programa atómico iraní que aseguren que no está en disposición de desarrollar un arma atómica a medio plazo. Teherán, que en su día escondió sus actividades pero ahora se somete conforme a lo acordado a las inspecciones de la ONU, defiende que su programa solo tiene intenciones pacíficas.

Teherán firmó con las potencias internacionales un acuerdo inicial el pasado 23 de noviembre que contemplaba este próximo 20 de julio como fecha para cerrar el acuerdo final. No obstante, se preveía un segundo plazo, 12 meses después del primer acuerdo, recuerda Efe.

Uno de los nudos gordianos, al que se han referido tanto Kerry como Zarif, es la capacidad de Irán de producir su propio uranio enriquecido, un combustible que puede usarse tanto para alimentar centrales nucleares como para fabricar bombas.

Zarif ha pedido que el programa de enriquecimiento que se permita a Irán sea real y no sólo simbólico, mientras Kerry ha aclarado que la actual capacidad iraní es demasiado grande y debe ser reducida.

La ONU, EE.UU. y la UE han aplicado un duro régimen de sanciones económicas que han afectado profundamente al país persa, dependiente en gran medida de las exportaciones de petróleo.