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La descubridora del Homo antecessor: "Cuando encontré los restos reí y lloré a la vez"

  • Aurora Martín Nájera encontró los restos del Homo antecessor en 1994
  • Se confirmó la presencia de homínidos en Europa en el Pleistoceno inferior
  • Las nuevas tecnologías permiten confirmar hipótesis en arqueología de hace 20 años

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Imagen del una de las campañas de excavación de Atapuerca, buscando al Homo antecessor.
Imagen del una de las campañas de excavación de Atapuerca, buscando al Homo antecessor.

Escuchar a Aurora Martín Nájera rememorar cómo encontró los primeros restos fósiles del homínido que posteriormente se llamó Homo antecessor permite hacerse a la idea de lo emocionante que fue el hallazgo hace ahora ya 20 años en el yacimiento de Atapuerca.

El Homo antecessor es el homínido más antiguo de Europa, ya que tiene una antigüedad de 900.000 años, como se confirmó en febrero de 2014.

Con una estatura de 1,73 metros de alto, se cree que el Homo antecessor tenía unas proporciones corporales similares a la del ser humano actual y era una especie muy parecida a la nuestra.

Hallazgo emocionante y singular

La arqueóloga palentina, coordinadora del Museo de la Evolución Humana de Burgos, describe, en conversación telefónica a RTVE.es, la intensidad del momento.

Era un 8 de julio de 1994. El equipo se encontraba en el yacimiento de la Gran Dolina, excavando desde hacía poco tiempo en el sondeo en el nivel TD 6 (Trinchera Dolina, posteriormente conocida con el nombre de 'Aurora'), que tiene entre 800.000 y 850.000 años de antigüedad.

"Es una especie de tubo de seis metros cuadrados. Acabábamos de atacar el techo y estábamos abriendo un yacimiento de 100 metros cuadrados", cuenta Martín, "tuvimos mucha suerte, porque la trinchera tiene 18 metros de profundidad y se ven los sedimentos en la pared, pero hasta ese momento no se había detectado un resto humano en ese nivel".

Nos pasamos los dientes de mano en mano

Trabajando en la pared, aparecieron tres dientes que, como recuerda, en ese momento "tenían una pinta atractiva". "Las seis personas que estábamos allí nos los fuimos pasando de mano en mano sin decir la palabra maldita: 'Homínido".

Mientras esperaban a que acudiera el 'especialista en dentaduras', José María Bermúdez de Castro, en lo que les pareció "una eternidad", fueron ubicando geográficamente las piezas y las metieron en su bolsa de plástico.

Cuando llegó el co-director de las excavaciones de Atapuerca: "Prácticamente sin sacar los dientes se quedó líbido, empezó a gritar y empezamos a reír y a llorar a la vez. Estábamos sobre una estructura de madera débil, y ni siquiera nos paramos a pensar en que podía ser peligrosa".

Homo antecessor: un antes y un después

Este hallazgo fue la prueba definitiva de la presencia de homínidos en Europa durante el Pleistoceno inferior. En los años posteriores, afirma Martín Nájera, "las cosas han cambiado mucho", sobre todo gracias a la aplicación de nuevas tecnologías de excavación, datación y proyección, que han permitido a los arqueólogos afinar mucho más e ir confirmando las hipótesis que formularon hace dos décadas.

Confirmaron la presencia de homínidos en Europa en el Pleistoceno inferior

En este sentido, el también arqueólogo y director del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), Eudald Carbonell, corrobora los increíbles avances que se están consiguiendo con las nuevas tecnologías.

"Vivo los hallazgos con mucho vértigo, estoy muy interesado y al mismo tiempo intento adaptarme a los cambios y disfrutar. La tecnología es una aliada, porque nos permite conocer cómo son los procesos", indica y rememora uno de los mayores hallazgos de los últimos meses, la secuenciación del ADN humano más antiguo hallado hasta ahora, en Atapuerca, que data de hace unos 400.000 años.

Atapuerca: pistas de dónde venimos

La pasión de Aurora Martín Nájera por su trabajo también se manifiesta con su labor al frente del museo de Burgos, donde pueden verse los fósiles originales encontrados en las excavaciones de Atapuerca y comprobar que se trata de "un yacimiento excepcional" por su riqueza en fósiles.

En el museo también se pueden conocer las muestras de 'humanidad' de nuestros antepasados. "El público se interesa cada vez más por los hallazgos de Atapuerca y esta es la parte más agradecida de la ciencia, cuando revertimos los conocimientos en la sociedad", subraya.

La coordinadora general del museo confiesa que ha dedicado parte de sus vacaciones a participar en las excavaciones de Atapuerca de este verano, donde también se encuentra Eudald Carbonell.

Desde el pasado 2 de julio unas 150 personas -la mayoría del Equipo de Investigación de Atapuerca-, se encuentran inmersas en la campaña de excavaciones 2014. Tienen previsto trabajar durante 45 días en nueve lugares del yacimiento, entre ellos la Sima del Elefante, Gran Dolina o la Cueva del Mirador.