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Bruselas, Alemania y España rechazan más flexibilidad fiscal, como piden Italia y Francia

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Alemania y Bruselas advierten al resto de sus socios de que la disciplina fiscal ya es flexible

La Comisión Europea y varios países, entre otros Alemania y España, han vuelto a rechazar este martes una mayor flexibilización de las reglas presupuestarias del Pacto de Estabilidad, como reclaman Italia o Francia. Un ejemplo de esa flexibilización sugerida por Roma sería que ciertos gastos, determinadas inversiones como las efectuadas en I+D+i no computen como déficit, algo que ya pidió en su momento el Gobierno de Mariano Rajoy, pero en ese caso con las bonificaciones para la contratación de jóvenes.

"No se puede excluir el gasto en el cálculo del déficit. Esto es algo básico. No hay gasto bueno o gasto malo: el gasto es gasto y la deuda es deuda", ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Ecofin Siim Kallas, comisario de Asuntos Económicos, quein ha intentado de esta forma zanjar el tema.

Junto a él, Pier Carlo Padoan, el ministro de Finanzas de Italia, país que ostenta ahora la Presidencia de turno de la Unión Europea y que se ha marcado como uno de los objetivos para estos seis meses lograr más flexibilidad para aquellos países que pretendan contener su gasto público. "Las reformas tienen un coste inicial, pero un beneficio a medio y largo plazo", ha señalado Padoan, antes de recordar que Europa está saliendo de la recesión "de una forma lenta y no homogénea".

Alemania insiste en las reformas estructurales

Esa idea es la que ha defendido el propio Padoan durante el debate púbico de presentación de las prioridades de la Presidencia italiana en el Ecofin. "Se pueden utilizar los espacios del Pacto de Estabilidad. No se trata de cambiar las reglas, sino de usar las que ya existen de forma mejor", ha dicho el ministro italiano, quien negó a su llegada a la reunión que exista desacuerdo entre su gobierno y el alemán en esta cuestión.

Dentro, en la reunión, el director general del Tesoro francés, Bruno Bezard, ha sostenido que "el respaldo al crecimiento y la inversión" es, en opinión de su país, "fundamental". "La continuación de la consolidación y la puesta en marcha de reformas estructurales no deben oponerse, ambas cosas son necesarias", ha asegurado el representante francés.

Ambos se han encontrado enfrente al ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que ha avisado de que "las reformas estructurales no son una excusa ni una alternativa a consolidación fiscal en marcha" y que ha asegurado que apoya "plenamente" el foco que ha fijado la Presidencia italiana en el crecimiento económico, las reformas estructurales y la lucha contra el paro.

Un poco más duro ha sido el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, a su llegada a la reunión de este martes. "Siento que las reformas estructurales podrían acelerar su ritmo, lo he dicho durante los últimos dos años, hay que mantener la presión", ha añadido, Y ha instado a sus socios a aprovechar la recuperación económica para hacer avances en ese sentido. "¿Conocen la expresión: 'no desaproveches una buena crisis'? Bueno, pues no desaprovechemos una buena recuperación", ha bromeado.

España: no hace falta relajar el Pacto de Estabilidad

En la línea alemana, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, que en rueda de prensa posterior al Ecofin ha rechazado la necesidad de relajar el Pacto de Estabilidad porque a su juicio ya contiene suficiente flexibilidad. Así lo demuestra, ha defendido, el caso de España, que ha obtenido más tiempo para corregir su déficit excesivo en varias ocasiones.

"Yo no he oído hablar de cuestiones de flexibilidad de política fiscal (en la reunión del Ecofin). Al revés, todo el mundo ha subrayado la importancia de continuar con el esfuerzo de consolidación fiscal y las reformas estructurales. Dentro no ha habido ningún tipo de contraposición entre reformas estructurales y política fiscal. Nadie ha planteado algo que se oye fuera, que pueda haber una mayor flexibilidad en la implementación de la política fiscal como consecuencia de las reformas estructurales", ha sostenido.

Guindos ha admitido, como su homólogo italiano, que la recuperación es "frágil y desequilibrada, en el sentido de que hay países que crecen y otros, muy importantes, que están en una situación prácticamente de estancamiento económico". A su juicio, la respuesta es impulsar las reformas económicas para recuperar competitividad, que es uno de los aspectos a tener más a cuenta a partir de ahora.