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Desarticulan una red que introducía inmigrantes africanos en Europa con pasaportes falsos

  • El grupo cobraba entre 8.000 y 10.000 euros por cada pasaporte
  • La red, activa diez años, ha favorecido la entrada de casi mil personas
  • Hay ocho detenidos y cuatro de los arrestos han tenido lugar en España

Por
Valla Melilla
La Guardia Civil vigila el perímetro fronterizo de Melilla.

La Policía Nacional ha participado en una operación internacional en la que se ha desarticulado una red que introducía de forma ilegal inmigrantes procedentes del norte de África con pasaportes falsos, por los que cobraba entre 8.000 y 10.000 euros.

La organización, que se estima que ha estado activa durante casi diez años y que ha favorecido la entrada en Europa de casi un millar de personas, robaba pasaportes a ciudadanos europeos y los falsificaba en un laboratorio de Bruselas. Los beneficios que obtenían con el tráfico de personas los reinvertían en el tráfico de drogas y en otros delitos contra la propiedad industrial.

En la operación, realizada en colaboración con la Royal Marechaussee holandesa y las policías de Bélgica y Marruecos, se han detenido a ocho personas. Cuatro arrestos han tenido lugar en España, dos en Holanda y otros dos en Marruecos.

Pasaportes robados y falsificados

La investigación sobre la red comenzó hace un par de años a raíz de una información recibida por los agentes sobre la existencia de este grupo. Unos meses después, averiguaron que su principal responsable era un ciudadano de origen argelino que residía en los alrededores de Rotterdam (Holanda), desde donde centralizaba todas las operaciones. Este hombre recibía los encargos de documentos falsos para inmigrantes que querían entrar en la Península de forma ilegal.

Las peticiones le llegaban a través de los captadores que la red tenía tanto en Marruecos como en España. Además, le hacían llegar datos de filiación y fotografías de los inmigrantes para adjuntar a los pasaportes, cuyo precio oscilaba entre los 8.000 y los 10.000 euros.

La documentación era sustraída a ciudadanos de Holanda, Bélgica, Francia y Alemania y posteriormente falsificada en un laboratorio de Bruselas. Cuando el cabecilla de la red recibía un encargo, así como un adelanto por el precio de los pasaportes, él mismo se desplazaba a Bélgica para recogerlos.

De Marruecos a España

Cuando disponían de una cantidad suficiente de documentos, unos veinte o veinticinco, los miembros de la organización viajaban a Marruecos desde diferentes aeropuertos holandeses haciendo parada en Málaga y Melilla. Después, ya en el país africano, entregaban los pasaportes a los inmigrantes y una vez que estos entraban en Ceuta, les enseñaban cómo sacar el billete para el ferry Ceuta-Algeciras.

Además, realizaban el mismo trayecto que las personas traficadas, ya que la parte del pago que quedaba pendiente por la documentación falsa, la cobraban cuando la persona conseguía su objetivo, en este caso, llegar a España.

Cuando se averiguó que el líder de la organización se iba a desplazar a Ceuta desde Holanda con varios pasaportes falsos con la intención de facilitar la entrada irregular de varias personas desde Marruecos hasta Ceuta, varios agentes se desplazaron hasta Holanda para proceder a la detención tanto del líder de la organización como de su lugarteniente.

Además de los ochos detenidos, se han realizado dos registros domiciliarios en Holanda en los que se han incautado diversos equipos informáticos y teléfonos móviles, un pasaporte alemán falsificado listo para ser utilizado en el tráfico de inmigrantes, fotografías y datos de filiación para la falsificación de otros documentos, 7.000 euros en efectivo, unos 300 gramos de sustancia estupefaciente, cerca de mil piezas de ropa falsificada de diversas marcas y otros efectos pendientes de análisis.