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Pekín lanza una campaña para perseguir la difusión de rumores a través del Whatsapp chino

  • La aplicación que será objeto de seguimiento es el popular WeChat
  • Los mensajes y post más leídos si son "difamatorios" están penados con cárcel

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El gobierno chino ha lanzado una campaña de un mes contra lo que denomina “malas prácticas” en el uso de las aplicaciones de mensajería instantánea por Internet. La más popular de ellas en el país asiático es Wechat.

Este servicio, propiedad de la compañía Tencent, nació como una réplica del popular Whatsapp, ampliamente extendido en occidente. Sin embargo Wechat incorpora una serie de funcionalidades que han disparado su éxito. 

Diseñado para crear, facilitar y multiplicar la comunicación entre grupos de amigos, incorpora la capacidad de difusión masiva de los microblogs, de los que el más conocido es Weibo –en China es el equivalente a Twitter- y añade el factor del control de la privacidad, puesto que los mensajes no son públicos, sino que se intercambian entre grupos –círculos-.

Lo que en principio era una forma de intercambiar fotos y mensajes de voz o escritos, podía convertirse en una potente herramienta de difusión de información entre comunidades cerradas y numerosas. Pero nadie cayó en ello hasta que se impuso la necesidad tras la entrada en vigor de la ley “antirumores”, que ha empujado a millones de usuarios a abandonar Weibo por el temor a ser procesados.

Los usuarios de microblogs, que deben notificar su identidad por ley desde 2011, quedaron expuestos a una condena penal basada no sólo en el éxito de sus posts, sino en el criterio por parte de un juez que le lleve a calificar el contenido difundido como “difamatorio”.

Cuando el éxito de un post te lleva a la cárcel

Desde el pasado septiembre, un internauta se arriesga a pasar tres años en prisión si comentarios suyos que hayan sido considerados por un juez como “calumnias” son reenviados en más de 500 ocasiones o consultados más de 5.000 veces. Este riesgo les llevó a buscar plataformas alternativas. Desde entonces, el número de usuarios activos de estas redes, entre ellos Weibo, ha disminuido un 9% en China, según informa la agencia France Presse.

A finales de 2013, según la agencia de noticias Xinhua, el número de internautas chinos sobrepasaba ampliamente los 600 millones. Wechat es un servicio que puede utilizarse desde tablets y smartphones. Esto extiende potencialmente el número de usuarios a todos aquellos que tengan un teléfono con conexión a Internet. La cifra se dispara hasta más allá de 800 millones, según datos suministrados por Xinhua.

Wechat, -o Weixin en chino-, y su capacidad de funcionar en redes privadas, ha acogido a un 37% de ex-usuarios de microblogs, según France Presse, y el gobierno del país asiático ha puesto su interés en la actividad que desarrollan, en esta plataforma y en otras similares como Momo, Yixin y Mi Talk.

En tanto que Wechat permite grupos de más de 500 integrantes, la campaña puesta en marcha, de forma similar a la que regula Weibo, pondrá su atención en los grupos públicos que movilicen a un gran volumen de seguidores y practiquen una difusión privada a gran escala.

Serán objetivos especialmente aquellos mensajes que fomenten rumores e inciten a la violencia, terrorismo y contengan pornografía, así como aquellos cuyo propósito sea la comisión de fraudes, recoge la agencia Xinhua.

Control social

La medida se toma tras una oleada de atentados relacionados con los movimientos independentistas uigures de Xinjiang, la proliferación de imágenes y vídeos en internet apoyando estas organizaciones, y la proximidad del 25 aniversario de los sucesos de Tiananmen, considerados un tabú intocable por el gobierno.

“Lucharemos firmemente contra la infiltración de fuerzas hostiles tanto en nuestro país como en el extranjero”, ha expresado en un comunicado la Oficina Estatal de Información en Internet.