Enlaces accesibilidad

El papa Francisco pide una solución urgente para el conflicto en Siria

  • El pontífice ha aterrizado en Ammán, primera escala de su viaje a Tierra Santa
  • Le llevará a seguir los pasos de su predecesor, Pablo VI, en Palestina e Israel

Por
El rey Abdalá II y la reina Rania reciben al papa Francisco en Jordania

El papa Francisco ha llegado a Ammán en el inicio de su primera peregrinación a Tierra Santa, que en los próximos tres días le llevará a seguir los pasos de su predecesor, Pablo VI, en Palestina e Israel. Allí, ha advertido de que existe una urgente necesidad de acabar con la guerra en Siria y ha pedido una solución justa para el conflicto entre palestinos e israelíes.

En un discurso junto a rey Abdala II de Jordania, el pontífice ha dicho "constatar con dolor" la tensión que vive Oriente Medio, se ha lamentado de la triste situación en la que viven los refugiados sirios, palestinos e iraquíes y ha renovado el compromiso de ayuda de la iglesia Católica.

"Este país acoge generosamente a una gran cantidad de refugiados palestinos, iraquíes y de otras zonas en crisis, en especial de la vecina Siria, destruida por un conflicto que está durando demasiado tiempo. Esta acogida merece el reconocimiento y la ayuda de la comunidad internacional", afirmó.

"La paz no se puede comprar"

Asimismo, ha asegurado que la paz no se puede comprar ni vender, sino que debe construirse a base de gestos cotidianos.  "La paz no se puede comprar, no se vende", ha manifestado durante la homilía, antes de precisar que se trata de "un don" que debemos "construir mediante gestos grandes y pequeños en nuestra vida cotidiana".

Ante unas 30.000 personas, el pontífice también ha tenido palabras de ánimo y aliento para las familias cristianas de refugiados procedentes de Palestina, Siria y Líbano que residen en Jordania.

Flanqueado por dos fotografías de grandes dimensiones de dos de sus predecesores, Juan XXIII y Juan Pablo II, sobre un escenario, el papa Francisco ha asegurado que "el camino de la paz se consolida".

El avión de Alitalia ha aterrizado a las 13:00 hora local (10.00 GMT) en el aeropuerto 'Queen Alia' de la capital jordana, donde ha sido recibido por las autoridades del país y le han conducido al Palacio Real Al Husseini, donde le esperaban los reyes hachemíes, Abdala II y Rania.

Bendecirá las aguas del río Jordán

Tres horas después de la misa, a las 19:00 horas, se desplazará al sitio bautismal de Betania, situado a unos 35 kilómetros al oeste de Ammán y a orillas del río Jordán, cuyas aguas bendecirá igual que hicieron sus predecesores. Asimismo, compartirá también oración y alimentos con niños que sufren algún tipo de discapacidad y con aquellos que se han visto obligados a refugiarse a causa de la guerra civil en Siria.

La peregrinación continuará el domingo en la ciudad palestina de Belén, hasta donde Francisco se desplazará en un helicóptero militar jordano para reunirse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, y oficiar misa ante unas 8.000 personas en la plaza del pesebre.

Después, visitará uno de los campos de refugiados que existen en la ciudad que vio nacer a Jesús, y volará a Jerusalén, previo paso obligado por Tel Aviv, pese a que solo ocho kilómetros separan Belén de la ciudad santa.

El hito de su peregrinación

En la Basílica del Santo Sepulcro, situada en el casco antiguo de la disputada Jerusalén, mantendrá el que según la Iglesia Católica es el hito de su peregrinación: la reunión ecuménica con el patriarca de la Iglesia greco-ortodoxa, Bartolomeo I.

La reunión pretende avanzar en la unidad de las iglesias de Oriente y Occidente, y rememorar el histórico encuentro que hace 50 años celebraron su respectivos predecesores, Pablo VI y Atenágoras.

El lunes, Francisco visitará la explanada de las Mezquitas, lugar en el que se halla el tercer santuario más importante del Islam y el muro de las Lamentaciones, lugar más sagrado del Judaísmo, antes de cumplir con la agenda oficial en Israel.

La peregrinación concluirá la tarde del lunes con una reunión con religiosos en el huerto de Getsemaní y una misa en el Cenáculo, cuya soberanía se disputan desde hace años el Estado de Israel y El Vaticano.