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EE.UU. y la UE logran "firmes progresos" en la quinta ronda del acuerdo de libre comercio

  • La reducción de las tarifas es uno de los elementos básicos del acuerdo
  • La protección al medio ambiente y desarrollo sostenible, sobre la mesa

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Ignacio García-Bercero, jefe negociador europeo, junto a Dan Mullaney, representante de EE.UU.
Ignacio García-Bercero, jefe negociador europeo, junto a Dan Mullaney, representante de EE.UU.

Los equipos negociadores de Estados Unidos y la Unión Europa han logrado "firmes progresos" en su nueva ronda de negociaciones de un Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones, que ha concluido este viernes, si bien todavía se mantienen "diferencias" y "desafíos" en diferentes cuestiones.

"Estamos donde deberíamos de estar después de 11 meses de conversaciones", ha dicho Ignacio García-Bercero, negociador jefe europeo, en la rueda de prensa de cierre de la ronda de negociaciones en la sede del Departamento de Estado, en Washington.

"Esperamos que, en las próximas rondas, trabajemos cada vez más sobre la base de propuestas textuales completas", ha afirmado el negociador europeo.

En un principio, se preveía contar con un primer borrador del acuerdo para finales de este año pero ahora no se espera esta primera versión hasta finales de 2015.

A lo largo de la semana se han logrado "firmes progresos" y se han comenzado a discutir las bases de lo que puede ser el borrador en algunas de ellas, ha destacado Dan Mullaney, el responsable de las negociaciones de EE.UU.

Mullaney ha señalado el "enfoque práctico" a la hora de encarar la reducción de las tarifas, uno de los elementos básicos del acuerdo comercial, y los avances en el sector energético.

El responsable de las negociaciones de EE.UU. ha subrayado las "intensas" conversaciones en esta ronda en lo que respecta a la protección al medio ambiente, ámbito laboral y desarrollo sostenible.

No obstante, ha reconocido que la cuestión del "marco de regulación" es la que había mostrado los mayores desafíos.

Beneficios gracias a la armonización en la normativa

Tanto Washington como Bruselas esperan que los mayores beneficios del eventual acuerdo comercial provengan de la armonización en la normativa reguladora, para agilizar el comercio y abrir los respectivos mercados.

Así, respecto al sector del automóvil, Ignacio García-Bercero ha dicho que "los reguladores han seguido comparando nuestras respectivas reglamentaciones técnicas sobre seguridad y debatiendo sobre el tipo de datos necesarios para encontrar niveles comparables de seguridad".

Por otra parte, ambos funcionarios no han ocultado los obstáculos que suponen la inclusión de los servicios financieros en el acuerdo, algo que la parte europea pide y a lo que se oponen los estadounidenses.

Asimismo, otro punto de confrontación es el acceso de carne alimentada con hormonas al mercado europeo, punto que García-Bercero ha afirmado que no se producirá porque va en contra de las leyes de la UE.

La próxima ronda, en julio en Bruselas

La próxima ronda de negociaciones tendrá lugar en julio en Bruselas, han adelantado Mullaney y García-Bercero.

Según los cálculos de la Comisión Europea (CE), el 80% del potencial del acuerdo estará en el recorte de costes de impuestos, por la burocracia y las diferentes regulaciones, así como en la liberalización del comercio de servicios y del mercado público.

Se estima que la puesta en marcha del tratado ampliará el producto interior bruto (PIB) de la UE en 120.000 millones de euros y el de Estados Unidos en 95.000 millones.

El comercio entre ambos lados del Atlántico supone cerca de 650.000 millones de dólares al año.

De cristalizar las negociaciones del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones, que arrancaron en julio de 2013se crearía la mayor zona de libre comercio del mundo -supondría el 50% de la actividad económica global- y sentaría un referente mundial al armonizar sus regulaciones.