Las víctimas del derrumbe de Bangladesh no encuentran justicia un año después

• Se cumple un año de la catástrofe
• Murieron 1.138 personas y 200 resultaron heridas
• 140 cuerpos permanecen sin recuperar
• Las ONG's denuncian el abandono de las víctimas

Las víctimas del derrumbe de Bangladesh no encuentran justicia un año después

Millares de personas se han manifestado el jueves en las calles de Daca, Bangladesh, para expresar su indignación, un año después del derrumbamiento del complejo textil Rana Plaza. Demandan un incremento de las ayudas a las víctimas de la que fuera la peor catástrofe industrial del país.

“Queremos una indemnización”, “muerte a los culpables”, han gritado los manifestantes mientras se dirigían hacia las ruinas de la fábrica en la zona de Savar. Entre ellos se encontraban heridos en el siniestro y parientes de los obreros muertos que portaban coronas de flores.

Por primera vez desde el suceso, ha sido posible acceder a la zona. Algunos de los supervivientes se lanzaron al suelo entre sollozos, mientras que otros rezaban y guardaban puñados de tierra.

140 cuerpos sin recuperar

Las familias de los 140 obreros cuyos cadáveres aún continúan desaparecidos también se han sumado a la protesta. Reclaman la ayuda del gobierno para recuperar los cuerpos. En la concentración se pudo observar a niños mostrando fotografías de sus madres desaparecidas.

“Quiero el cuerpo de mi hija. Así tendré algo de consuelo”, declaraba Minu Begum entre lágrimas sujetando en sus manos la imagen de su hija Sumi, que trabajaba en uno de los talleres del edificio.

Reshma: "Aún no soporto la oscuridad en mi habitación por la noche"

Reshma permaneció 17 días enterrada bajo los escombros del Rana Plaza. Sobrevivió racionando las galletas y el agua embotellada que pudo conservar con ella. Los equipos de rescate la sacaron deshidratada y bajo los efectos de un fuerte estrés e insomnio. Un año después, no ha superado el trauma psicológico y es incapaz de dormir en la oscuridad.

“Las luces siempre están encendidas. Cuando se apagan siento pánico. Es como si aún estuviera allí”, confiesa, y pide un castigo para los culpables: "Los dueños tienen que ser castigados. Mucha gente ha muerto por su culpa. Quiero verles ejecutados, pero eso no ha sucedido aún. Reclamo un castigo duro para ellos".

En Bangladesh una mujer ha sido encontrada con vida 17 días después del derrumbe del complejo textil

Abandono de las empresas

ONG's y sindicatos han señalado la conmemoración del suceso y han denunciado la actitud de las 29 empresas implicadas, entre las que figuran la española Mango y la italiana Benetton, sospechosas de haber subcontratado la producción en algún momento a talleres situados en el Rana Plaza.

“Es la segunda vez que las marcas abandonan a los obreros”, declara Ineke Zeldenrust en un comunicado de la organización Campaña Ropa Limpia, y añade: “Nunca se han preocupado de la seguridad de los talleres que les surtían, y ahora abandonan a los supervivientes y a las familias de aquellos que perdieron a sus seres queridos”.

A raiz de esta catástrofe, el gobierno se vió obligado a elevar el salario mínimo y las multinacionales han puesto en marcha inspecciones de control de seguridad. Para la coordinadora de sindicatos IndustriALL, del fondo de 40 millones de dólares previsto para ayudar a heridos y familiares, solo se han aportado 15 millones, y los primeros pagos de 640 dólares a cada víctima o familiar no se han realizado hasta esta semana.

La Federación Internacional de Derechos Humanos ha criticado a las autoridades de Bangladesh, que deberían haber protegido a los trabajadores, a los propietarios del edificio, a las fábricas de confección instaladas en él y a las multinacionales que abastecían. También arremetió contra los Estados donde se radican esas grandes firmas porque "deberían igualmente garantizar que las empresas domiciliadas en su territorio o que están bajo su jurisdicción, no contribuyan en modo alguno a violar los derechos humanos cuando operan en el extranjero", según recoge EFE.

El hundimiento del Rana Plaza tuvo lugar el 24 de abril de 2013. Mató a 1.138 obreros y dejó heridos a más de 2000. La catástrofe sacó a la luz pública las nefastas condiciones de seguridad de los talleres textiles, así como las miserables condiciones laborales de los trabajadores.