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Todo por Buteflika pero sin Buteflika

  • La población de Argelia está llamada a las urnas este jueves
  • La reelección del anciano presidente Buteflika se da por segura
  • Sería su cuarto mandato aunque está prácticamente ausente por su enfermedad

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Argelia celebra este jueves elecciones presidenciales

La casi segura reelección del anciano presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, prácticamente ausente de la vida pública por enfermedad desde hace año y medio, abre un periodo de incertidumbre en el gigante magrebí. Sería su cuarto mandato pero la oposición teme un gobierno en la sombra de Said Buteflika, hermano del presidente, y no renuncia a ningún tipo de movilización para impedirlo. 

Argelia es el primer suministrador de gas de países como España y su estabilidad, especialmente importante para la Unión Europea ahora que el eje gasístico Rusia-Ucrania parece tambalearse.

El mitin del domingo pasado en el Estadio Olímpico de Argel, fue un mítin como mandan los cánones de cierre de campaña sobre todo si las encuestas te dan como segurísimo ganador: megafonía a todo volumen, sobredosis de patriotismo y eso que los cronistas electorales denominan "masa enardecida".

"Buteflika, Buteflika" gritaban con tanto entusiasmo los centenares, quizás miles, de asistentes al acto que, por un momento, pareció que Buteflika iba a aparecer. Habría sido de hecho su primera, última y única aparición durante toda la campaña electoral pero ese día los argelinos tuvieron que conformarse con la foto del presidente recibiendo al Ministro de Exteriores Español, José Manuel García Margallo y unas fugaces declaraciones durante esa reunión acusando a su principal rival, el ex primer ministro Ali Benflis, de incitar a la violencia. Fue la rúbrica del casi octogenario presidente a una campaña poco común básicamente porque el principal candidato, él mismo, ha estado desaparecido.

El presidente fantasma

"Son unas elecciones muy particulares, escribía hace unos días el periodista Amel Berkam en el diario TSA-Algerie, por la ausencia surrealista del primero de los candidatos, porque ninguno de los portavoces que le han representado han sido capaces de provocar esos baños de masas que conectan al pueblo con sus líderes. De hecho, continúa, los militantes favorables a Buteflika van a los mítines como van al trabajo". Una especie de astenia electoral que ha afectado también a los mítines de la oposición. "Es muy difícil lucirse cuando no tienes adversario, cuando hablas sólo como los locos", confesaba Yamira, seguidora del opositor Ali Benflis, al ser preguntada por el nivel de la campaña de su candidato.

Mientras los candidatos de la oposición "hablaban solos" Abdelaziz Buteflika dosificaba al máximo sus apariciones en público: dos durante toda la campaña, con el Secretario de Estado John Kerry y con el Ministro de Exteriores español, y dejaba el principal mensaje electoral en manos de los seis pesos pesados de su equipo, encabezados por quien fuera su primer ministro hasta hace un mes, Abdelmalek Sellal. A saber: que sólo Buteflika garantiza la estabilidad económica, la paz social y una lucha eficaz contra el terrorismo y el islamismo radical. Sin embargo, el verdadero espaldarazo electoral no le llegó al presidente desde una tribuna, sino desde un estudio de grabación: el vídeo Nuestro juramento por Argelia  protagonizado por varios de los cantantes más conocidos del país le ha puesto música a la victoria de Buteflika...y a la polémica. El hecho de que en ese vídeo, y en varias entrevistas en televisión, el cantante Khaled, considerado la voz de Argelia y patrimonio de todos, pidiera el voto para el Presidente se ha considerado más que una afrenta entre quienes creen que un hombre de 77 años, enfermo desde hace años y que apenas se ha recuperado del ictus que sufrió en abril del año pasado es incapaz de dirigir el país.

Hay oposición

De hecho, el vídeo ha recibido casi el doble de "no me gusta" que de "me gusta" en Youtube. Y eso es un dato a tener en cuenta en un país donde el 80% de la población es menor de 30 años. El otro, es el surgimiento de una nueva oposición que ha conseguido hacerse hueco en las calles argelinas. El movimiento Barakat (Bastante) formado al margen de los partidos políticos pide claramente el boicot en estas elecciones, de ahí que una de las claves vaya a ser la abstención que en las últimas legislativas fue del 33%. Todo lo que supere ese dato será interpretado como una victoria de estos nuevos indignados, herederos en su mayoría de la marchita primavera árabe argelina. "Esta vez no es como las anteriores," explican desde el prestigioso diario El Watan, "esta vez son muchos los que no quieren a una momia como presidente" " y mucho menos, nos cuenta Azzedine Belferag, experto en comunicación y periodista, un golpe de mano de su hermano Said, que cada vez tiene más poder"

El único candidato capaz de hacerle sombra a Buteflika, ha anunciado 60.000 controladores en los colegios electorales del país para evitar el fraude.

Es la economía, estúpido...pero no sólo

Independientemente de que las victorias electorales de Buteflika pueden no ser tan pírricas como dicen los datos oficiales (en 2009 ganó nada menos que con el 90.24% de los votos) al Presidente se le atribuía hasta ahora casi todo lo bueno que le ha sucedido al país en los últimos años: la estabilidad política, después de la revolución islamista de finales de los 90 y una guerra civil con 100.000 muertos, la estabilidad laboral, con los índices de paro más bajos de la región (un 9.3% en 2013), un férreo control sobre el terrorismo, con capítulos aislados como el secuestro el año pasado de la central procesadora de gas de Inamenas (que dejó 69 muertos tras la intervención de las Fuerzas Especiales de Seguridad argelinas) y una buena gestión de los enormes recursos de gas y petróleo del país. Al día de hoy, el 40% del PIB argelino procede de los hidrocarburos y Argelia es el primer suministrador de países como España, que el año pasado importó gas argelino por valor de 9.200 millones de Euros. Sigue siendo un país con grandes oportunidades de negocio. De hecho, en el reciente viaje del ministro español de exteriores se pusieron sobre la mesa proyectos como la construcción de 200.000 viviendas de protección oficial, que pueden beneficiar a empresas españolas.

Sin embargo, la economía argelina también tiene su cara B y una de las grandes preguntas a unas horas de las elecciones es hasta qué punto este presidente podrá hacer frente a una economía que necesita diversificarse frente al monocultivo de los hidrocarburos, entre otras cosas porque el precio del barril de petróleo ya no permite compensar la baja producción ni mantener el equilibrio presupuestario.

Y ¿ahora qué?

Ahora ganará Buteflika, sobre eso hay pocas dudas. Pero si también ganara la abstención, la calle podría deslegitimar al presidente y eso al día de hoy implica revueltas.

puede que sea reelegido sin sombra de duda y simplemente sea incapaz de gobernar a la altura de las circustancias durante los próximos cinco años. Al terminar el mandato tendría 82. El resto de las hipótesis, todas, también están abiertas.