Enlaces accesibilidad

El abstraccionismo de Josef Albers, el poeta del color y la forma, por primera vez en España

  • La Fundación Juan March acoge su primera retrospectiva en España
  • El pintor y poeta alemán fue maestro de la Bauhaus y el Black Mountain College
  • Puede verse hasta el 6 de julio en Madrid y posteriormente en Cuenca

Por
'Día luminoso' (1947-52), Josef Albers.
'Día luminoso' (1947-52), Josef Albers.

La primera retrospectiva en España del pintor abstracto, teórico, pedagogo y poeta alemán Josef Albers, quien decía que uno de los objetivos en el arte y en la vida era conseguir el "máximo efecto a través del mínimo de medios" se puede ver desde este viernes en la Fundación Juan March.

La exposición sobre Albers (1888-1976), quien además era fotógrafo y diseñador de muebles, muestra al gran creador por primera vez en su totalidad y con un hilo conductor: su decidida "voluntad de simplicidad", pero sin caer en el minimalismo.

Durante la presentación de la muestra, el director de la Fundación Josef y Anni Ambers, Nicholas Fox Weber, amigo del pintor y de su esposa, ha invitado a que se "observe, disfrute y saboree lentamente la obra de Albers", que -ha recordado- quería contar más con menos, utilizaba "una economía de la forma" y hacía "un uso casi espiritual del color". "Josef Albers decía que el arte puede ayudar a ir más allá, a ver más, y este es el objetivo de la exposición", ha recordado Fox.

Una obra que está llena de experimentos con el color y sus "inmumerables matices", con cuadrados, llenos de cuadrados, con líneas rectas o figuras geométricas, que llaman a los sentidos y a la emoción del espectador. "La pintura te está mirando", afirmaba Albers.

"Por qué prefiero el arte abstracto: Abstraer es la función esencial del espíritu humano. El arte abstracto es el más puro y se afana en los espiritual intensamente. El arte abstracto es arte en su génesis y es el arte del futuro", dejó escrito Albers.

Maestro de la Bauhaus

Hijo de un padre "artesano, honrado, competente, pintor, fontanero, electricista y carpintero", Albers nació en Bottrop (Wesfalia) y murió en Connecticut (EEUU), su país de adopción, al que emigro en 1933, el año de acceso al poder de los nazis, quienes intervinieron y cerraron la escuela experimental de la Bauhaus, donde Albers había sido profesor en sus diferentes sedes: Weimar, Dessau y Berlín.

Cuando se instaló en Estados Unidos trabajó en la facultad de Black Mountain College, otro centro de vanguardia y experimentación, uno de los más importantes del siglo XX, y donde también estuvieron otros artistas como John Cage, Merce Cunningham o De Kooning. Posteriormente Albers dirigió el departamento de Diseño de la Universidad de Yale, donde se jubiló en 1958.

La exposición "Josef Albers: Medios mínimos, efectos máximos" está compuesta por un centenar de obras y otras y otras piezas de mobiliario de la Bauhaus, objetos, fotografías y diverso material gráfico y documental.

Y en ella se explora el proceso de trabajo artístico y la labor pedagógica del creador, así como su relación y trabajo en los dos movimientos, la Bauhaus y Black Mountain College.

Homenaje al cuadrado

La muestra también recoge sus primeros dibujos figurativos, donde ya se ven sus figuras mínimas y "ahorradas". La selección de pintura recoge las principales series en las que trabajó el maestro: "Variant/Adobe, Constellations (Constelaciones estructurales) y la célebre "Homage to the Square (Homenaje al cuadrado).

Acompaña a la muestra con un amplio catálogo con una selección de 57 textos de Albers, 26 de ellos inéditos y 53 traducidos por primera vez al castellano, según Manuel Fontán, director de exposiciones de la Fundación Juan March.

Fontan ha anunciado que esta exposición en la Fundación Juan March de Madrid se complementará con otra sobre muestra sobre la obra gráfica de Albers, en Palma de Mallorca y en Cuenca.

"Joséf Albers: proceso y grabado (1916-1976) es el título de la muestra que, comisariada por Brenda Danulowitz se podrá ver en el Museu de la Fundación Juan March, desde el dos de abril, y en Cuenca, en el Museo de Arte Abstracto, desde el 8 de julio.