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Los traductores afganos de las tropas españolas, atrapados en el infierno talibán

  • "Si salvé la vida de los soldados españoles, ahora les pido que me salven a mi"
  • Reclaman que el Gobierno español aclare si los va a ayudar o no a salir del país
  • Otros países con tropas en Afganistán han dado asilo a sus intérpretes
  • Para los talibanes son colaboracionistas por trabajar con un ejército extranjero

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El ministro de Defensa  español, Pedro Morenés,  declaró el 18 de diciembre en una comparecencia en el Congreso de los Diputados, que había solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores que concediera visados  a 25 traductores, e indemnizaciones económicas a 21 más. Acusados de colaborar con el enemigo, temen por su vida. Y hasta el momento nadie se ha puesto en contacto oficialmente con ellos.

Ghulam es el portavoz de los traductores afectados. Se encuentra en Kabul y tiene 23 años. Ha solicitado asilo en la embajada de Australia, dado que la española no le ha ofrecido ninguna posibilidad en este sentido. Así cuenta su experiencia:

”En septiembre de 2013 desde el despido estoy esperando que España me conceda el asilo. Hace  cuatro meses he presentado los documentos en la embajada de España en Kabul y todavía espero una respuesta. Siempre me dijeron que España me iba a dar un visado, pero cuando se retiraron nos abandonaron a nuestra suerte. Ahora estoy sin trabajo y los talibanes me enviaron una carta con amenazas, la misma que al resto de los que trabajaban como traductores”, explica.

En el mes de septiembre unos 40 intérpretes presentaron una solicitud de visado en la Embajada española en Kabul para viajar a España por razones humanitarias, dado que su vida corre peligro. Tras el repliegue de la mayoría de tropas  españolas  de Afganistán los talibanes los consideran colaboracionistas por haber trabajado para los extranjeros. La mayoría son jóvenes de entre 20 y 25 años que hablan español perfectamente. Mientras sirvieron a los militares españoles, estaban obligados a vestir su uniforme y acompañarlos a zonas de combate. Casi todos ellos trabajaron para el Ejército durante al menos tres años.

En el punto de mira de los talibanes

Su situación está cada vez más enredada, según Paloma Fabieres, coordinadora del Servicio Jurídico  de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.  “Su demanda principal es solicitar protección internacional en España ante el riesgo por imputación de opiniones políticas de lo que los acusan los talibanes”.

Jurídicamente, la ley del año 2009, y la Convención de Ginebra del 51, ratificada por nuestro país, establece cinco motivos como causas de persecución, y entre ellas están las opiniones políticas y por ende la imputación por opiniones políticas. En este caso, no es que los traductores se hayan pronunciado políticamente a favor del Gobierno de España, pero el hecho de haber colaborado con las tropas los sitúa en ese punto de riesgo, señala.  

“Esa ley del año 2009 eliminó la posibilidad de pedir asilo en la embajada de España de un tercer país. El artículo 38 de la ley establece que en caso de que corra peligro la integridad física de una persona podrá solicitar el traslado a España, y será el embajador quien decida si procede promover ese traslado para formular la solicitud de asilo una vez en nuestro país. Por lo tanto, la solicitud de visados en consulados y embajadas españolas ha desaparecido de la legislación”.

Pero además, según la coordinadora del Servicio Jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, hay otro hándicap y es que la ley de 2009 no está desarrollada reglamentariamente y ese artículo 38 que antes mencionábamos remite a l ‘Reglamento’ las condiciones en que se debe proceder en caso de traslado. Esta ley entró en vigor en septiembre de 2009 y  llevamos desde octubre de ese mismo año sin ninguna solicitud de traslado en ninguna embajada de España en ningún territorio.

Un visado que no llega

¿Qué solución tiene por tanto la situación de estos traductores? Según Paloma Fabieres la solución es que el Ministerio de Asuntos Exteriores, mediante la embajada en Kabul, les expida un visado de traslado a España. Pero su impresión es que "se están pasando el problema de un Ministerio a otro. Yo hice una consulta extraoficialmente a Interior quien señaló que esta es una cuestión de Defensa y Defensa alega que es una cuestión del Ministerio de Asuntos Exteriores… Estoy convencida de que si estas personas logran acceder al procedimiento de asilo, que hoy por hoy sólo será posible dejándoles entrar en España para formular la petición aquí, van a tener protección”.

Desde el Ministerio de Defensa aseguran a RTVE.es que  esperan poder darles una respuesta “en breve”. “El Gobierno trabaja para encontrar una solución satisfactoria para cada uno de ellos”, afirman, pero reconocen que no se han puesto en contacto con ellos.

“Estamos evaluando caso por caso porque la situación de seguridad no es la misma para todos”, explican fuentes de Defensa. “Valoramos cuál fue su labor con las tropas españolas, si hay constancia de amenazas, dónde residen y también factores mediáticos (…)  Algunos casos se pueden solucionar simplemente con un traslado a otra provincia o a Kabul, la capital, donde pasan más desapercibidos”, añaden. Desde diciembre, se ha elevado a 28 el número de traductores que han pedido visado y a 22 los que solicitan indemnizaciones.

Rahini y Mumtaz, amenazados de muerte

Rahini trabajó como intérprete para las tropas españolas. Está en Herat, tiene 23 años y sirvió al Ejército español durante cuatro años. En varias ocasiones los talibanes intentaron extorsionarle, tanto a él como a su familia, y no han parado hasta que le han quemado la casa.

Entraron a tiros en mi casa y reiteraron que si no pagaba me iban a matar como un perro

“La primera vez  me enviaron una carta en la que me pedían 20.000 dólares y  decían que si no pagaba ellos iban a encargarse. Después .  Ahora  tengo que cambiar de casa continuamente. No puedo estar en el mismo sitio mucho tiempo porque tengo miedo a que me encuentren. . La primera vez que  los talibanes me amenazaron hablé con un brigada y le di una copia de la carta y ellos están informados de todo. Me dijeron que sólo podían decírselo a sus superiores pero que no podían hacer nada por mí. Lo único que yo quiero es que me saquen de Afganistán. Aquí corro mucho peligro. No tengo casa ni tengo nada, sólo miedo porque tengo mujer y tengo un niño y los talibanes me van a matar a mí y a mi familia. Si yo salvé la vida de aquellos soldados españoles, ahora les pido que me salven a mi”.

Los talibanes tienen espías en todas partes y si me encuentran me van a cortar el cuello

Aún contamos con un tercer testimonio del infierno que están viviendo estos jóvenes desde que las tropas españolas se retiraron de Afganistán. Mumtaz tiene 21 años y  ha estado alojándose en casas de familiares en Kabul, hasta que ha decidido huir a Turquía. Ahora se encuentra en Estambul donde trabaja en lo que puede para ir tirando a la espera de una solución.

“Por razones de seguridad he salido de Afganistán porque yo estaba viviendo con mi hermano mayor que ya está en Estados Unidos. Él estuvo trabajando con los americanos y a él y a su mujer  les dieron un visado para este país y yo no podía quedarme tirado en Kabul y no podía ir al pueblo de mi familia a vivir por motivos de seguridad. Sólo he podido ir a Turquía con la esperanza de acudir a la embajada de España en Estambul y que me solucionaran algo pero de momento no he avanzado nada. He ido ya 3 ó 4 veces a presentar mis documentos y un escrito en el que figuran las veces que también presenté la solicitud de asilo en Kabul.  Yo quiero salir de Afganistán para ir a España, porque yo he estudiado Filología Hispánica y conozco su lengua y puedo seguir estudiando allí”.

Estados Unidos ya ha concedido visado a 2.500 personas;  el Reino Unido ha dado asilo a 600 intérpretes y a sus familiares; Noruega a 21, y Francia y Alemania están estudiando caso por caso.