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Familiares y estrellas de Hollywood despiden a Hoffman en un velatorio en Nueva York

  • Es el primer acto de despedida, al que seguirá hoy un funeral privado
  • Cate Blanchett, Joaquin Phoenix, Ethan Hawke, Ben Stiller, entre los asistentes

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Actress Blanchett and her husband Upton arrive for the funeral of deceased actor Hoffman, in Manhattan
La actriz Cate Blanchett y su marido Andrew Upton llegan al velatorio del actor Philip Seymour Hoffman en Nueva York.

Familiares y amigos del actor Philip Seymour Hoffman, que murió el pasado fin de semana por una supuesta sobredosis de heroína, le dieron el primer adiós esta madrugada en un velatorio en Nueva York, al que seguirá este viernes un funeral privado y en un mes una ceremonia pública más multitudinaria.

Entre las más de cien personas que honraron al oscarizado actor estuvieron su expareja Mimi O'Donnel, con los tres hijos que tenían en común; su madre, Marilyn O'Connor, así como numerosas estrellas del mundo del cine con las que había compartido cartel o con quienes mantenía una sólida amistad.

A la funeraria Frank E.Campbell, situada en el Upper East Side de Nueva York, acudió la actriz Cate Blanchett acompañada de su marido Andrew Upton, así como la también intérprete Amy Adams, que compartió pantalla con Hoffman en las películas La duda y The Master.

La lista de rostros célebres de Hollywood fue extensa: Billy Crudup, Justin Theroux, Michelle Williams, Joaquin Phoenix, John C. Reilly, Ethan Hawke, Ben Stiller, así como el director Paul Thomas Anderson y la televisiva Diane Sawyer, acompañada de su marido Mike Nichols.

Funeral privado

El velatorio de esta madrugada es el primer adiós a Hoffman, que será honrado de nuevo este viernes en un funeral privado en la iglesia de San Ignacio de Loyola en Park Avenue, el mismo lugar donde en 1994 se celebró el servicio fúnebre de Jacqueline Kennedy Onassis, la esposa del expresidente de EE.UU. John F. Kennedy, que fue asesinado.

Hoffman deja una pareja con la que rompió recientemente, una separación en la que la que su adicción a la droga tuvo mucho que ver, y tres hijos de cinco (Willa), siete (Tallulah) y diez años (Cooper).

Al velatorio también acudió el mejor amigo del actor, el guionista David Bar Katz, a quién habría enviado uno de sus últimos mensajes de texto para invitarle a ver un partido en su apartamento del West Village, donde murió. Cuando Katz vio el mensaje, al día siguiente, ya era demasiado tarde, según informaciones de los medios estadounidense.

El velatorio y el funeral están restringidos a la familia y a los amigos, pero está prevista una ceremonia pública dentro de un mes para que los seguidores del actor, algunos de los cuales acudieron esta madrugada a la entrada de la funeraria, también puedan rendirle un último homenaje.

Conmoción entre los cinéfilos

La inesperada muerte del célebre Capote, que tan solo tenía 46 años, ha conmocionado a los cinéfilos de todo el mundo y ha puesto rostro al resurgir de la heroína en EE.UU. como alternativa barata y accesible a los analgésicos con receta derivados del opio a los que son adictos miles de estadounidenses.

Aunque la investigación sigue en marcha y la autopsia no ha sido concluyente, la Policía trabaja sobre la hipótesis de una sobredosis de heroína como causa de la muerte, puesto que Hoffman era un adicto confeso y en el apartamento del West Village donde murió encontraron 50 papelinas y varias jeringuillas.

Las autoridades detuvieron este miércoles a cuatro sospechosos de haber vendido al actor la heroína que le causó la muerte, tras encontrar paquetes de droga en sus respectivos apartamentos de un edificio del Bajo Manhattan.

Desde que la noticia de su muerte sacudiera al país y al mundo del cine el pasado fin de semana, no han cesado los tributos al aclamado actor, los últimos en La Berlinae, el festival de cine de Berlín, y en la neoyorquina Broadway.

La gran avenida de los teatros en EE.UU. estuvo a media luz durante un minuto en la noche del miércoles para rendir homenaje a uno de los suyos. Los enormes e icónicos letreros de una de las avenidas más famosas de Nueva York se apagaron en señal de luto por la muerte de un actor con una celebrada trayectoria no solo en el cine, sino también en el teatro.