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Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina

Ley y diálogo, los mejores antídotos contra la ablación

  • Unas 140 millones de niñas y mujeres sufren las consecuencias de esta práctica
  • La directora de Stop Ablación desmiente en TVE los mitos sobre la mutilación
  • Ifrah, mutilada con 8 años: "Recuerdo el día en que me lo hicieron; aún me duele"

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Se celebra el Día internacional contra la Mutilación Genital Femenina

Recuerdo cuando mi abuela me sujetaba con las manos y su hermana que era médico me practicaba el corte. Todavía hoy me duele. Y me pregunto  por qué. Por qué le hacen algo así a una niña inocente, en contra de su propio cuerpo”, afirma Ifrah, mutilada genitalmente cuando tenía 8 años.

Es uno de los testimonios recogidos por la ONG Plan Internacional que, con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, denuncia que como Ifrah unas 140 millones de niñas y mujeres sufren hoy las consecuencias de la mutilación total o parcial de sus órganos genitales. Y pide a Gobiernos que ratifiquen un acuerdo firme y a largo plazo que proteja a las menores de esta práctica nociva fuertemente implantada en muchos países de Asia, África y Oriente Medio. La ley es el mejor antídoto.

“Eliminar la mutilación genital femenina es urgente y debe ser una prioridad para la agenda internacional. Si las leyes no se aplican con firmeza y no son muy estrictas, el esfuerzo será en vano. Es una práctica que vulnera los derechos más básicos de las niñas y mujeres y conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas para ellas” asegura Concha López, directora de Plan Internacional en España.

30 millones de niñas en riesgo

La extirpación del clítoris y el cosido y cerramiento casi total de los labios mayores y menores -las prácticas más comunes- pueden carrear la muerte de la niña por colapso hemorrágico, así como infecciones agudas y septicemia. Otros efectos pueden ser la formación de abscesos y quistes, infecciones del tracto urinario, coitos dolorosos, infertilidad y partos difíciles, entre muchos otros.

UNICEF estima que en la próxima década unos 30 millones de niñas corren el riesgo de ser mutiladas genitalmente. Y alerta de que cada vez se realiza esta práctica a edades más tempranas para tratar de burlar las leyes. “Si antes se havía cuando a las niñas les venía la menstruación, ahora se hace en bebés y niñas de 2 y 3 años para que no sea más difícil de detectar y evitar así la justicia”, explica Susanna Oliver, directora de proyectos de la ONG Stop Ablación en una entrevista en el canal 24 horas de TVE.

El mayor número de casos se concentra en África, donde se estima que hay más de 100 millones de mujeres mutiladas- Aunque las diferencias son notables entre los 28 países donde se practica.

África, récord de mutilaciones

En Kenia y Burkina Faso, la práctica se está reduciendo por la aprobación de leyes contra la mutilación genital y la labor de concienciación de las ONG.  Si hace una década el 38% de las kenianas había sufrido la ablación, en la actualidad la padece el 27%.  La ley keniana que prohíbe la ablación, de 2011, prevé penas de tres años de cárcel y elevadas multas para los autores, que se arriesgan a la cadena perpetua si la niña muere tras la intervención.

"En Kenia han funcionado las leyes contra la mutilación genital femenina: el presidente (del país) la critica y se esté empezando a arrestar a acusados, a llevarlos ante los tribunales y a rescatar a las chicas en riesgo", relata la portavoz de la ONG Equality Now, Grace Uwizeye.

En Malí, en cambio el 98% han sido mutiladas. En Egipto y en Somalia las comunidades con frecuencia justifican la mutilación genital como un "requisito religioso".

Las jóvenes, motores del cambio de mentalidad

Hay muchos mitos sobre la ablación, un ritual ancestral que se practica desde hace más de 4.000 años. Ese arraigo en las comunidades africanas es lo que hace tan difícil su erradicación. "Depende de la etnia y el país, pero muchas comunidades creen que si una  mujer no ha sufrido la ablación, no puede tener hijos o no es lo  suficientemente madura. Se trata de probar su fortaleza: si puede  soportar la ablación, podrá soportar la dureza de la vida”, señala Susanna Oliver.

"El diálogo con adolescentes y la sensibilización de las comunidades es también fundamental, ya que en muchas ocasiones se trata de una barrera cultural. Debemos promover la apertura del debate y lograr que las comunidades extingan esta práctica”, subraya Adama Coulibaly, directora regional de Plan Internacional para África occidental y central.

Para ello es fundamental el papel de los jóvenes, ellos son los motores del cambio. “Las menores y adolescentes son quienes, a través del diálogo, de forma creativa y sin ofender la sensibilidad de a quienes se dirigen, explican a sus padres, vecinos y familiares lo que implica esta práctica. Así, a través de la creación de dibujos, poesías, canciones o interpretaciones, la comunidad y en particular las niñas, pueden conocer y demandar sus derechos”, señala la ONG.