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Yanukóvich promete reformar el Gobierno y las leyes restrictivas que originaron las protestas

  • Las refomas se realizarán en la sesión parlamentaria del próximo martes
  • El presidente ucraniano busca así una salida a la crisis política

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Yanukóvich promete reformar el Gobierno y las leyes restrictivas que originaron las protestas

El presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, ha prometido reformar el Gobierno e introducir cambios en las leyes que han restringido libertades civiles y que han causado una oleada de protestas violentas desde el fin de semana pasado y que han agravado la crisis política del país.

"Tomaremos la decisión en la próxima sesión (de la Rada Suprema o  Parlamento, convocada para el 28 de enero). El presidente firmará un  decreto y remodelaremos el Gobierno con una  composición profesional", ha anunciado Yanukóvich en una reunión con líderes religiosos este viernes, primera jornada de la semana en la que, entrada la tarde, no se han registrado enfrentamientos.

También ha prometido que el Parlamento introducirá modificaciones en las leyes aprobadas el pasado de 16 de enero para endurecer los castigos por manifestaciones no autorizadas y bloqueo de edificios administrativos, que reavivaron las protestas que tienen lugar desde hace dos meses en Kiev. "Nuestros expertos afinarán estos asuntos y junto con la oposición llegaremos a soluciones de compromiso", ha añadido en declaraciones recogidas por Efe.

"Extranjeros combatientes"

También ha dicho que todos los detenidos durante los violentos disturbios de los últimos días en Kiev "que no hayan cometido delitos graves" serán liberados y amnistiados. Sin embargo, ha advertido de que las autoridades no vacilarán en responder a las provocaciones de los activistas más radicales, entre los que hay, según él, "extranjeros que han participado en conflictos armados regionales y que están declarados en búsqueda y captura internacional".

"Se esconden en los edificios (administrativos) tomados por la oposición. Sabemos que allí hay armas", ha dicho Yanukóvich, quién también ha manifestado que la Guardia de Fronteras ucraniana ha evitado que "miembros de organizaciones radicales y líderes del crimen organizado" entraran en el país.

Tras el pico de violencia del miércoles, cuando se registraron al menos dos muertos, las partes mantienen una tregua a la espera de nuevas negociaciones entre los líderes de la oposición y el presidente. Tras reunirse con Yanukóvich, el dirigente opositor ucraniano, Vitali Klitschkó, pidió el jueves por la noche a los manifestantes que prolongaran hasta el sábado la calma porque el presidente se había comprometido a que las fuerzas de seguridad respetaran el cese de hostilidades.

Plazas y edificios públicos

Este jueves, las acciones de protesta se extendieron a varias ciudades del oeste del país, donde los manifestantes tomaron diversos edificios públicos.

La semana pasada, la Rada aprobó un paquetes de leyes que endurecieron las penas por manifestaciones no autorizadas y bloqueo de edificios administrativos, y prohibieron expresamente montar tiendas de campaña en la ciudad, un extremo que abre la puerta al desalojo del campamento opositor instalado en el centro de Kiev desde noviembre pasado, cuando el Gobierno de Yanukóvich renunció a suscribir un acuerdo de asociación con la Unión Europea.

Ahora, las reivindicaciones europeístas han pasado a un segundo plano y los manifestantes, con los ultraderechistas en primera línea de la guerrilla urbana, piden ante todo la dimisión del Gobierno. Yanukóvich, que ha reforzado entre tanto su alianza con Rusia, sufre además una creciente presión por parte de diversos dirigentes europeos y de EE.UU., que le responsabilizan de la violencia y la represión de manifestantes.