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Cae una banda española de hackers especializada en robos en cajeros de todo el mundo

  • Ha sido desarticulada  cuando iba a realizar un ataque similar  en Japón
  • Hay ocho detenidos en España,  seis de Rumanía y dos de Marruecos
  • El líder de la banda era un experto informático arrestado en Alemania
  • Esta red actuó en febrero de forma simultánea en 23  países

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Cae la rama española de una red de "crackers"

La Policía Nacional, en colaboración con la agencia de seguridad de Estados Unidos, ha desmantelado la rama española de una red de hackers responsable de extraer más de 60 millones de dólares en cajeros de todo el mundo. Esta organización ha sido desarticulada cuando estaba empezando a reorganizarse para realizar un ataque similar en Japón.

En esta operación han sido detenidas ocho personas en España, seis de nacionalidad rumana y dos naturales de Marruecos que fueron interceptados en las localidades madrileñas de Mejorada del Campo y Fuenlabrada.

Los delincuentes seguían las instrucciones del líder de la banda, un experto informático arrestado en Alemania que era capaz de vulnerar las bases de datos bancarias para inhabilitar las medidas de seguridad y restricciones sobre el uso de tarjetas. Asimismo, podía  realizar transacciones con balances negativos y restricciones  del PIN.

Se hizo con 40 millones de dólares en 34.000 retiradas de efectivo

Esta red actuó el pasado mes de febrero de forma simultánea en 23 países y en pocas horas se hizo con 40 millones de dólares en 34.000 retiradas de efectivo, 446 de ellas en una sola noche en cajeros madrileños, donde la trama española se hizo con 400.000 dólares.

La Policía ha practicado tres registros domiciliarios en los que se han intervenido 25.000 euros en efectivo, dos lectores grabadores de tarjetas de crédito, cerca de 1.000 tarjetas vírgenes con banda magnética, material informático, gran cantidad de joyas, documentación y se han bloqueado dos inmuebles por valor de 500.000 euros.

La operación policial, que se extiende desde 2007 en Estados Unidos, se precipitó en noviembre a partir de la detención del cabecilla global de la organización tras un ataque en el que consiguieron más de 3,5 millones de dólares.

El líder era capaz de atacar las bases de datos de compañías procesadoras de datos para conseguir material altamente sensible de las tarjetas de crédito, lo que permitiría a la organización llevar a cabo la estafa.