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Obama advierte de que Sudán del Sur está "al borde del precipicio"

  • El presidente, Salva Kiir, ofrece diálogo a su rival, Riak Machar
  • Tres cascos azules han muerto en un ataque a una base de la ONU
  • La ONU eleva la cifra de muertos a al menos 500 personas

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El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, durante una rueda de prensa
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, durante una rueda de prensa.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado a las facciones enfrentadas en Sudán del Sur a poner fin a la violencia, restablecer la calma, y trabajar hacia la reconciliación.

En un comunicado Obama ha asegurado que el conflicto amenaza con descarrilar el progreso que el país ha hecho desde su independencia y ha afirmado que "la retórica inflamatoria y la violencia selectiva deben cesar"

Obama también ha invitado a escuchar la opinión internacional: "Todas las partes deben escuchar los sabios consejo de sus vecinos, comprometerse a dialogar y tomar medidas inmediatas para instar a la calma y apoyar la reconciliación ".

Además, en una carta al Congreso, Obama, ha anunciado que Estados Unidos ha desplegado 45 soldados en el país con el fin de "proteger a los ciudadanos e intereses estadounidenses". En la misiva el presidente ha explicado que los soldados permanecerá en Sudán del Sur el tiempo que la sitación lo requiera.

"Aunque están preparadas para el combate estas fuerzas fueron desplegadas para proteger a ciudadanos y propiedades estadounidenses", ha indicado el mandatario en su carta, dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

Tres cascos azules muertos en un ataque

Además, este jueves las autoridades estadounidenses han evacuado a unas 130 personas, que se suman a las 150 evacuadas el día anterior. Según el Departamento de Estado, un avión privado salió de la capital, Juba a 13:45 GMT del jueves .

Tres cascos azules indios han sido asesinados en un ataque contra una base de la ONU en Akobo, en el estado de Jonglei, al sureste del país, según ha anunciado el embajador de la India ante las Naciones Unidas. En el momento del ataque se encontraban en la base 43 soldados de paz de la India, seis de las Naciones Unidas, asesores de policía y dos miembros del personal civil de la ONU según la Misión de la ONU en el país (UNMISS).

El Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, ha manifestado su consternación ante el ataque. El Consejo de Seguridad de la organización se reunirá en Nueva York este viernes para discutir la crisis que asola el país.

"UNMISS está haciendo todo lo posible para determinar la circunstancias que rodearon el asalto a su base en Akobo y asegurar la seguridad de su personal que permanecen allí ", dijo.

La Unión Africana ha enviado una misión de mantenimiento de la paz se compone de varios ministros africanos en el sur de Sudán .

El ejército pierde el control de Bor

El Ejército de  Sudán del Sur ha asegurado este jueves haber perdido el control de la ciudad de Bor, capital del estado de Jonglie.

"Nuestros soldados han perdido el control de Bor a beneficio de las  fuerzas de Riak Machar en la tarde del miércoles", ha declarado a AFP el  portavoz del Ejército, Philip Aguer.

Los choques que enfrentan al Ejército regular con grupos armados, supuestamente partidarios del ex vicepresidente Riak Machar, han dejado unos 500 muertos y 800 heridos, según las Naciones Unidas.

Cruz Roja Internacional anunció el miércoles que 19 civiles habían sido asesinados en Jonglei. Asimismo, según el portavoz de la ONU, Martin Nesirky , también existe una considerable tensión en los estados del Alto Nilo y Unity, en el noreste.

"Hemos tenido informes de combates (...) desde las 3:00 (del  miércoles, hora local). Cientos de civiles llegan a nuestra base en las  afueras de la ciudad, me dicen que son ya más de 1.000 y que la  situación en Bor es muy tensa" , ha explicado Joe Contreras, portavoz de  la UNMISS.

La UNMISS ha informado también de que 200 trabajadores de instalaciones petroleras del área de Bentiu han buscado refugio en el campo protegido por los cascos azules. La ONU espera que puedan ser evacuados por su empresa.

Calma en la capital

Según estas informaciones, las refriegas se están trasladando a las provincias y se alejan de la capital, Juba, escenario hasta ahora de los combates.

Después de una noche marcada por los tiroteos, sólo se escucharon unos pocos disparos aislados durante el miércoles en la capital, según  informa un periodista de la AFP. Además, el aeropuerto se ha reabierto y varias empresas han reanudado sus vuelos a Juba.

La calma en Juba no ha disuadido a Estados Unidos de su decisión de evacuar a sus nacionales. 150 ciudadanos y diplomáticos estadounidenses y extranjeros ya han abandonado el país por indicación del Departamento de Estado, que no considera esenciales las funciones de su embajada en este país.

Reino Unido también ha enviado un avión a Sudán del Sur para evacuar ciudadanos británicos, según ha confirmado el Foreign Office.

Oferta de diálogo

El presidente sursudanés, Salva Kiir, dijo este miércoles que está dispuesto a "hablar" con el que fuera su vicepresidente, Riak Machar, al que acusa de intentar un golpe de Estado.

"Me sentaré con él y hablaré (...) pero no sé cuál  será el resultado de las discusiones", ha dicho Salva Kiir al tiempo que  ha afirmado que "quienes hayan cometido asesinatos serán juzgados".

Machar, que permanece en paradero desconocido, ha negado las acusaciones y ha asegurado que la violencia de los últimos días es fruto de disputas internas en la Guardia Presidencial.

Preocupación de la comunidad internacional

Un equipo de mediadores enviados la Unión Africana ha llegado a Juba para tratar de negociar la paz. Un funcionario etíope ha afirmado  que los representantes proceden de Etiopía, Kenia , Uganda y Ruanda. Se trata de la primera iniciativa importante de paz desde el inicio de los enfrentamientos. Según el portavoz del equipo, Ateny Wek, la Unión Africana ya se ha reunido con el presidente, Salva Kiir, sin precisar más información.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos , Navi Pillay , dijo que el riesgo de conflicto étnico era "extremadamente alta", al tiempo que expresó su "profunda preocupación por la seguridad de la población civil. "