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Matas admite que pidió trabajo para su mujer y negoció su sueldo pero niega el cohecho

  • Matas vuelve a sentarse en el banquillo por un delito de cohecho
  • Anticorrupción dice que con Matas los políticos eran "semidioses"
  • El fiscal pide una multa de 9.000 euros y que devuelva el salario de la mujer

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Matas admite que pidió trabajo para su mujer y negoció su sueldo

El expresidente del Govern balear Jaume Matas ha admitido este lunes en el juicio en el que se le acusa de cohecho que cuando era jefe del Ejecutivo autonómico pidió trabajo para su mujer, Maite Areal, a un empresario hotelero y negoció con él el salario de su esposa, 2.900 euros al mes más dos pagas extra.

Matas, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide una multa de 9.000 euros por haber exigido empleo para su esposa a sabiendas de que no iba a trabajar, ha asegurado que su mujer cobró 42.000 euros por hacer de relaciones públicas y que pidió el favor al hotelero Miquel Ramis porque eran amigos y no contrataba con la administración.

El expresidente ha admitido que el hotel era "el de referencia para  el PP", que celebraba numerosos actos en dicho establecimiento, pero ha  dicho que él como presidente del Govern balear nunca lo contrató.

Pidió trabajo para su mujer, como lo haría para un hijo

"Yo estaba en disposición de haber solicitado este favor a mucha gente, no solo de aquí sino de fuera de aquí", ha dicho ante el jurado popular que juzga el exlíder del PP balear, quien ha insistido en que pidió trabajo para su mujer como haría cualquiera por un hijo.

En cuanto a la fijación del salario de Areal, que según el fiscal es fruto de una exigencia sin contraprestación a un empresario que temía perder sus relaciones comerciales con el Govern y el PP, Matas ha reconocido que lo propuso él a partir del sueldo que cobraba su mujer en una empresa de la que había sido "despedida" anteriormente.

Ha añadido que, dada su condición de presidente del Govern, su mujer tenía dificultades laborales: "No podía hacer nada, era muy difícil para mi mujer trabajar en Mallorca y que algo no chocara conmigo".

Ha justificado que su mujer no buscara empleo en su profesión (es maestra), por el hecho de que desde que trabajó durante 4 años como asesora en el gabinete de Educación de la Comunidad de Madrid, a partir de 2001, su carrera profesional "dio un salto cualitativo".

Anticorrupción: con Matas los políticos eran "semidioses"

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach ha asegurado en el juicio que en la última legislatura del expresidente de Baleares los representantes políticos eran "semidioses que se olvidaron de lo que era servir a los ciudadanos y se olvidaron de su condición para obtener lo que querían".

Al presentar el caso ante el jurado, lo ha comparado con la condena dictada por el Tribunal Supremo  en 2008 contra dos guardias civiles porque frecuentaban un club de  alterne en el que no pagaban ni las bebidas ni los servicios sexuales.

Ha recalcado que recibieron los regalos por "el simple hecho de ser  guardias civiles", que "les confería una situación de superioridad, un  estatus superior".

"Aprovecharse de este poder para obtener estas  ventajas no se puede permitir y por eso fueron condenados. Aquí y ahora  la historia se repite, desgraciadamente", ha afirmado Horrach, que ha  achacado este comportamiento a "gobernantes que se aprovecharon de su  condición de seres superiores para obtener lo que querían".

Según  Horrach, la contratación de Areal no es un aguinaldo o una bufanda que  se admita como regalo protocolario sino un tipo de obsequio de los que  "condicionan, crean vínculos y deudas y esclavizan y someten tanto al  que da, como al que recibe".

La esposa de Matas afirma que logró clientes para el hotelero

La esposa de Jaume Matas ha asegurado que logró clientes para el hotel de Palma en el que fue contratada en 2007 como relaciones públicas gracias a las relaciones que fraguó como consorte del exministro de Medio Ambiente y expresidente autonómico.

En contra de la tesis de la Fiscalía Anticorrupción, Areal ha declarado en el juicio que se celebra en la Audiencia de Palma que sí trabajó y consiguió contratos para el hotel, en concreto dos congresos médicos organizados por la Fundación Kovacs.

La mujer de Matas, que ha admitido que fue su marido quien negoció el empleo y su salario y que nunca rindió cuentas ni presentó un informe sobre su labor, ha testificado después del empresario que la contrató como relaciones públicas, Miguel Ramis.

Ha asegurado que dio a conocer el hotel en el que estaba contratada en Mallorca al exportavoz del PP en el Congreso Eduardo Zaplana, así como a diferentes diputados y senadores.

El empresario había organizado mítines del PP

Ramis Martorell, que en su establecimiento había organizado actos y mítines del PP, "ante la ascendencia que le otorgaba a Matas al ser presidente del Gobierno de Baleares y presidente del partido en la comunidad, y la capacidad de influencia que le presuponía por los cargos que ocupaba, se sintió comprometido y presionado por esta petición, accediendo a las pretensiones de este último".

Matas ya fue condenado por la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca a seis años de prisión por realizar pagos fraudulentos con fondos públicos al periodista Antonio Alemany para que le escribiese los discursos y realizase una campaña para realzar su actividad política.

Pero la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo decidió el pasado mes de julio rebajar la condena a nueves meses de prisión al retirarle los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos.

Esta decisión supuso que el expresidente balear, que tiene varias causas abiertas,  no tuvo finalmente que ingresar en prisión.