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Rusia confirma el traslado de una Pussy Riot a una prisión de Siberia

  • Llevaba tres semanas en paradero desconocido
  • Se puso en huelga de hambre para denunciar sus condiciones de reclusión

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Nadezhda Tolokónnikova, integrante del grupo Pussy Riot, en una vista judicial en abril
Nadezhda Tolokónnikova, integrante del grupo Pussy Riot, en una vista judicial en abril

Las autoridades penitenciarias rusas han confirmado que una de las dos miembros del grupo Pussy Riot encarceladas, Nadezhda  Tolokonnikova, ha sido trasladada a una prisión de Siberia tras tres semanas sin noticias de su paradero.

En un comunicado de apenas dos líneas, el Servicio Federal  Penintenciario ha asegurado que Tolokonnikova había sido  trasladada hace aproximadamente un mes a una colonia penitenciaria  ubicada en el territorio de Krasnoyarsk, y que sus familiares, que viven en Moscú (a casi 4.000 kilómetros) habían sido informados de ello  "de acuerdo con la ley".

Tolokonnikova, de 24 años, se declaró en huelga de hambre el  pasado mes de septiembre para reclamar su traslado de una prisión de la región de Monrovia (a unos 600 kilómetros de Moscú), en la  que, según denunció, había sufrido amenazas de muerte y unas  condiciones de vida inhumanas. Las autoridades carcelarias informaron  el pasado 18 de octubre de que la activista había sido trasladada a  otra prisión.

No obstante, según ha recordado RIA Novosti, las autoridades se  negaron a informar oficialmente del lugar del traslado a familiares  (ni siquiera a su marido) y compañeros de Tolokonnikova con el  argumento de que las "normas" se lo impedían, lo cual dio pie a  numerosas especulaciones, informa Europa Press. La semana pasada, Amnistía Internacional advirtió de que el caso de  Tolokonnikova equivalía a una desaparición forzada.

Ingresada en un hospital

Según ha informado a la agencia France Presse el marido de Tolokonnikova, Piotr Verzilov, la joven ha sido ingresada en un hospital para presos debido a su frágil estado de salud tras la huelga de hambre, y aunque lamenta estar "aislada" tan lejos de su familia, está satisfecha por haber sido trasladada.

Nadezhda Tolokonnikova, Ekaterina Samutsevich y María Aliojina  celebraron en 2012, junto con otras dos miembros de Pussy Riot, una  'oración punk' en la catedral en la que pedían a la "Madre de Dios"  que expulsara a Putin del poder.

La actuación provocó una fuerte indignación entre los creyentes  ortodoxos y las tres activistas fueron condenadas a dos años de  prisión en agosto de 2011 por un delito de gamberrismo relacionado  con "odio religioso". La pena de Samutsevich fue conmutada en octubre  de ese mismo año por libertad condicional. En mayo de 2013, el  Tribunal Municipal de Moscú rechazó el recurso de las otras dos y  confirmó la condena.