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Lieberman regresa al Gobierno israelí tras ser absuelto por delitos de fraude

  • Ha jurado este lunes en el Parlamento tras ser absuelto por la justicia
  • Llevaba once meses alejado del Ejecutivo

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El político ultraderechista Avigdor Lieberman ha regresado al Gobierno de Israel como titular de Exteriores, cargo que ha jurado este lunes en el Parlamento (Kneset), tras ser absuelto por la justicia de delitos de fraude y abuso de confianza.

El controvertido político, que llevaba once meses alejado del Ejecutivo, recupera este lunes una cartera que ya desempeñó en la anterior legislatura (2009-2012) y lo sitúa en uno de los puestos clave, pese a que su nombramiento despertara entonces recelos en numerosas capitales occidentales y entre funcionarios de la propia Cancillería israelí.

La jura tenido lugar después de que ayer el Consejo de Ministros que preside Benjamín Netanyahu aprobara su nombramiento, tras quedar absuelto el miércoles por un tribunal de Jerusalén.

El político, de 55 años, había dejado la cartera vacante en diciembre pasado al ser imputado. Tras los comicios celebrados en enero y en los que su formación, Israel Beitenu concurrió en una plataforma política junto al Likud de Netanyahu, la plaza aún no había sido ocupada por ningún político de peso y era el propio primer ministro quien ejercía de forma interina como responsable de Exteriores.

Acuerdo de coalición

El acuerdo de coalición reservaba el cargo a Lieberman a la espera de que se resolvieran sus problemas con la justicia, por lo que su absolución ha decepcionado a algún potencial aspirante y podría tener consecuencias en una eventual redistribución de carteras en el seno del gabinete.

Lieberman había sido acusado de designar de forma fraudulenta a Zeev Ben Arie como embajador israelí en Letonia, supuestamente como recompensa por haberle filtrado información reservada sobre una investigación judicial abierta contra él.

La Fiscalía sostenía que Ben Arie, siendo embajador en Minsk años antes, alertó a Lieberman de la existencia de un requerimiento de información policial israelí a las autoridades de Bielorrusia en una investigación al político por blanqueo de dinero, expediente que fue cerrado por falta de pruebas.

De momento, se desconoce el impacto que podría tener su regreso al Gobierno en el actual proceso de paz entre israelíes y palestinos patrocinado por Washington, que se reanudó precisamente en su ausencia.

Zehava Gal-On, líder del partido de izquierdas Meretz, ha considerado este lunes la designación de Lieberman como "poner un artefacto explosivo en medio de las negociaciones" y lo tildó de "elefante en una cacharrería".

Y es que Lieberman, que reside en el asentamiento judío de Nokdim (Cisjordania), no oculta su escepticismo sobre esas conversaciones y cree una quimera que se pueda alcanzar un acuerdo de paz permanente. Por contra, ha manifestado su apoyo a una solución interina al conflicto palestino-israelí.

Asimismo, se esperan aires nuevos en la coalición de Gobierno, donde, a tenor del acuerdo de coalición, a partir de hora será el segundo de a bordo, lo que podría terminar de decantar la balanza hacia posturas más derechistas en detrimento de dirigentes centristas como el titular de Fianzas, Yair Lapid, o Tzipi Livni, actual responsable negociadora.

De viceprimer  ministro a imputado

En la anterior legislatura Lieberman era viceprimer ministro de Netanyahu y, pese a haber dejado temporalmente el gabinete, seguía de cerca el quehacer político desde su escaño y como presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento.

Antiguo portero de clubes nocturnos en su Moldavia soviética natal, Lieberman emigró a Israel con 20 años y fue uno de los responsables de la campaña con la que Netanyahu ganó sus primeras elecciones en 1996, convirtiéndose después en jefe de su gabinete. Esa alianza temprana no le impidió fundar en 1999 su propio partido, Israel Beitenu (Israel es Nuestro Hogar), que defendía los intereses del votante oriundo de las exrepúblicas soviéticas cuando cerca de un millón de ellos se radicó en Israel, tras la caída del Telón de Acero.

Con el tiempo, la formación fue ganando adeptos entre la derecha y en la actualidad cuenta con 11 de los 120 diputados de la Kneset, frente a los 20 del Likud con los que se coaligó. En este contexto, el Comité Central del Likud, principal órgano decisorio de la formación conservadora, tiene previsto resolver el próximo diciembre en una convención si rompe la coalición electoral con Israel Beitenu.

El partido de Lieberman, que aboga por transferir a gran parte de la población árabe del país a un futuro Estado palestino o hacer firmar a los miembros de esa minoría que representa el 20 por ciento de la población un juramento de lealtad, también podría optar por abandonar su unión con el Likud.