Enlaces accesibilidad

S&P rebaja la nota a Francia al no creer que las reformas reactiven lo suficiente la economía

  • La agencia fue la primera en quitarle la triple A a la segunda potencia europea
  • Hollande, dispuesto a ajustar sus cuentas, pero sin sacrificar el modelo social
  • En la apertura del mercado, ha subido la rentabilidad exigida al bono francés

Consulta aquí las calificaciones de los países de la UE y el G-20.

Por
French President Hollande listens to Tunisian President Marzouki at the Elysee Palace in Paris
El presidente de Francia, el socialista François Hollande.

La agencia Standard and Poor's (S&P), que fue la primera en retirar la "triple A" a Francia, le ha rebajado este viernes su calificación para dejarla en "AA", al considerar que las reformas del Gobierno galo no ofrecen perspectivas de mejoras sustanciales que impulsen un débil crecimiento económico, por lo que el país tiene poco margen para sanear sus cuentas públicas.

S&P explica en un comunicado que "es poco probable que el enfoque actual del Gobierno" con sus reformas "mejore de forma sustancial las perspectivas de crecimiento" a medio plazo.

Esta agencia fue la primera en quitarle la nota máxima a Francia (en enero de 2012) y, ahora, es también toma la iniciativa para rebajarla por segunda vez: la ha situado en "AA", asociada a una perspectiva  estable, con lo que la posibilidad de bajarla otra vez o subirla en los próximos dos años es inferior al 33%.

La primera reacción se ha apreciado en el mercado secundario de deuda, donde en la apertura, ha subido con fuerza la rentabilidad exigida por los inversores a los bonos franceses. Así, esa rentabilidad ha llegado al 2,389% al inicio de la sesión, frente al 2,158% con el que cerró el jueves.

Hollande no sacrificará el modelo social

El presidente francés, François Hollande, ya ha respondido a la agencia internacional y se ha mostrado dispuesto a realizar todos los ahorros presupuestarios posibles, pero no al precio de sacrificar el modelo social del país.

"Esta política es la única que puede garantizar nuestra credibilidad y eso lo deducimos de los bajos intereses que pagamos en el mercado", ha explicado Hollande durante una conferencia ante representantes del Banco Mundial que se celebra este viernes en París.

Para reequilibrar las cuentas públicas, el Gobierno francés ha apostado este año por subidas de impuestos, pero ha encontrado fuerte resistencia social  a muchas de ellas, como a la que pretendía gravar la actividad del  transporte por carretera y que, finalmente, se vió obligado a retirar.

Esa contestación a las políticas del Ejecutivo se refleja en la fuerte caída de la popularidad del presidente Hollande: solo le aprueban el 25% de los ciudadanos del país, el nivel más bajo otorgado a un jefe de Estado en los últimos 55 años, según una encuesta del Centro de Estudios Sociológicos galo.

Malos datos económicos

La noticia de la rebaja de la calificación de solvencia del país coincide en el tiempo con la publicación de varios datos económicos de coyuntura, que reflejan la debilidad del crecimiento del país.

Así, el instituto francés de estadísticas ha confirmado que la producción industrial cayó un 0,5% en septiembre y que las empresas industriales del país calculan que tendrán que reducir su inversión en 2014.

Aparte, Aduanas han anunciado que en ese mismo mes empeoró el déficit comercial, al aumentar hasta los 5.800 millones de euros, frente a los 4.900 millones que había en agosto.