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Una clasificación global sobre el estado de los 'datos abiertos': España podría hacerlo mejor

  • La Open Knowledge Foundation ha analizado el estado actual país por país
  • Se comprueba a cuántos datos pueden acceder de forma cómoda y libre los usuarios

España 'suspende' por poco, ya que hay muchos países en la misma situación

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Imagen del ranking de apertura de datos de la OKFN.
Imagen del ranking de apertura de datos de la OKFN.

El Open Data Index (Índice de Datos Abiertos) es una clasificación elaborada por la Open Knowledge Foundation, una entidad sin ánimo de lucro que actualmente cuenta con datos de 70 países sobre las actividades que los diferentes gobiernos llevan a cabo para que todo tipo de datos públicos estén al alcance de todo el mundo.

Con más de 700 conjuntos de datos analizados, sus responsables han anunciado que aproximadamente el 12% de ellos pueden considerarse 'abiertos' y en base a esto han puntuado diversos aspectos para crear una clasificación mundial.

Análisis de datos que deberían estar disponibles

Encabezada por el Reino Unido, los Estados Unidos y Dinamarca, en la clasificación se examinan básicamente diez aspectos o conjuntos de datos que normalmente deberían estar disponibles de forma sencilla para cualquiera que quisiera consultarlos.

Algunos son aparentemente muy simples y obvios: tablas de horarios de transporte, un mapa del país a buena resolución o la lista de calles y códigos postales. Además de estos, se supone que cualquier persona debería poder consultar también la legislación completa (esa que hay de cumplir y no alegar que se desconoce), los resultados de las elecciones o las estadísticas nacionales generales.

El resto de conjuntos incluyen los detalles de los presupuestos del estado (y los gastos anuales al cerrar cada ejercicio), el registro completo de empresas a nivel nacional e información sobre las emisiones contaminantes.

Sobre cada uno de esos aspectos la fundación investiga todas las fuentes disponibles, gracias a voluntarios del país en cuestión. Se puntúan y los resultados se suman para obtener un valor total entre 0 y 1.000 para cada país. Convirtiendo la escala en un valor académico del 0 al 10 los primeros países tendrían "notas" de 8, 8,5 y 9 puntos sobre 10 en este examen – claros sobresalientes.

Sobre los últimos poco se puede decir excepto que suspenden clamorosamente, pero teniendo en cuenta que ni siquiera hay datos de más de 100 países -la lista se limita a 70 de los que se ha podido conseguir información* por ese lado todavía queda mucho trabajo que hacer. El conjunto también puede verse de forma global en una imagen que muestra en verde, azul o rojo lo disponibles o no que están cada tipo de datos.

España: puesto 23

¿Y qué decir de España? Está en el puesto 23 de la clasificación, lo cual no está aparentemente mal, pero su puntuación total es de tan solo 460 puntos sobre 1.000, una especie de 'suspenso aunque por poco' si se tratara de un examen académico.

Eso sin tener en cuenta otros factores como el peso del país o su representatividad internacional, que probablemente nos debería hacer exigirnos más. Aun así este valor está por encima tanto del promedio internacional (416) como de la mediana (415), lo que nos sitúa al menos entre los países que ofrecen más datos.

Tan solo 17 de 70 países 'aprueban' en datos abiertos

Lo que está claro es que la mayor parte de los países tienen mucho trabajo por hacer, nosotros incluidos. Tan solo 17 de los 70 'aprueban' con una puntuación de más de 500, y teniendo en cuenta que las grandes potencias ya están en la tabla y los 120 o 130 restantes son estados mucho más pequeños, puede que tan solo 25 o 30 de ellos puedan colgarse la medalla de "aprobar" y ser unos buenos gestores que ofrecen datos abiertos a sus ciudadanos.

Es como si el mundo fuera una clase en la que el 80 o 90% de los alumnos suspenden: poco consuelo es estar entre los que 'casi' consiguen aprobar.

Si los países menos aplicados hiciéramos mejor nuestro trabajo habría disponibles toda una montaña de fuentes de datos históricos, actuales y de las administraciones nos permitirían llevar a cabo muchos más desarrollos y contar con más información para cualquier tipo de proyecto o investigación. Todo un reto para los próximos años.