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El oficialista Margvelashvili gana las elecciones presidenciales en Georgia

  • Ha obtenido el 62% de los votos, según el 99,68 % del voto escrutado
  • La OSCE asegura que han sido unos comicios "libres y transparentes"
  • El país pasa de un sistema presidencialista a uno presidencialista-parlamentario

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El primer ministro georgiano, Bidzina Ivanishvili, y el candidato presidencial, Giorgi Margvelashvili, celebran los resultados a pie de urna
El primer ministro georgiano, Bidzina Ivanishvili, y el candidato presidencial, Giorgi Margvelashvili, celebran los resultados a pie de urna

Gueorgui Margvelashvili, candidato de la coalición gobernante "Sueño Georgiano", se sitúa en cabeza de los comicios presidenciales celebrados este domingo en Georgia, cuando se ha escrutado el 99,68% de los colegios electorales, según la Comisión Electoral Central (CEC).

Hasta ahora, Margvelashvili habría obtenido el 62% del voto, según la CEC, que ha descartado la celebración de una segunda vuelta.

Según la CEC, la participación fue del 46% del censo electoral, cifrado en poco más de 3,5 millones de electores. La organización ha calificado de "positivo y transparente" el proceso electoral. "Los comicios presidenciales en Georgia se gestionaron de manera eficiente, transparente, en un ambiente amistoso y constructivo", han inedicado los observadores en un comunicado del organismo europeo.

En segundo lugar se sitúa David Bakradze, candidato del Movimiento Nacional Unido (MNU), del saliente presidente Mijaíl Saakashvili, con el 21,8% de los sufragios. Tras conocer los resultados de las encuestas a pie de urna, Bakradze admitió su derrota y felicitó a Margvelashvili por su victoria. La expresidenta del Parlamento Ninó Burdzhanadze conseguía el 10% de los votos, mientras que los restantes 20 candidatos apenas figuraban en el escrutinio.

"Somos una nación libre"

"Quisiera dar las gracias a todos los que me apoyaron. Doy las gracias al primer ministro (Bidzina Ivanishvili), quien ha contribuido a la victoria de hoy", ha dicho Margvelashvili en un improvisado mitin ante sus seguidores. "Hemos demostrado que somos una nación libre y podemos elegir libremente a una persona que debe servir a su pueblo", ha subrayado.

"Aún no hay resultados oficiales, pero el panorama está claro. Basándonos en los intereses del país, estamos dispuestos a reconocer los resultados de la Comisión Electoral Central (CEC). Felicito a Margvelashvili y estoy dispuesto a colaborar", ha dicho por su parte Bakradze. Sin embargo, ha subrayado: "Casi un cuarto de los electores votó por nosotros (...), pese a las persecuciones que hemos sufrido".

Por su parte, Saakashvili ha hecho un llamamiento a respetar la voluntad de la mayoría del pueblo: "Independientemente de si estemos de acuerdo o no, se trata de una regla de la democracia". El anuncio de los datos preliminares ha coincidido con el cierre de los colegios electorales, como estipula la legislación del país, y se espera que la CEC facilite los primeros resultados oficiales en unas horas.

Nuevo primer ministro

Una de las mayores incógnitas es quién será el nuevo primer ministro, pues Ivanishvili ha declarado que no continuará al frente del Gobierno, al considerar que ha cumplido su misión de encarrilar el país hacia un modelo democrático de desarrollo.

El magnate, de 57 años y con una fortuna personal que la revista "Forbes" calcula en unos 5.300 millones de dólares, ha anunciado que creará una organización no gubernamental para seguir participando en la vida del país.

El nombre del candidato a ocupar la jefatura del Gobierno será anunciado una semana después de la elección del presidente, pero los medios georgianos ya reducen a dos el número de aspirantes con posibilidades de acceder al cargo.

Se trata de los actuales titulares de las carteras de Interior, Irakli Garibashvili, y Economía, Gueorgui Kvirikashvili, ambos antiguos socios de negocios de Ivanishvili.

Observadores locales e internacionales

La excepción es Rusia con quien Georgia lleva 5 años sin mantener relaciones diplomáticas después de que Moscú reconociera la independencia de la separatista república georgiana de Osetia del Sur a raíz de la guerra en 2008 entre ambos países por el control de ésta.

Un total de 19.746 observadores locales de 65 organizaciones y 1.241 de 60 instituciones internacionales vigilaran el discurrir de la cita electoral. El Coordinador Especial de la misión de observadores de la OSCE, João Soares, ha señalado que "la limpieza de estas elecciones después de una cohabitación política muestra que la democracia de Georgia está madurando".

Según la OSCE, "los preparativos para las elecciones fueron realizados de manera profesional, transparente y prudente, al tiempo que se observó un alto grado de confianza en su trabajo".

Las elecciones presidenciales de este domingo marcan la culminación de la transición del sistema político georgiano de uno presidencialista a uno presidencialista-parlamentario, que contará con un primer ministro con amplios poderes nombrado por el Parlamento.

Según esta reforma constitucional, aprobada en 2011, el nuevo jefe del Estado desempeñará funciones representativas, pero conservará el mando supremo de las fuerzas armadas y la facultad de decretar el estado de excepción y de disolver el Parlamento en caso de que éste no logre nombrar al primer ministro.

Los comicios, además, deben poner fin a la cohabitación en el poder, como la que vive Georgia desde octubre de 2012, cuando "Sueño Georgiano" derrotó en las parlamentarias al MNU de Saakashvili.

Margvelashvili y sus correligionarios insisten en que los conflictos con Osetia del Sur y Abjasia deben ser resueltos por la vía pacífica y que la mejor manera de conseguirlo es construir una Georgia floreciente para que esas regiones separatistas quieran volver a ella.

En política exterior y seguridad, los únicos referentes de "Sueño Georgiano" son la Unión Europea y la OTAN.