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Robots coreanos contra medusas

  • Unos robots coreanos vigilan las costas en busca de medusas
  • Cuando las localizan eliminan la amenaza por el bien de los bañistas
  • Trabajan de forma cooperativa y podrían usarse para otras labores

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Pequeñas medusas blancas en el mar.
Pequeñas medusas blancas en el mar.

El problema de las medusas en las playas causa cada año todo tipo de alertas y su proliferación se considera casi una invasión en toda regla en algunas zonas turísticas. En algunos lugares se instalan redes para evitar que lleguen cerca de la orilla, pero esto no evita que los surferos o los nadadores tengan que enfrentarse a sus molestas picaduras.

Desde hace tiempo el Instituto Avanzado de Ciencias y Tecnología de Corea del Sur (KAIST) investiga para acabar con el problema de raíz. Llevan tiempo desarrollando una red de robots exterminadores de medusas llamada JEROS (Jellyfish Exterminator Robots). Dado que han calculado que las pérdidas que causan son de unos 200 millones de euros anuales estos 'exterminadores' actúan sin contemplaciones, y todo gracias a la última tecnología.

Desde 2009 en que se construyeron los primeros prototipos, estos robots han evolucionado año tras año constantemente. Las unidades básicas consisten en dos flotadores sobre los que va instalado un mecanismo cortador –similar a una máquina destructora de documentos– y una caja con toda la electrónica para orientar y hacer navegar el aparato.

Cada unidad de JEROS emplea un sistema de información geográfica (GIS) para reconocer dónde están las medusas. Una vez saben dónde deben actuar se guían mediante las señales de los satélites GPS y sistemas inerciales de abordo.

Los robots JEROS cortan en lonchas 300 kilos de medusa por hora

Cuando llegan hasta las medusas invasoras, los robots son implacables: con una especie de afilada hélice y una pequeña red cortan a las medusas en finas lonchas, acabando con ellas de forma rápida y práctica: a un ritmo de unos 300 kilos de medusa por hora. Sus restos sirven para alimentar a otros peces, continuando así el ciclo de la vida marina. 

La particularidad de JEROS es que en su última versión los robots son capaces de actuar de forma cooperativa colocándose en formación, rodeando los bancos de medusas y "empujándolas" de un lado a otro para que sean más fáciles de capturar. Cuando trabajan de ese modo, uno de los robots actúa como líder del grupo y el resto sigue sus órdenes manteniendo la formación que según los algoritmos programados permita acabar con los objetivos más fácilmente.

Las investigaciones con robots como los que componen el sistema JEROS son interesantes porque en el futuro podrían usarse no solo para acabar con amenazas como las de las medusas, sino para realizar otro tipo labores tales como la vigilancia, la eliminación de residuos o para evitar los efectos de vertidos de crudo en el mar. Ahora mismo, y como meros vigilantes de las costas, sus posibilidades son casi interminables.