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Fama, Hansen y Shiller, Nobel de Economía por sus estudios sobre comportamiento de mercados

  • Fama propugna la racionalidad de unos mercados eficientes
  • Hansen creó una metodología sobre fijación de precios en mercados racionales
  • Shiller alertó sobre la burbuja creada por el funcionamiento de los mercados

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Fama, Hansen y Shiller, Nobel de Economía por sus estudios sobre comportamiento de mercados

Los estadounidenses Eugene F. FamaLars Peter Hansen y Robert J. Shiller han ganado el Premio Nobel de Economía 2013, según ha anunciado este lunes la Academia Sueca de las Ciencias en Estocolmo, que ha justificado la entrega del galardón a los tres economistas estadounidenses por sus "análisis empíricos" sobre cómo se fijan los precios de las acciones y otros activos por el comportamiento de los mercados.

En el fallo del jurado se remarca que, "mientras que el precio de los  activos se ve con frecuencia como un reflejo bastante bueno de los  valores fundamentales, la historia proporciona duros ejemplos de lo  contrario con situaciones bautizadas comúnmente como burbujas o crash.  Los precios inadecuados de los activos pueden contribuir a crisis  financieras que, como ilustra la reciente recesión mundial, pueden dañar  al conjunto de la economía".

Fama nació en 1939 en Boston y es profesor emérito de la Universidad de Chicago,  y Hansen, nacido en 1952, ocupa asimismo la cátedra de Economía,  Finanzas y Estadística en  esa misma Universidad, considerada el templo del neoliberalismo, que propugna la racionalidad del comportamiento de los agentes económicos. Por su parte, Shiller, nacido en Detroit en 1946, ejerce en la Universidad de Yale.

Problemas de diseño de los mercados

"Sus metodologías se han convertido en herramientas habituales de la investigación universitaria, y sus avances proporcionan las guías tanto para el desarrollo de la teoría como para la práctica profesional de los inversores", destaca la Academia sueca de Ciencias en su fallo.

El fallo explica que, aunque no hay forma de predecir los precios de acciones y bonos en el corto plazo, es "ciertamente posible predecir el curso amplio de los precios en períodos largos de tiempo", de tres a cinco años.

La academia reconoce así los estudios de los tres economistas sobre "ingeniería económica" de  los mercados financieros y sus problemas de diseño, en los que se  proponen posibles "rediseños" mediante cálculos matemáticos.

El galardón "premia a dos profesores que han dado respuesta" a un  "problema económico central", la optimización de las asignaciones entre  oferta y demanda, ha señalado el jurado en el anuncio.

Así, concluye el fallo, "los premiados de este año han puesto las bases para el actual comportamiento del precio de los activos, que descansa en parte en fluctuaciones por el riesgo y actitudes de riesgo, y en parte por preferencias de comportamiento y fricciones en los mercados".

Fama y Hansen, creyentes en la racionalidad de los mercados

En los años 60, Fama (74 años) demostró con sus análisis que era imposible hacer previsiones a corto plazo sobre los mercados financieros y que "la información nueva se traslada muy rápidamente a los precios", lo que cambió profundamente las prácticas de analistas e inversores.

Considerado por sus discípulos como "el padre de las finanzas modernas", ha dirigido sus investigaciones a probar la hipótesis de los mercados eficientes. Su nombre ha parecido con regularidad en las listas de favoritos al Nobel.

Según el fallo del jurado, Hansen (61 años) desarrolló "un método estadístico, particularmente bien adaptado, para probar las teorías racionalistas sobre la fijación del precio de los activos" que se mueven en esos mercados y que, por tanto, están influidos por su comportamiento.

Shiller, el economista que avisó de la burbuja inmobiliaria

Por contra, los trabajos de Robert J. Shiller (67 años) caminan en dirección contraria a los de los dos anteriores. Coincide con ellos en sus estudios de los años 80, en lo que probó que era más adecuado realizar predicciones sobre el comportamiento de los mercados a largo plazo.

Sin embargo, sus estudios más relevantes apoyan las llamadas "finanzas de comportamiento", es decir, los que defienden que la racionalidad de los individuos no es sistemática, y tampoco la de los mercados.

El fallo subraya que este economista descubrió que "los precios de las acciones fluctúan mucho más que los dividendos de las empresas [a las que se adscriben esas acciones], y que el ratio precios/dividendos tiende a caer cuando éste [el dividendo] es alto y tiende a subir cuando éste es bajo", un comportamiento que se puede aplicar también a otras categorías de activos financieros.

Así, el jurado del Nobel relaciona las visiones de los tres premiados al indicar que "una corriente interpreta esos resultados [obtenidos por Shiller] en términos de respuesta de los inversores racionales a la incertidumbre de los precios. Elevados retornos futuros se ven como compensación por mantener activos de riesgo en períodos particularmente arriesgados".

A principios de los años 2000, Shiller elaboró un estudio que demostraba que el sector financiero estadounidense había alimentado una burbuja especulativa y se arriesgaba a una catástrofe, algo que ocurrió en 2007 y 2008, con el estallido de la crisis de las hipotecas basura.

El fue quien diseñó un índice de los precios del sector inmobiliario en EE.UU. (bautizado como Case-Shiller) que la agencia de calificación Standard and Poor's lo publica actualizado mensualmente.

La crisis financiera mundial desencadenada por aquella burbuja inmobiliaria ha dejado en evidencia "errores e imperfecciones en el sistema financiero, sobre las que ya trabajamos para corregirlas", ha señalado el recién galardonado en una conexión telefónica con el acto donde se ha hecho público el fallo.

"Creo que se necesitarán décadas para arreglarlo, pero hemos atravesado crisis financieras muchas veces en la Historia y, generalmente, siempre hemos aprendido algo", ha concluido en su conversación con el jurado.

El Nobel que no pidió Nobel

El Premio Nobel de Economía se estableció en 1968, bajo  el impulso del Banco de Suecia y es el único que no estableció el inventor de la nitroglicerina, Alfred Nobel, en su testamento.

Los ganadores de este premio, dotado con ocho millones de coronas suecas  (922.000 euros o 1,3 millones de dólares), siguen en la lista del Nobel  de Economía a los también estadounidenses Alvin E. Roth y Lloyd S.  Shapley, que obtuvieron el galardón en 2012.

Así, se cierra la presente edición de estos premios, que arrancó el pasado lunes con la concesión del de Medicina a los científicos estadounidenses James E. Rothman y Randy W. Schekman y al alemán Thomas C. Südhof.

El martes se anunció el Nobel de Física, que recayó en el belga François Englert y el británico Peter Higgs; y el miércoles el de Química, que se concedió al austríaco Martin Karplus, el sudafricano Michael Levitt y el israelí Arieh Warshel.

La ronda de los prestigiosos premios entró el jueves en su fase más mediática, con el anuncio del correspondiente a Literatura, que fue para la autora canadiense Alice Munro, como "maestra del relato corto contemporáneo".

El viernes se dio a conocer el de la Paz,  que reconoció los "amplios esfuerzos" de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para "eliminar" este tipo de armamento.

La entrega de estos galardones se realizará, de acuerdo a la tradición, en dos ceremonias paralelas, en Oslo para el de la Paz y en Estocolmo para los restantes, el día 10 de diciembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Alfred Nobel.