Enlaces accesibilidad

París logra combinar moda, creatividad y realidad

  • Stella McCartney mezcla códigos deportivos con estampados salvajes
  • Ungaro propone lunares y Valli se decanta por las flores
  • Givenchy imagina un choque entre África y Japón en una colección de contrastes

Por
Carrusel del desfile de Elie Saab
Carrusel del desfile de Elie Saab

La consigna en todo el planeta está clara: hay que vender para mantenerse. Elie Saab toma buena nota y presenta su colección más joven y fácil, fácil de llevar y de combinar.

El libanés propone vestidos en diferentes largos realizados con un patrón sencillo y un corte clásico pero además rebaja la intensidad de los tejidos, apostando por texturas lisas, eliminando bordados y transparencias.

Dibuja su propuesta en blancos, salmón - el nuevo nude-, verdes y mucho rojo, más que la casa Valentino. Saab intenta quizá quedarse con la clienta del italiano que añora sus diseños de costura clásica, sus encajes florales y los bordados de flor.

El libanés, por eso, mezcla esos looks juveniles con sus ya famosos vestidos de alfombra roja, con cuerpo de tirantes, falda con ligero volúmen y colores fotogénicos.

Ungaro, lunares poco flamencos

La mítica casa Ungaro está viviendo una nueva y atractiva etapa con Fausto Puglisi, uno de los nuevos gurús de la moda parisina. Para la próxima primavera propone lunares, pero con un estilo joven, rockero, novedoso.

Vemos vestidos, camisas y faldas que llevan topos de diferentes tamaños, casi siempre en negro sobre un fondo rosa, verde, azul o amarillo. Los tres colores suelen ir combinados con negro, lo que aporta un toque canalla a la colección.

La misma idea se repite en prendas de piel perforada que va texturizada con una pátina de metal. Otro de los estampados es la raya y, de nuevo, en distintas versiones de ancho y de trazo. Las vemos en solitario o mezcladas con los topos, en looks poderosamente llamativos.

Otras rayas pierden la rectitud y se ondulan formando volantes que tan pronto resbalan por una manga como se cruzan en la parte delantera de una camisa, llegan a un bolso o adornan una sandalia.

Giambattista Valli, petalos de costura

En Ungaro se curtió Giambattista Valli, uno de los más celebrados de la pasarela parisina. Temporada tras temporada borda, cose, aplica o estampa flores y siempre con un estilo nuevo, femenino y bello.

Para 2014 propone dos líneas. Una con prendas muy estructuradas, en tejidos elegantes y tonos fríos de piedras preciosas, del nácar al ónice. Todas llevan ricos bordados en colores que contrastan, bellas aplicaciones de pétalos de seda y metal, a veces sobre un estampado con el mismo motivo.

Otra línea propone vestidos de estilo minimalista, sencillos en el diseño pero con un patrón de detalles complejos. Casi todos son transparentes y llevan dibujos de rayas, círculos, plantas o manchas que ayudan a ocultar, a vestir.

Destacan los vestidos que se llevan sobre un body, realizados con falda que nace de la cintura y que se abre al caminar. Para la fiesta y la noche se insiste en los encajes sofisticados, las texturas de transparencia barroca y las aplicaciones de plumas.

Léonard, otro intento por rejuvenecer

La casa Léonard sigue apostando por una mujer sofisticada y femenina aunque para esta nueva temporada cambia los contrastes cromáticos por dos gamas muy diferenciadas. Seguimos viendo prendas con estampados de flores de tonos intensos, vivos, pero además se propone una línea de vestidos con dibujos más románticos.

El rosa es y seguirá siendo el color de moda. La casa lo utiliza para teñir detalles pero también utiliza varias tonalidades para vestidos largos. Otro de sus colores favoritos es el azul y lo vemos en un degradé que va del blanco al celeste en diseños más festivos.

Stella McCartney, olimpiadas de fieras

Femenina, urbana y deportiva. La mujer de Stella McCartney mezcla sin miedo diferentes códigos que se descontextualizan para dotar a las prendas de una fuerte personalidad, la de la diseñadora.

La colección comienza con un aire soft, tranquilo, tanto en el patrón como en los colores que son variaciones del rosa, nude o teja. Tranquilos son también los estampados de flores monocolor y los detalles deportivos, otra de las características de la propuesta.

Cazadoras, pantalones y camisas de aire masculino se maquillan de tonos amables para proyectar un aire delicadamente sensual. A medida que la colección avanza se reduje su carácter deportivo para aumentar el estilo sofisticado.

Deportiva y urbana

Vemos prendas con tacto y aspecto salvaje, inspirado en las pieles y los caparazones de los habitantes de la jungla. Algunos llevan detalles sport, como un abrigo de patrón costura con cuello de beisbolera.

La noche se viste de encajes de jardines, desde el blanco al negro pasando por el rojo o el azul marino, que conservan ese reconocible estilo de la casa.

Intensa, potente. La colección de Ricardo Tisci para Givenchy da un giro radical en la forma pero mantiene el concepto y el mix de estilos que van desde lo étnico a lo estrictamente urbano.

Givenchy, accidente cultural

Tisci imagina un choque brutal entre Japón y África que materializa en prendas de corte limpio y recto con otras de patrón desestructurado, piezas envolventes que parecen estar hechas con una sencilla tela que envuelve el cuerpo con formas drapeadas.

Con energía mezcla siluetas muy femeninas con otras marcadas por una masculinidad elegante. Se proponen vestidos escotadísimos con tejidos ricos en detalles, formados por tiras verticales, siempre en una línea relajada, tranquila y con patrones muy cómodos.

Detalles étnicos, artesanales

El esmoquin se reinterpreta variando los pantalones que vemos en estilo pijama, bermuda y otros que parecen una falda; todos en la misma línea fluida, despegada del cuerpo.

Destacan los detalles de factura artesanal, como el macramé o el encaje, en prendas y accesorios, y también el trabajo de encerado en tejidos naturales como el algodón.

La dualidad de géneros se nota también en la bandera de tejidos que incorpora gabardina, popelín, piqué y denim pero también jersey, gasa, crêpe y tafetán de seda.