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Letta y Napolitano se reúnen para tratar de evitar la caída del Gobierno en Italia

  • Analizarán qué hacer si el PDL cumple su amenaza y dimite en bloque 
  • El partido de Berlusconi presiona para que no le retiren el acta de senador
  • El próximo lunes se decide la inhabilitación de Il Cavaliere por fraude fiscal

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El primer ministro italiano, Enrico Letta, indignado por las amenazas del PDL mientras él participa en la Asamblea General de la ONU.
El primer ministro italiano, Enrico Letta, indignado por las amenazas del PDL mientras él participa en la Asamblea General de la ONU.

Suenan tambores de guerra en Italia  y el Charles Bronson de turno es un hombre desesperado que se va a dejar la piel por seguir siendo parlamentario y no cumplir el año de arresto. Desde hace 20 años, Italia baila al son que impone Silvio Berlusconi.

Este viernes se reúnen el jefe del Estado y jefe del Gobierno para analizar y ver perspectivas de salida a la situación que se puede crear si  los parlamentarios del grupo de Berlusconi cumplen su amenaza de dimitir en bloque.

Ese amago de los políticos del Pueblo de la Libertad ha provocado una reacción casi insólita del jefe del Estado emitiendo un comunicado en el que califica de “inquietante” la advertencia de dimisión en masa y rechaza cualquier calificación de golpe de Estado que se reitera desde las filas conservadoras si se llega a retirar a Berlusconi el acta de diputado.

Es más, añade, la aplicación de una sentencia firme es un dato constitutivo  que cualquier Estado de Derecho en Europa así como la no interferencia en él del jefe del Estado o del Gobierno.

Enrico Letta vuelve a Nueva York y ya tiene cita con Giorgo Napolitano para evaluar "las modalidades con  las que ir al Parlamento para pedir una explicación indispensable"  después de que los parlamentarios del PDL, que forman parte del Gobierno  de coalición, han amenazado con su dimisión el próximo 4 de octubre si  Berlusconi es expulsado de su escaño tras su condena por fraude fiscal.

Letta: "Una humillación para Italia"

Hace solo unas horas se escenificaba simultáneamente la dicotomía Italiana: en Naciones Unidas el premier hablaba de relanzar el país. Dentro de las fronteras, los parlamentarios del PDL de provocar la enésima crisis institucional.

Letta considera "una humillación para Italia" que mientras él representaba a su país ante la ONU sucedieran estas cosas "tan graves". El presidente del Gobierno, muy malhumorado, ha subrayado la necesidad de  responsabilidad de todos en un momento en el que, entre otras cosas, se  tienen que presentar los Presupuestos Generales del Estado.

Letta pide responsabilidad: Es urgente una explicación a los ciudadanos

Por ello, Letta considera"que es urgente que se dé una explicación  rápida, pero no en una sede privada sino en el Parlamento, ante todos  los ciudadanos".

Ante la pregunta sobre si estaba pensando en  someter a su Ejecutivo a un voto de confianza, para verificar la  posición del PDL, Letta ha explicado que todas las posibilidades se  analizarán este viernes con Napolitano.

Desde el PDL se continúa exigiendo que se detenga el proceso de  expulsión de Berlusconi y sus portavoces en la Cámara de Diputados y  Senado anunciaron este jueves que tienen ya en sus manos las cartas de dimisión  firmadas de la mayoría de los parlamentarios, así como de los ministros  de su formación.

El futuro de Italia

El próximo 4 de octubre, los integrantes de la  Junta para las elecciones y la inmunidad del Senado votarán si hay que  expulsar a Berlusconi como senador tras su condena definitiva y en caso  positivo después se tendrá que expresar el pleno de la Cámara Alta.

Berlusconi será expulsado en aplicación de la ley Severino votada  durante el pasado Gobierno de Mario Monti (2011-2013) que impide a los  condenados de manera definitiva sentarse en el Parlamento. EL PDL alega que es anticonstitucional el uso retroactivo de esta ley y por tanto no es aplicable al caso de Berlusconi.

La salida en bloque de los parlamentarios del PDL no supondría la caída del Gobierno, ya que la ley prevé que cualquier dimisión de senadores o diputados tenga que ser autorizada por el hemiciclo y en caso de ser aceptada el escaño pasaría a ser ocupado por un candidato que no entró en el Parlamento.

Por ello, Letta y Napolitano tendrán que decidir una modalidad con la que el PDL se tenga que expresar definitivamente sobre si apoya a este Gobierno del que forma parte o se asume la responsabilidad de hacerlo caer.

Y, por cierto, tras la reunión Napolitano-Letta debe encontrarse el Consejo de Ministros en el que se analizarán cuestiones económicas y se puede presentar una nueva normativa  para dificultar la compra de Telecom por la española Telefónica.