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El Constitucional rechaza las recusaciones contra su presidente, Pérez de los Cobos

  • Por una mayoría de nueve votos. Ha habido dos votos particulares
  • La Generalitat y el Parlament le recusaron por "falta de imparcialidad"
  • Sostienen que no es objetivo por su antigua militancia en el PP

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El Tribunal Constitucional rechaza la recusación de la Generalitat y el Parlament contra su presidente

El Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado este martes por mayoría las recusaciones que, por falta de imparcialidad objetiva, presentaron la Generalitat catalana y el Parlament contra su presidente, Francisco Pérez de los Cobos, a causa de la militancia en el PP que él mantuvo mientras era magistrado.

Los magistrados han tomado esta decisión por una mayoría de nueve votos favorables a la ponencia que ha llevado al pleno la vicepresidenta, Adela Asúa, contra la que se han pronunciado dos magistrados en sendos votos particulares, los de Luis Ignacio Ortega y Fernando Valdés, ambos nombrados a propuesta del PSOE.

El TC ha abordado en su reunión plenaria el asunto, sobre el cual ya se ocuparon la semana pasada aunque no llegaran a una resolución por falta de acuerdo sobre los argumentos para fundamentar un fallo favorable a la imparcialidad de Cobos sobre el que desde un primer momento coincidió una amplia mayoría del Constitucional.

La Generalitat sostiene que no es imparcial

El TC tiene pendiente de resolver varios litigios abiertos entre Cataluña y el Gobierno o el Grupo Parlamentario Popular. Entre ellos, se encuentra la impugnación del Ejecutivo central a la declaración soberanista aprobada en enero por el Parlament, pero también los recursos interpuestos por los parlamentarios 'populares' contra la ley catalana de educación, la norma por la que se prohibieron los toros o la ley del cine catalán.

En las recusaciones se sostiene que Pérez de los Cobos, dado que pagó cuotas de militante del PP cuando ya era magistrado del TC, no es imparcial y no debe intervenir en asuntos como el recurso contra la declaración soberanista catalana.

El Constitucional hizo pública el pasado julio su consideración de que la Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional no establecen para los magistrados de este tribunal ninguna incompatibilidad con el hecho de militar en un partido político.

Es decir, que Pérez de los Cobos puede ser magistrado y presidente del TC sin incurrir en incompatibilidades, aunque este pronunciamiento no supone necesariamente que no puedan existir posibles causas para que se inhiba por falta de imparcialidad objetiva.

Por su parte, el conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, ha avanzado que "persistirán" en sus argumentos para recusar a su presidente porque creen que son "sólidos".

Los partidos catalanes critican que se no haya aceptado la recusación

Todos los partidos políticos catalanes, excepto el PPC, han criticado este martes que el Tribunal Constitucional no haya aceptado la recusación de su presidente y han cuestionado la imparcialidad de este órgano.

Según el portavoz del grupo de CiU en el Parlament, Jordi Turull, "esto es una muestra más de la decadencia del TC". Además, ha recordado que "alguno de los padres de la Constitución ya ha dicho que hace tiempo que las resoluciones de este organismo no le merecen ningún respeto".

La portavoz del grupo de ERC, Marta Rovira, ha indicado que "es un órgano cuyos miembros están decididos por PP y PSOE", por lo que el hecho de que su presidente sea un militante del PP lo que hace es aclarar por qué casi todas las sentencias son favorables a los criterios de los partidos estatales".

Maurici Lucena, portavoz parlamentario del PSC, se ha mostrado muy contundente y ha pedido su dimisión. También, ha señalado que "cada día que pasa con un TC presidido por este señor es una mala noticia para el propio tribunal".

Desde ICV-EUiA, Dolors Camats ha dicho que le sorprende "que se haya rechazado la recusación teniendo en cuenta los precedentes del propio tribunal", puesto que "el exmagistrado Pablo Pérez Tremps fue recusado para participar en las deliberaciones sobre la sentencia del Estatut por haber elaborado un simple informe académico antes de que llegaran los recursos".

Para el portavoz del grupo de Ciutadans (C's), Jordi Cañas, la recusación "es un debate político y no jurídico" en el que "no beneficia para nada que los magistrados militen en partidos políticos, puesto que el TC debería quedar fuera del debate político".

Desde la CUP, el diputado Quim Arrufat ha indicado que, aunque en teoría política se enseña que en un Estado democrático debe haber separación de poderes, esto es algo que en España no existe ni ha existido, puesto que "el TC siempre ha sido una instancia altamente politizada".

Otegi también ha recusado a Pérez de los Cobos

El exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y el ex secretario general del LAB Rafael Díez también han recusado a Pérez de los Cobos al entender que su afiliación en la formación conservadora puede contaminar la sentencia pendiente sobre el 'caso Bateragune'. Sin embargo, el Constitucional no resolverá sobre esta recusación esta semana, según las fuentes consultadas.

Ambos presentaron un recurso de amparo contra la resolución del Tribunal Supremo que les condenaba a seis años y medio de cárcel por un delito de pertenencia a organización terrorista cometido al intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna a través del proyecto denominado 'Bateragune'.

Otras instituciones como el Gobierno andaluz o el Principado de Asturias, en manos de los socialistas, también anunciaron su intención de recusar al actual presidente del tribunal de garantías, aunque todavía no han llegado al órgano judicial.

Pérez de los Cobos aseguró el pasado viernes que no tiene "duda" de que seguirá en el cargo y añadió que la institución que él dirige resolverá los recursos presentados contra la reforma laboral basándose en criterios "estrictamente jurídico-constitucionales", desde "la premisa" de que la Constitución Española es "es un marco de coincidencia suficientemente amplio en el que caben opciones políticas de muy diverso signo" y desde "el imperativo categórico" de "respecto esencial" al contenido de los derechos fundamentales.