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La ONCE, abanderada de la integración social y laboral de las personas con ceguera

  • Da empleo a más de 20.000 personas e impulsa múltiples proyectos solidarios
  • Los ingresos del popular 'cupón de la ONCE' se destinan a fines sociales
  • La organización es Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2013

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La integración social y laboral de las personas con ceguera y discapacidad es el leit motiv que impulsa desde su origen el trabajo de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles).

Una corporación que cuenta con la protección de la Administración Pública a través de varios ministerios y tiene una antiguedad de 75 años.

La organización, que este miércoles ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2013, ha hecho de la solidaridad y la cooperación su bandera extendiendo su labor a través de múltiples proyectos que pretenden mejorar la calidad de vida de estas personas.

La Fundación ONCE (1988), con carácter jurídico propio y que vertebra a la entidad como empresa, ha generado en casi tres décadas más de 80.000 puestos de trabajo y es el principal empleador para personas con discapacidad en España.

Asimismo, proporciona prestaciones sociales a afectados por minusvalías con programas que impulsan la autonomía en la vida cotidiana y la eliminación de barreras que afectan a la movilidad; en la actualidad representa a más de tres millones de discapacitados españoles.

La ONCE inició su andadura en 1938 fruto de la unificación de las diferentes asociaciones para ciegos que existían en ese momento, como el Sindicat de Cesc de Cataluña o la Hispalense de Sevilla cuyo juego de lotería inspiró el posterior 'Cupón Pro-Ciegos', más conocido popularmente como 'cupón de la ONCE'.

La venta de cupones está amparada por el Estado, es la principal fuente de ingresos de la organización cuyos ganancias van destinadas a fines sociales, y da trabajo a más de 23.000 asociados.

El famoso cupón de la ONCE

El primer sorteo del emblemático 'cupón de la ONCE' fue en Madrid en 1939 pero no sería hasta la década de los ochenta cuando esta lotería alcanzaría sus despegue definitivo.

Uno de sus hitos se produjo en 1984 cuando salió a la calle el nuevo cupón bajo el lema "La ilusión de todos los días" que modificaba un funcionamiento de más de cuarenta años, pasando de la venta provincial a venderse los mismos billetes para toda España y aumentándose la cuantía de los premios.

El último gran acuerdo entre el Gobierno y la ONCE se firmó el 3 de febrero de 2004 con el objetivo de asegurar la estabilidad institucional y financiera de la entidad asociativa durante un periodo de ocho años. La organización consiguió tener su propia lotería activa, muy similar al sistema de la Primitiva.

Otros proyectos

La amplia actividad social de la ONCE se enmarca, entre otras áreas, en la educación de menores ciegos, deficientes visuales o con problemas de sordoceguera.  Más de 8.000 niños y jóvenes se benefician de sus ayudas profesionales y educativas.

La corporación también desarrolla una creciente labor internacional, sobre todo a través de la Fundación ONCE para la Solidaridad con las Personas Ciegas de América Latina (FOAL), creada en 1998 como impulso del Fondo de Cooperación con Iberoamérica existente desde los años 80.

Así, actúa en 19 países de América con acciones en los ámbitos educativo beneficiando a más de 121.000 escolares ciegos.

La organización asociativa es miembro e impulsora de la Unión Europea de Ciegos, la Unión Mundial de Ciegos, el Consejo Internacional para la Educación de Personas Ciegas, forma parte del Foro Europeo de la Discapacidad, trabaja con el Comité de Expertos de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y, desde 2000, actúa a nivel europeo persiguiendo el objetivo de que las directivas comunitarias tengan en cuenta a las personas discapacitadas.