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El espionaje por parte de EE.UU. a Rousseff y a Peña Nieto desencadena una protesta diplomática

  • Lo ha revelado el canal de televisión Globo
  • Brasil ha convocado al embajador de EE.UU. para pedirle explicaciones
  • México ha pedido a EE.UU. una "investigación exhaustiva" 

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Brasil protesta por el espionaje de EE.UU. y México exige una investigación

La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, NSA, espió directamente a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff y al de México, Enrique Peña Nieto, según reveló el pasado domingo el canal de televisión Globo.

El Gobierno brasileño, que ha reaccionado con indignación frente a la denuncia del espionaje de los teléfonos y correos electrónicos de la presidenta Dilma Rousseff, ha pedido explicaciones "rápidas" y "por escrito" a Estados Unidos, pero no ha aclarado qué respuesta concreta dará a lo que ha calificado de "violación inaceptable de la soberanía".

El  canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, ha explicado en una rueda de  prensa que planteó esa exigencia al embajador de EEUU en Brasil, Thomas Shannon, a quien  ha convocado este lunes, tras ser informados sobre el supuesto espionaje a  Rousseff. Shannon ya había sido llamado para aclarar unas denuncias similares conocidas hace más de un mes.

Figueiredo ha asegurado que transmitió "la indignación del Gobierno brasileño con  estos hechos" y manifestó que la "violación de las comunicaciones de la  presidenta es inadmisible, inaceptable, y constituye una violación de la  soberanía brasileña".

El Gobierno de México pide una "investigación exhaustiva"

Por su parte, el Gobierno de México ha pedido una "investigación exhaustiva" que determine las responsabilidades correspondientes. La Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), indicó en un comunicado que ha citado al embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, para expresar su "enérgico extrañamiento". 

La institución ha indicado haber tomado nota de "las versiones que diversos medios de comunicación internacionales han publicado en relación con un supuesto espionaje sobre ciudadanos mexicanos dentro de programas de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos".

"Sin prejuzgar sobre la veracidad de la información presentada en dichos medios de comunicación, el Gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del Derecho Internacional".

Este tipo de prácticas, ha añadido, "es contrario a la Carta de las Naciones Unidas y a la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia".

En consecuencia, el Gobierno mexicano ha solicitado una investigación y ha citado al embajador Wayne, según ha puntualizado la dependencia.

En el caso de Peña Nieto, el espionaje electrónico se hizo en la época en la que era candidato a la presidencia, lo que permitió a la NSA saber los nombres de algunos ministros con anterioridad a su nombramiento oficial.

Estos documentos fueron entregados por el extécnico de la CIA Edward Snowden al periodista Glenn Greenwald, del diario británico The Guardian. Greenwald reside en Río de Janeiro y su pareja, el brasileño David Miranda, fue retenido en Londres por la policía británica hace quince días, lo que generó un incidente entre Brasil y el Reino Unido.

Según el reportaje de Globo, los sistemas utilizados por la NSA le permitieron a los servicios de inteligencia de Estados Unidos conocer el contenido de conversaciones telefónicas y correos electrónicos entre Rousseff y decenas de asesores.

Por su parte, en el caso de Brasil, no han revelado el contenido de la información a la que se tuvo acceso.

Brasil pedirá "nuevas explicaciones" a Estados Unidos

La mandataria brasileña fue informada sobre esta nueva denuncia y convocó a una reunión de emergencia a su ministro de Justicia, José Eduardo Cardoso, quien ha asegurado que Brasil pedirá "nuevas explicaciones" a Estados Unidos por lo que calificó de "inaceptable violación de la soberanía".

Brasil y Estados Unidos han acordado iniciar un "diálogo bilateral" sobre asuntos de espionaje,  que ha llevado a Cardoso a Washington para conocer el alcance de la actuación de los servicios estadounidenses en su país.

Cardoso ha asegurado que las explicaciones aún no son "suficientes", después de reunirse con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, con la asesora de asuntos contra terrorismo, Lisa Mónaco, y con el jefe del Departamento de Justicia, Eric Holder.

En la misma rueda de prensa, Cardoso también ha afirmado que el espionaje es "mucho más inaceptable" porque la víctima ha sido la jefa de Estado, pero también porque es realizado por un "país amigo". Recordó que Brasil y Estados Unidos tienen incluso una "sociedad estratégica", y ha lamentado que no exista "confianza" entre dos países que son "socios" y "aliados".

Por último ha reiterado que Brasil insistirá en llevar ese asunto a "todos los foros internacionales" y propondrá "normas globales para garantizar la privacidad" de los ciudadanos, las empresas y más aún las autoridades.

El caso ha sido denunciado ante las Naciones Unidas

Las denuncias de Snowden sobre espionaje global causaron un enorme malestar en Brasil y una fuerte reacción del Gobierno de Rousseff, que, junto con sus socios del Mercosur, denunció el caso ante las Naciones Unidas. Esas denuncias centraron también la visita que hizo a Brasil el pasado 13 de agosto el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.

El jefe de la diplomacia estadounidense recibió una fuerte queja de Brasil por la "interceptación electrónica", que, según dijo el ahora excanciller brasileño Antonio Patriota, es una "práctica que debe terminar".

Además, el Gobierno brasileño ha asegurado que ese espionaje "puede atentar contra la soberanía, contra los derechos individuales e incluso contra los derechos humanos".

Por su parte, Kerry ha señalado que "entendía" las quejas y afirmó que las actividades de los servicios de inteligencia estadounidenses son "legales" y además "necesarias" para garantizar la seguridad global.