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La larga travesía del 'Assange boliviano' termina en Brasil

  • Tras 454 días encerrado en la embajada brasileña Roger Pinto ya está en Brasil
  • El traslado se produjo en un coche oficial de la embajada escoltado por militares
  • La salida de Pinto ha provocado la dimisión del ministro de Exteriores brasileño
  • Lee la carta que Pinto ha dirigido a Evo Morales desde Brasil

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El senador boliviano Roger Pinto saluda con un gesto desde la entrada principal de la residencia del abogado Fernando Tiburcio en Brasilia.
El senador boliviano Roger Pinto saluda con un gesto desde la entrada principal de la residencia del abogado Fernando Tiburcio en Brasilia.

Bolivia y Brasil se han enzarzado en un conflicto diplomático con tintes de thriller político. El protagonista es el destacado opositor boliviano Roger Pinto y su "fuga" el pasado viernes de la embajada de Brasil en La Paz, donde se encontraba como asilado político desde hace cerca de 15 meses tras ser acusado por el Gobierno de su país de corrupción y participación en la masacre de Porvenir, en septiembre de 2008.

"Estoy en Brasil, he recuperado una libertad que me fue injustamente arrebatada hacen 454 días", así comienza la carta que el senador boliviano en el exilio, envió a Morales el pasado domingo. Un documento en el que reconoce que debe su libertad a Brasil y a la presidenta Dilma Roussef que, "generosamente", le concedió el asilo que solicitó y al embajador Marcel Biato que le protegió y brindó "seguridad y abrigo".

La "libertad" de Pinto le ha costado el puesto al ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota, y augura una futura "guerra política" entre los despachos de Brasilia y La Paz. El canciller se ha visto obligado a presentar su dimisión, después de que diplomáticos y militares brasileños ayudarán al senador boliviano en su huida.

Entendí que el tiempo había llegado

"Cuando me fue consultada la decisión de salir de Bolivia por las autoridades del Brasil, entendí que el tiempo había llegado", explica Pinto en su carta. "Era un operativo difícil y arriesgado pero que serviría para cerrar este proceso con una demostración clara y transparente de que aun el más absoluto de los poderes, tiene límites y que la razón y los derechos universales del hombre deben ser respetados", proclama el opositor desde Brasil. "Mi salida le prueba a Evo Morales, que el bien finalmente se impone, y que no hay en la tierra poder mas abyecto que el que usa los votos que un país generosamente le ha concedido, para humillar, perseguir y matar a quienes piensan distinto", sentencia.

454 días en una embajada

La historia de película del 'Assange boliviano' comenzó cuando el opositor pidió asilo en en la embajada brasileña en La Paz el 28 de mayo de 2012. Al presentarse en la embajada, Pinto alegó que era víctima de una "persecución" del Gobierno boliviano.

La respuesta de Brasilia no se hizo esperar y diez días después de su llegada recibió de Brasil el estatus de asilado político. Sin embargo, La Paz nunca emitió el salvoconducto que Pinto necesitaba para abandonar su país porque, según el Gobierno de Evo Morales, este no podía ser aprobado debido a que el senador debe responder a diversos procesos ante la justicia, la mayoría por corrupción, e incluso ha sido condenado en uno de ellos a un año de cárcel.

Pero en abril de este año Patriota admitió que su despacho habia comenzado a realiza gestiones "confidenciales" en torno al caso de Pinto, un proceso que aparentemente se fue enfriando, pero en el que Bolivia tuvo que negar hace unos meses haber presionado a Brasil para el supuesto cambio del embajador Biato, que había concedido asilo a Pinto.

De La Paz a Brasilia

Sin embargo, todo se aceleró el pasado viernes, al cumplir 454 días en la embajada de Brasil, con la complicidad de diplomáticos brasileños, Pinto fue trasladado en un vehículo oficial de la embajada con escolta de militares brasileños hasta la ciudad fronteriza de Corumbá.

Tras 22 horas de viaje, el senador fue recibido por agentes de la Policía Federal em Corumbá y viajó luego hacia Brasilia en un avión privado fletado por el senador Ricardo Ferraço, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, quien ha admitido que había intercedido ante el personal diplomático en La Paz para que colaborase con su salida.

A Evo Morales lo perdono

Una vez en Brasilia, Pinto se sentó frente al escritorio para redactar una carta en la que exalta su patriotismo perse a estar en el exilio y perdona al presidente de su país. "Al presidente de Bolivia Evo Morales Ayma, con el corazón en la mano le digo que lo perdono, por todo el daño que me ocasiono a mí y mi familia. Pero que mi corazón y mi conciencia seguirá rebelándose y luchando contra el obscuro poder al que representa. Que el odio no acaba con la discriminación, y que la justicia que le fue históricamente negada a nuestros pueblos indígenas, no se repara con abusos, persecuciones y sangre de nuestros propios hermanos", escribe.

"Estoy físicamente fuera de la tierra en que nací y en la que quiero morir. Pero mi corazón esta para siempre fundido con la pasión de ser boliviano, y luchar por la dignidad de todos", continúa. "Seguiré siendo un militante en contra del narcotráfico que envilece mi Bolivia, que mata y destruye nuestros valores. Contra la corrupción, el abuso de poder y la humillación de los bolivianos que piensan distinto a Usted", declara.

Conflicto diplomático con Bolivia

Al conocerse el escándalo diplomático, el ministro de Exteriores brasileó presentó su dimisión y, según ha confirmado este martes el portavoz de la presidencia, Thomas Traumann, el puesto será asumido por Luiz Alberto Figueiredo, actual embajador ante la ONU.

En una nota oficial, la Presidencia ha informado de que Dilma Rousseff ha designado a Patriota para ocupar la vacante que deja Figueiredo en la ONU y que "agradece la dedicación" que mostró durante los más de dos años que permaneció como canciller, cargo que asumió el 1 de enero de 2011, cuando Rousseff llegó al poder.

Según fuentes oficiales, Patriota le ha comunicado su decisión a la presidenta durante una reunión mantenida este martes, que duró cerca de 50 minutos y en la que fue analizada la situación generada con Bolivia , quien llegó a Brasil este fin de semana con la complicidad de diplomáticos y parlamentarios brasileños.

Bolivia exige explicaciones a Brasil

En su defensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo que sólo supo de la salida de Pinto el pasado sábado y que ha decidido investigar el asunto. "Se tomarán las medidas administrativas y disciplinarias" que correspondan, ha sentenciado. Una declaración que parece admitir que hubo alguna irregularidad en la salida de Pinto.

Además, el ministerio ha convocado a consultas al encargado de negocios en La Paz, Eduardo Saboia que ha reconocido que facilitó la huida del senador por razones humanitarias. "Tomé la decisión porque había un riesgo inminente para su vida y una amenaza a la dignidad de una persona", ha declarado a periodistas el diplomático.

Protegí a un perseguido político como la presidenta

"Opté por la vida. Opté por proteger a una persona, a un perseguido político, como la presidenta Dilma (Rousseff) fue perseguida" durante la dictadura, ha agregado Saboia.

Ante estos acontecimiento, el Gobierno boliviano ha exigido "explicaciones" a Brasil por la "fuga" del senador, a quien ha calificado de "prófugo", lo que, más que cerrar este viaje, abre un nuevo capítulo que esta vez se jugará en los despachos.