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Un maquinista de la ruta del tren accidentado asegura que no hay avisos para bajar la velocidad

  • Ha señalado que el accidente tuvo que deberse a "varias circunstancias"
  • Explican que el tramo requiere un cambio "brusco" de velocidad

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Manuel Mata, un maquinista que realiza la misma ruta del convoy siniestrado en Santiago, ha explicado en una rueda de prensa este viernes que en el tramo del accidente no existe ninguna señal que te indique que tengas que reducir la velocidad. Ha asegurado que "de 200 kilómetros por hora a 80 son 120 kilómetros de diferencia".

En su opinión, cree que "es un descenso muy brusco para que no esté señalizado de alguna forma que te obligue a bajar la velocidad".

Varios compañeros del maquinista del tren accidentado, han asegurado que el tramo en el que se produjo el accidente requiere un cambio "brusco" de velocidad,  de 200 a 80 kilómetros por hora, y no hay ningún sistema que obligue ni alerte del mismo.

Además, ha explicado que el tren viene circulando por un tramo de 200 kilómetros por hora con el "moderno" sistema ERTMS, que controla la circulación, capaz de conducir y frenar automáticamente y pasa a hacerlo por otro de 80 kilómetros por hora controlado por ASFA, un sistema para vías convencionales que sólo señaliza.

Si la señal está en verde, como en el caso del tren siniestrado,  "no tienes que actuar", ha explicado Mata. Ha añadido que aunque el convoy circule con exceso de velocidad el sistema no ejecutará la parada de emergencia si no se superan los 200 kilómetros por hora.

"Cuatro kilómetros antes ya tiene notificación de que tiene q reducir"

El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, ha asegurado en una entrevista a EFE, que "cuatro kilómetros antes del lugar donde se produce el accidente ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad,  porque a la salida del túnel tiene que ir a 80 por hora".

No obstante, no existe ningún mecanismo que obligue al maquinista a frenar, ha precisado Mata, quien ha comparecido esta tarde junto a los miembros del sindicato de maquinistas (Semaf), Luis A. García y José Naveira.

Es el maquinista quien para operar en la ruta tiene que haber pasado un examen práctico sobre la misma, el que decide cuando debe comenzar a frenar en función del tipo de vehículo, carga y otros condicionantes, sin que exista ningún sistema de alerta u obligación.

"Sabes donde está ese punto y donde tienes que frenar", ha subrayado Mata, para quien la explicación de lo ocurrido sólo podrá extraerse una vez se conozcan los datos de las cajas negras del tren.

El accidente se debió a la suma de "varias circunstancias"

El accidente, ha precisado García Sixto, se tuvo que deber a una suma de "varias circunstancias" aunque, en opinión de Mata, lo ocurrido "no ha dependido todo de Francisco".

Mata ha reconocido que la complejidad y dificultad de este tramo ha sido comentada en los "foros" de maquinistas, pero ha reconocido que la seguridad se ajusta "a la norma técnica". "No podemos denunciar algo que cumple con la norma técnica", ha afirmado.

Los maquinistas han insistido en que sería conveniente contar con otra "serie de medidas" de seguridad complementarias: nuevas señalizaciones, que el tren no sea recibido en vía verde, lo que obligaría a reducir la velocidad, o el sistema ERTMS."Ojalá que todas las líneas tuviesen ERTMS", ha señalado García Sixto.

El responsable sindical ha insistido en que el transporte por ferrocarril, aún con el sistema ASFA, es "seguro", lo que denota sus bajas cifras de siniestralidad.

García Sixto ha reconocido haber hablado con Francisco José Garzón, hospitalizado en Santiago con contusiones y tres costillas rotas y quien se ha negado a declarar esta tarde ante la Policía. Ha reconocido que "anímicamente no está muy bien".