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El papa da tres claves a los jóvenes en su primera homilía en Brasil: "Esperanza, Dios y alegría"

  • Es el tercer papa que visita el santuario de la Virgen de Aparecida
  • Después ha visitado un hospital para drogadictos en Río de Janeiro
  • Allí, condena la "dependencia química" y los falsos ídolos como dinero o poder
  • "Que no nos roben la  esperanza y todos seamos portadores de esperanza"

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Una multitud recibe al papa bajo la lluvia en el Santuario de Aparecida de Brasil

"Quiero transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno. Para ello, quisiera señalar tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría". Palabras del papa Francisco en su primera homilía en Brasil celebrada en el santuario de la Virgen de Aparecida.

Refiriéndose a la juventud, asegura que no solo necesita cosas, sino también se le propongan valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, su memoria.  “Tengamos una visión positiva de la realidad.  Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad”, afirma el papa.

"Hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud, y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano", han sido las primeras palabras de la homilía.

El papa se ha referido también a la V Conferencia General del Episcopado de América Latina, celebrado en este lugar y donde nació el denominado  Documento de Aparecida. Tres papas han visitado esta santuario, Juan Pablo II, el papa emérito, Benedicto XVI y ahora Francisco.

El Papa ha veneerado la imagen orando y colocando a sus pies un ramo de  flores. Jorge Mario Bergoglio estuvo en este lugar hace 6 años con motivo de la V Conferencia General de los Obispos Latinoamericanos y del Caribe. Ahora se ha convertido en el primer destino del papa Francisco, el pontífice de los desfavorecidos.

Visita a un hospital de atención a toxicómanos

Tras la primera misa celebra en Aparecida, por la tarde, el Santo Padre  ha visitado el Hospital São Francisco de Assis na Providência de Deus,  un centro que inaugura, a finales de mes, una sección dedicada a la  atención de tóxicodependientes.

Allí ha indicado que el consumo  de drogas no es una liberación. "¡Cuántos 'mercaderes de muerte' que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa!. La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad", afirmó.

"No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química, es preciso afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro.

Que no nos roben la  esperanza y todos seamos portadores de esperanza

Es preciso afrontar los problemas  que están en la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando  a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a  los necesitados y dando esperanza en el futuro. "Que no nos roben la  esperanza y todos seamos portadores de esperanza", afirma el papa  argentino

El papa alienta en la lucha que él llama contra” la  dependencia química”. El local visitado por el sucesor de Pedro es poco  menos que un grano de arena en el desierto ya que, inicialmente,  contará con 40 camas para afectados de drogadicción, sobre todo  dependientes del crack. En Río existen casi 600.000 toxico dependientes.

El papa Francisco se ha referido al momento en que Cristo abrazó a un  leproso parangonándolo con la labor de un instalación como ésta.  Conmovido, ha escuchado el testimonio de algunos exdrogadictos y se ha  fundido en un abrazo con ellos. Todos hemos de aprender a abrazar a los  necesitados, como San Francisco, aunque abrazar no siempre sea  suficiente.

Huir de los falsos ídolos hacia "un futuro cierto"

Tanto por la mañana como por la tarde, Bergoglio ha repetido  la reflexión de su predecesor Ratzinger sobre la necesidad de huir de los falsos  ídolos como el dinero y el poder. Frente a ellos opone la alegría de  poder servir a los demás.

La lluvia que no ha dejado de caer en  todo el miércoles ha aconsejado que el papa llegara al centro  hospitalario a bordo del utilitario gris del primer día en lugar del  jeep descubierto.

En su discurso, mencionando un pasaje de su  primera encíclica Lumen Fidei, el papa advierte de que la travesía es  larga y fatigosa, pero hay que mirar adelante porque existe "un futuro  cierto, que se sitúa en una perspectiva diversa de las propuestas  ilusorias de los ídolos del mundo, pero que da un impulso y una fuerza  nueva para vivir cada día".

El viaje del Santo Padre a la Jornada  Mundial de la Juventud, en Brasil, tiene un marcado tono de atención a  los más necesitados, considerando que el papa ha decidido encontrar a  jóvenes detenidos y a enfermos.

En el hospital que lleva el  nombre del papa, Francisco también ha recordado la labor de los  familiares de los drogodependientes , recordándoles que nunca estarán  solos. La Iglesia no es ajena a sus fatigas y los acompañará siempre.