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Bruselas autoriza la adquisición de Caja España-Duero por parte de Unicaja

  • Considera que la operación es compatible con las normas comunitarias
  • La Comisión Europea cree que se garantiza la viabilidad de CEISS a largo plazo

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La Comisión Europea ha confirmado este martes que la adquisición de Banco CEISS -fruto de la fusión de Caja España y Caja Duero- por parte de Unicaja es compatible con la normativa comunitaria y ha considerado que esta operación "garantiza su viabilidad a largo plazo".

Según un comunicado (ver documento en .pdf), "la modificación del plan de reestructuración de Banco CEISS, que hace posible su adquisición por Unicaja Banco, es compatible con las normas [europeas] sobre ayudas estatales".

"La oferta vinculante de adquisición de Banco CEISS por parte de Unicaja supone una buena noticia, ya que dicha adquisición garantizará la viabilidad a largo plazo de Banco CEISS, lo que constituye un objetivo fundamental de nuestra política de control de las ayudas estatales", ha afirmado el vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia.

Bruselas indica que el plan de reestructuración de CEISS aprobado en diciembre por Bruselas "no sufrirá prácticamente modificaciones", más allá de las necesarias para reflejar la integración de la entidad en Unicaja.

Limitado a créditos a pymes y a operaciones en Castilla y León y Cáceres

CEISS centrará su actividad en la concesión de préstamos al sector minorista y a las pymes en sus principales áreas de implantación, es decir, en Castilla y León y la provincia de Cáceres, tal y como marcaba el plan de reestructuración anterior.

Por contra, CEISS dejará de conceder préstamos a los promotores inmobiliarios y limitará su presencia en el sector mayorista, unas limitaciones que contribuirán a "reforzar sus situaciones de capital y liquidez, y reducirán su dependencia de la financiación mayorista y de Banco Central", según la Comisión Europea.

El Ejecutivo comunitario recordó también que CEISS ya ha transferido sus activos inmobiliarios problemáticos a la sociedad de gestión de activos (Sareb), el conocido como banco malo.

Además, CEISS deberá mejorar su estructura de costes en las mismas condiciones que las aprobadas en diciembre de 2012, de manera que en 2017, a más tardar, haya reducido su balance en un 30% en comparación con 2010.

La modificación del plan de reestructuración ahora aprobada establece que la aportación de capital público -604 millones de euros- se hará bajo la forma de obligaciones contingentes convertibles, las llamadas cocos, en lugar de como acciones ordinarias.

Sin embargo, "en caso de que los propietarios de Banco CEISS no acepten la oferta de Unicaja, las obligaciones contingentes convertibles se transformarán en acciones ordinarias", explica Bruselas.

Devolución de ayudas públicas en cinco años

La Comisión recuerda que España espera que el banco reembolse estas obligaciones en un máximo de cinco años y que se han establecido "una serie de incentivos" para ello.

El nuevo plan de reestructuración obliga a los actuales accionistas a asumir "cuantiosas pérdidas que, en la práctica, eliminarán su participación en el banco". Además, la mayor parte del capital híbrido -participaciones preferentes y deuda subordinada- se convertirá en acciones "tras un importante recorte de su valor", manteniendo lo establecido en el anterior plan.

El pasado 10 de mayo, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aprobó que Unicaja pueda hacerse con el Banco CEISS, fruto de la fusión de Caja España y Caja Duero, sin necesidad de desembolsar ni un solo euro. De este modo, CEISS podrá integrarse en Unicaja con un mero canje de instrumentos de capital entre ambas entidades.

Esto supone que el Estado, como accionista principal de CEISS en estos momentos, es el primero en asumir pérdidas y admita que no recuperará los 525 millones de euros que prestó al grupo castellanoleonés para su creación.

De esa forma, el Estado español podrría mantener un porcentaje mínimo del Banco CEISS -que estaría controlado por Unicaja-, por ejemplo, si cambia sus bonos convertibles por acciones del grupo malagueño.