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Una fuga de refrigerante en la EEI puede llevar a realizar un paseo espacial no previsto

  • No supone ningún peligro inmediato ni para tripulantes ni para la nave
  • Sistemas redundantes aseguran que aunque no se pueda reparar todo siga funcionando
  • Ocurre en un momento un tanto complicado por el cambio de tripulantes previsto en pocos días

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Uno de los radiadores en primer plano
Uno de los radiadores en primer plano; el punto en el que se une a la estructura de la Estación es el que contiene el módulo que se cree que puede haber fallado.

Unas partículas blancas detectadas por los tripulantes de la Estación Espacial Internacional flotando junto a su nave han resultado ser producto de una fuga de amoníaco en uno de los circuitos de refrigeración de esta.

La situación, aún no suponiendo ningún peligro inmediato para ellos ni para la Estación, es sin embargo lo suficientemente seria como para que los responsables de la misión hayan decidido prepararlo todo para un paseo espacial que podría tener lugar mañana sábado.

Este correría a cargo de Chris Cassidy y Tom Marshburn y su objetivo sería inspeccionar de cerca el área en la que la fuga en cuestión parece tener su origen, algo para lo que sería de enorme ayuda que aún quedara algo de amoníaco en el circuito que les permita verla. De ser posible también intentarán repararla, aunque esto parece dudoso, al menos en este primer paseo espacial.

Se trata de un tipo de actuación que si bien no está programada sí es una para la que los astronautas se entrenan por si acaso, así que están preparados para ello, además de que Cassidy y Marshburn ya han trabajado en el pasado en esa zona de a Estación.

Paneles solares y radiadores

El cuerpo principal de la Estación Espacial Internacional cuenta con ocho paneles solares para generar electricidad para los sistemas de a bordo, y cada uno de ellos cuenta con un sistema de refrigeración para mantener la electrónica asociada a una temperatura adecuada para su funcionamiento.

Estos sistemas, que son además independientes de los que refrigeran los equipos del interior de la Estación, incluyendo los de soporte vital, usan amoníaco refrigerado para cumplir su función, e igual que sucede en un coche si baja demasiado el nivel de líquido refrigerante, en la Estación habría que apagar el panel solar afectado para evitar que se estropearan los componentes en cuestión.

De hecho la Estación cuenta con un sistema automático de monitorización de niveles de refrigerante que se habría encargado de apagarlo automáticamente aún en el caso de que nadie hubiera reparado en la fuga, aunque en esta ocasión se ha hecho manualmente desde el control de la misión.

Esto, en cualquier caso, no afecta el funcionamiento de la Estación, pues los ocho paneles producen más energía de la necesaria, y solo ha sido necesario reconfigurar los circuitos de distribución interna de electricidad para suplir el panel apagado, que pertenece al canal 2B, pasándolos en este caso a usar la electricidad producida por el canal 2A.

Años de problemas

Pero de todos modos en el espacio siempre es mejor contar con todas las redundancias que se pueda, de ahí que se esté planeando su reparación a la mayor brevedad posible.

El circuito de refrigeración del canal 2B lleva ya tiempo dando problemas y de hecho se sabe desde 2006 que tiene una fuga, aunque como era relativamente pequeña, del orden de 0,7 kilos al año, se iba arreglando rellenando periódicamente el depósito de amoníaco asociado, que tiene una capacidad de 25 kilos.

La fuga en el radiador se conoce desde 2006 

Pero esa fuga fue aumentando a partir de 2012, por lo que se intentó reparar mediante un paseo espacial en noviembre de 2012 en el que se instaló uno de los radiadores de reserva, por si el que estaba en uso hubiera sido perforado por un micrometeorito o similar, aunque la reparación no resultó efectiva.

No está claro tampoco que la fuga detectada ahora esté relacionada con esta otra fuga o si viene de un lugar nuevo.

Los responsables de la misión, vistas las fotos tomadas por los astronautas y las imágenes obtenidas por algunas de las cámaras externas de la Estación creen que puede tener su origen en en un componente denominado Pump Flow Control Subassembly, Subsistema de Control de Flujo de Bombas, componente que podría ser reemplazado en un paseo espacial o dos sin mayores problemas, ya que hay tres de repuesto a bordo de la Estación.

Planificación de la reparación

Lo que no está claro es cuándo podrían llevarse a cabo el o los paseos espaciales necesarios para llevar a cabo esa sustitución, en especial teniendo en cuenta que la vuelta a Tierra de Roman Romanenko, Chris Hadfield y Tom Marshburn estaba prevista para este próximo lunes.

En esta situación lo más probable es que los responsables de la misión opten por dejar la Estación en una configuración segura para funcionar con siete canales de producción de electricidad y que esperen a que estén a bordo Fyodor Yurchikhin, Karen L. Nyberg, y Luca Parmitano, quienes tienen previsto su lanzamiento rumbo a la ISS a bordo de la Soyuz TMA-09M el próximo 28 de mayo, aunque también podrían optar por retrasar la vuelta a casa de Romanenko, Hadfield y Marshburn para poder llevar a cabo esa reparación lo antes posible.