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Moliner deja "bien claro" que no justifica la "violencia" que pueda "acompañar" los escraches

  • El presidente del Supremo y el CGPJ envía una nota sobre sus declaraciones
  • Dijo que si no se desarrollaban con violencia eran "libertad de manifestación"

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El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, ha mandado este jueves una nota para "dejar bien claro" que "en ningún caso" justifica la "violencia o la intimidación que pueda acompañar" a los escraches.

Moliner ha salido así al paso "de las opiniones recogidas en la prensa oral y escrita acerca de su posición" sobre esta forma de protesta frente a la casa de los políticos puesta en marcha por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en las últimas semanas.

El presidente del Supremo aseguró este miércoles en la Cadena Ser lo que comparten muchos juristas: que no se puede decir a priori si un escrache es o no ilegal. Moliner recordó que el derecho de manifestación está recogido en la Constitución y que si un escrache se desarrolla sin violencia "es una manifestación de la libertad de expresión".

Moliner no justificó en ningún momento la violencia, pero algunos medios aseguraban en sus ediciones de este jueves que el presidente del Supremo y del CGPJ legitimaba la coacción ante los domicilios de los políticos.

En este sentido ha señalado en la nota que, "con independencia de las palabras que haya podido utilizar en sus sucesivas entrevistas o de los conclusiones que se hayan sacado de las mismas", en ningún caso justifica la violencia "que pueda acompañar a los indicados actos de manifestación".

Moliner dijo en la Ser que "los escraches, en tanto en cuanto no sean violentos, y como no lo  son, son un ejemplo de la libertad de manifestación" y añadió que  "en tanto en cuanto ofendan o atenten contra la intimidad de las  personas u otros derechos fundamentales, me parecen rechazables", ha  añadido.

Antes de que el presidente del CGPJ enviara la nota, la portavoz de este órgano, Gabriela Bravo, ya había matizado que Moliner "no dijo únicamente que eran una  manifestación de la libertad de expresión" sino que hizo una "matización muy importante" y es que "cuando esta libertad de expresión supone una  vulneración del derecho a la intimidad, o del derecho a la integridad  física, o tiene contenidos violentos, por supuesto no la respalda".