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Bill Gates y Carlos Slim unen sus fortunas para erradicar la polio en seis años

  • Gates impulsa un Plan Global para la Erradicación de la Polio
  • Necesita un presupuesto global de 5.500 millones de dólares
  • Carlos Slim hará una aportación de 76 millones de euros para erradicar la polio

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Un empleado sanitario afgano administra la vacuna contra la polio a un niño en Jalalabad
Un empleado sanitario afgano administra la vacuna contra la polio a un niño en Jalalabad el 22 de abril.

Los dos hombres que encabezan año tras año las listas de millonarios, el mexicano Carlos Slim Helú y el estadounidense Bill Gates,  han unido sus esfuerzos con el objetivo de erradicar la polio -una enfermedad causada por infección con el poliovirus-, un acuerdo por el que Slim contribuirá con cien millones de dólares (76 millones de euros) a un plan que pretende borrar la polio de la faz de la tierra en seis años.

El fundador de Microsoft, Bill Gates admitió con una sonrisa en una entrevista exclusiva con Efe que "no es demasiado habitual" recibir una carta que te invita a acabar para siempre con una de las enfermedades más perniciosas del siglo XX. Menos aún, cuando el receptor de la misiva es el hombre más rico del mundo y su destinatario, la segunda mayor fortuna del planeta.

Acabar con la polio

Ante la pregunta de por qué destinar tanto dinero y energía en combatir una afección que en 2012 solo afectó a 223 niños y es endémica únicamente en tres países, Gates explicó: "Con la polio hay dos posibilidades: o redoblamos el trabajo y de verdad acabamos con ella, y en ese caso nos ahorramos todos los costes de la vacunación, o detenemos este gran esfuerzo y la polio podrá extenderse de nuevo y volver a infectar a cientos de miles de niños".

La polio ha pasado de paralizar a 350.000 niños al año en 125 países a tres países

Los últimos 25 años han sido capitales en la lucha contra la polio, gracias a las campañas de vacunación emprendidas en todo el mundo, y ha pasado de paralizar a 350.000 niños al año en 125 países a ser endémica solo en Nigeria, Pakistán y Afganistán.

Como recuerda Slim, el principal problema ahora para su total eliminación no es tanto de recursos o dinero, sino de conseguir llegar a los poblaciones de mayor riesgo, ubicadas muchas veces en lugares remotos y en una compleja situación de seguridad.

Desde el pasado mes de diciembre, por ejemplo, casi una veintena de personas ha muerto en una oleada de asesinatos contra trabajadores humanitarios que participaban en la campaña de inmunización contra la polio en Pakistán.

Empresarios y filántropos

Slim y Gates mantienen una aproximación casi empresarial a la filantropía y en su discurso dejan escapar a menudo términos como "eficiencia" o "ahorro", alusiones a las ventajas de aplicar la mentalidad emprendedora al altruismo, y cifras sobre la conveniencia económica de apoyar esta u otra causa.

Por ello, conscientes de que mucha gente se pregunta qué podría suceder si las mayores fortunas se pusieran de acuerdo para resolver los problemas que afligen al mundo, han convertido la eliminación de la polio en algo casi personal, un reto que dará la medida del potencial de este tipo de asociaciones.

Comenta Gates: "Si no tenemos éxito con la polio, sería un tremendo revés no solo para la salud global, sino también para el optimismo sobre lo que los hombres pueden hacer cuando se unen. Si tenemos éxito, eso nos fortalecerá y nos recordará que juntos podemos hacer cosas asombrosas".

Si erradicamos la polio eso nos fortalecerá y nos recordará que juntos podemos hacer cosas asombrosas

La "credibilidad" que esperan obtener en el combate contra la polio les permitiría prolongar esta asociación frente a otras enfermedades, pero aún es pronto para abrir nuevos frentes de batalla.

Implicación de gobiernos y magnates

A la voz de "por qué no te sumas", Gates ha embarcado en su nave a gobiernos y magnates como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dentro del llamado Plan Global para la Erradicación de la Polio, que deberá contar con un presupuesto global de 5.500 millones de dólares (4.200 millones de euros)  para lograr su objetivo en seis años.

El fundador de Microsoft, compañía que abandonó para dedicarse en exclusiva a la filantropía, confía en que su pasión por esta actividad pueda contagiar a otros hombres de negocios, y que estos pongan en práctica sus habilidades empresariales para que "cada dólar se gaste de una mejor forma".

El mexicano y el estadounidense coinciden en que la filantropía y el mundo de la empresa son "sorprendentemente similares" y tienen dificultades para elegir uno sobre el otro.

"Quizá la única diferencia esté en los objetivos. En los negocios, tus metas son una mayor cuota de mercado, rentabilidad... Pero en ambos lugares buscas la eficiencia, organizar bien lo que vas a hacer, y que tu capital humano sea el mejor", explica el ingeniero Slim.

Mientras, Gates no duda en agradecer a su éxito en los negocios la oportunidad de poner en práctica su trabajo filantrópico, después de que, como dice, "la magia del software fuese mi enfoque fanático durante tantas décadas de mi vida".

Los ojos vivarachos de Slim no dejan de escudriñar a Gates durante la entrevista, mientras que este asiente continuamente para subrayar las palabras del mexicano. No se engañan, saben que sus mareantes fortunas hablan por sí solas, y que millones de personas confían en que de su buen entendimiento pueda salir un mundo mejor.