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Decenas de muertos y cerca de cien heridos por un ataque talibán en Afganistán

  • Cerca de medio centenar de muertos, en su mayoría civiles.
  • El ataque llega poco después de la oferta de negociación de Hamid Karzai

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Varias decenas de personas han muerto y un alrededor de centenar han resultado heridas en un ataque taliban perpetrado este miércoles contra un complejo administrativo en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán.

Según el gobernador provincial, Farah Akram Khpelwak, habría alrededor de 35 víctimas civiles y cerca de una decena pertenecientes a las fuerzas de seguridad locales. El resto de víctimas mortales son terroristas suicidas del ataque, revindicado a Efe por el portavoz talibán Mohamed Yusuf.

Khpelwak ha precisado que la mayoría de las víctimas mortales se encontraban en un tribunal situado en el complejo atacado.

La provincia de Farah, fronteriza con Irán, está situada en el oeste de  Afganistán, que no acostumbra a ser escenario de sucesos violentos con  tanta frecuencia como el volátil arco suroriental limítrofe con  Pakistán, donde tiene sus bastiones la insurgencia.

Según un informe de la ONU, la guerra en Afganistán causó en 2012  la muerte de 2.759 civiles y 4.805 heridos, el 81 % de ellos por  acciones perpetradas por los insurgentes.

Modus Operandi poco habitual

Según ha explicado el jefe de la policía regional, Aqa Nur  Kentoz, varios insurgentes han entrado en el complejo vestidos con uniformes afganos y detonando explosivos. Las explosiones se han prolongado durante una hora.

"Los atacantes lucharon con las fuerzas de seguridad afganas durante  varias horas", ha asegurado Kentoz, que ha añadido que los rebeldes hicieron  estallar un vehículo cargado de explosivos.

Este tipo de ataques, denominado "fedayín", no es el más habitual entre los talibanes, pero ocasionalmente se llevan a cabo en búsqueda de espectacularidad y llamar la atención  mediática.

Estas acciones suelen registrarse sobre todo con la llegada del  buen tiempo a partir de la primavera, estación en la que se recrudecen  los combates en el país tras el gélido invierno.

Un atentado en medio del proceso de negociación

El asalto fedayín  llega en medio de la enésima oferta de diálogo del Gobierno del  presidente afgano, Hamid Karzai, a los talibanes.

Unos días antes del atentado, el mandatario afgano se reunió en Doha con las autoridades cataríes con vistas a abrir una ronda de negociaciones en ese emirato islámico con los insurgentes, que tienen allí representación.

Sin embargo, los talibanes, que hasta la fecha han ninguneado al Ejecutivo afgano por considerarlo una "marioneta" de Washington y la comunidad internacional, no han confirmado todavía que vayan a participar en las conversaciones.

Para Kabul, este diálogo es clave de cara al futuro en un país que vive uno de los momentos más sangrientos de la última década y que en 2014 se quedará sin el paraguas protector de las tropas de la OTAN.

Los ataques continúan a pesar de la retirada

El atentado se produce en pleno proceso de la retirada gradual de las fuerzas internacionales desplegadas en el país.

Ese proceso debe concluir en 2014 con la salida total de las tropas de la OTAN y la asunción por el Ejército local de la seguridad en todo Afganistán, de acuerdo con el calendario previsto, que no ha frenado los ataques insurgentes en el país asiático.

La Alianza Atlántica finaliza ese año el proceso de repliegue, aunque es  probable que tras esa fecha permanezca en suelo afgano un número  indeterminado de fuerzas internacionales, en especial estadounidenses.