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La OTAN entrega el control total de la cárcel de Bagram al Gobierno afgano

  • Es la gran cárcel que tenía en Afganistán pese a las denuncias de abusos
  • El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, visita por sopresa el país

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EE.UU. transfiere la prisión de Bagram al Gobierno afgano

La misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) ha anunciado que ha cedido a las autoridades afganas, tras varios retrasos, el control total de la prisión de Bagram, ubicada cerca de una base militar de Estados Unidos próxima a Kabul y denunciada en múltiples ocasiones por los abusos cometidos en ella.

"La transferencia del centro de detención es una parte importante en el proceso de transición de la seguridad a la fuerzas afganas", ha dicho el máximo responsable de la misión de la Alianza Atlántica y de las tropas estadounidenses en Afganistán, el general Joseph Dunford.

El traspaso fue certificado en una ceremonia simbólica en la que el ministro afgano de Defensa, Bismilá Jan Mohamadi, y el general Dunford firmaron un memorando de entendimiento en el que se garantiza por mutuo acuerdo "el tratamiento justo y humano de los detenidos".

Situada a unos 60 kilómetros al norte de Kabul, en la provincia de Parwán, el centro penitenciario alberga a muchos cabecillas de la insurgencia talibán, y ha sido utilizado como la mayor y más importante prisión de EE.UU. en Afganistán.

La prisión de Bagram ha sido objeto de varias controversias desde la invasión del país centroasiático en 2001, liderada por las fuerzas estadounidenses. Organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) han denunciado con frecuencia que EE.UU. ha recluido en ese centro a centenares de personas, entre ellas menores de edad, sin acceso a abogados ni a tribunales.

Motivo de roce con el Gobierno afgano

El presidente Karzai también ha criticado en numerosas ocasiones la existencia de esta cárcel como una violación de la soberanía de su país

En septiembre de 2012, la ISAF entregó parte del control de Bagram, incluidos unos 3.000 reclusos,  a las autoridades afganas, aunque 600 prisioneros, los más peligrosos, continuaron bajo la tutela de militares estadounidenses, según el canal local Tolo.

La ceremonia que se celebró este lunes debía haber tenido lugar a comienzos de este mes, durante la visita a Afganistán del recién nombrado secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, pero por motivos que oficialmente no han transcendido se canceló el traspaso.

Precisamente, este mismo lunes ha llegado al país en una visita no anunciada el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.