La Iglesia expulsa a un cura en Mallorca por abusos a menores

• Es el expárroco de Can Picafort y no podrá volver a ejercer el sacerdocio
• La decisión, pionera en España, deberá ser ratificada por la Santa Sede
• El sacerdote también está siendo investigado por la justicia civil

La Iglesia expulsa a un sacerdote por pederastia

El Tribunal Eclesiástico de Mallorca ha declarado culpable de abusos sexuales a menores al párroco de Can Picafort en Mallorca, Pere Barceló Rigo, por lo que será expulsado del sacerdocio al aplicársele la máxima penal canónica.

Esta decisión, pionera en España según fuentes de la diócesis mallorquina, tendrá que ser ratificada por la Santa Sede, aunque al condenado puede apelar ante el Supremo Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición, informa EFE.

En un comunicado, el Obispado de Mallorca informa de la decisión de la Iglesia de declarar culpable Pere Barceló Rigo "de la comisión de delitos contra el sexto mandamiento del Decálogo con menores".

El Tribunal Eclesiástico considera "gravísimos los delitos", por lo que "le impone la pena máxima de la expulsión del estado clerical, prohibiendo totalmente el ejercicio de su ministerio sacerdotal".

Se le abrió proceso penal canónico en 2011

A Pere Barceló, que también está siendo investigado por la justicia civil, se le abrió un procedimiento penal canónico en 2011 a raíz de la orden del anterior papa, Benedicto XVI, de que se aclarara "cualquier indicio" de pederastia, han recordado las mismas fuentes.

Una joven denunció que fue violada en diversas ocasiones por el párroco de Can Picafort cuando tenía diez años. Además, en 1998 hubo otra denuncia contra el párroco si bien fue archivada por falta de pruebas.

El Obispado de Mallorca le suspendió cautelarmente desde marzo de 2011 después de que conociera el caso de otra mujer de Cala Ratjada que denunció haber sido abusada sexualmente por el sacerdote cuando era párroco de esa localidad, según informa Europa Press.

En el ámbito civil, Pere Barceló ha sido imputado por delitos de pederastia por un juzgado de Inca en Mallorca después de que las tres víctimas le denunciaran también ante la Guardia Civil.

La juez que instruye el caso ya llamó a declarar al religioso, que negó las acusaciones