'Jack Reacher', Tom Cruise crea otro mito del cine de acción

Lo primero es aclarar que no nos encontramos ante la 5ª parte de Misión Imposible (película que llegará en 2015 con el mismo director y protagonista de Jack Reacher). Tom Cruise ha sido lo suficientemente inteligente para comenzar otra saga cinematográfica que, aún siendo del mismo género, un thriller policíaco, está en las antípodas de Misión imposible.

Jack Reacher renuncia a la espectacularidad en favor de un estupendo guion de esos que funcionan como una bomba de relojería y en el que vamos descubriendo las cosas al mismo tiempo que los protagonistas. Un homenaje a los policíacos de los años 60 y 70 (protagonizados por Steve McQueen Lee Marvin o Clint Eastwood), esos en los que lo más importante era la trama, aunque las escenas de acción fueran brutales y espectaculares. De hecho en la película hay un nada disimulado homenaje a la persecución automovilística de Bullit, protagonizada por McQueen en 1968 ( y eso que en las novelas Reacher no tiene carnet de conducir).

Y es que Cruise, también productor de la película, ha tenido el acierto de contratar a un director que, ante todo, es uno de los mejores guionistas de la actualidad, Christopher McQuarrie, que se hizo famoso por su guion para otro thriller a prueba de análisis, Sospechosos habituales (1995), con el que consiguió el preciado Oscar.

McQuarrie ya trabajó con Cruise en el guion de Valkiria (dirigida por Bryan Singer, al igual que Sospechosos habituales) y aunque en un principio sólo iba a adaptar la novela original a la pantalla, Cruise tenía tanta confianza en él que ha terminado dirigiendo la película, con un estilo clásico y pausado que la ha beneficiado bastante.

Y es que Jack Reacher es una película en la que predomina el realismo; las escenas de pelea no están coreografiadas, como en Misión Imposible, son cortas y violentas y los golpes hacen daño de verdad. Tampoco vamos a ver a Cruise trepando ningún rascacielos y Reacher no parece invencible en ningún momento, sino solo un tipo muy bien preparado tanto física como intelectualmente. Lo curioso es que esa es la principal diferencia con las novelas, en las que el personaje es descrito como un coloso rubio imparable de casi dos metros y 110 kilos.

Si a todo eso le añadimos un puñado de actores estupendos, solo nos falta añadir la famosa frase de "Me encanta que los planes salgan bien".

Basada en un Best seller

Estamos convencidos de que Cruise incorporará a Jack Reacher a su lista de personajes y no tardará en haber una secuela de la película, porque hay material de sobra. Este policía militar retirado, errante y poco dado a divertirse es obra de Jim Grant, un escritor que ha publicado ya 17 bestsellers sobre el personaje con el pseudónimo de Lee Child. La película adapta, concretamente, la novena novela del personaje, Un disparo (RBA)

La historia comienza cuando un francotirador asesina indiscriminadamente a 5 personas en pleno centro de la ciudad. El sospechoso acusado del crimen sólo dice dos palabras: Jack Reacher. Y su abogada pide a Reacher que le ayude a esclarecer el crimen.

A partir de este momento Reacher se enfrentará a The Zec, el líder de una organización criminal secreta, interpretado por el director alemán Werner Herzog (Aguirre, la cólera de dios, Fitzcarraldo), al que le gusta dejarse ver delante de las cámaras de vez en cuando. En esta ocasión borda su papel de villano implacable.

También destaca otro veterano, el mismísimo Robert Duvall (El Padrino I y II, Bullit) que tiene el papel más divertido de la película. Y Jai Courtney, un malo malísimo que, curiosamente, será el hijo de John McClane en la quinta parte de La jungla de cristal, a punto de estreno.

El resto de los intérpretes cumplen con solvencia: Rosamund Pike está fantástica como abogada del supuesto francotirador y el veterano Richard Jenkins vuelve a demostrar su solvencia en cualquier papel, bordando su papel de Fiscal del distrito y padre del personaje interpretado por Pike.

Una modernización de los detectives de los grandes clásicos del cine negro, pero sin gabardina. Y añadiéndole un toque de misterio a lo Bourne, ya que el personaje casi parece un fantasma que aparece y desaparece cuando se le necesita, casi como si fuera un miembro de El Equipo A.

Quizá algunos aficionados al personaje echen de menos su faceta más macarra, pero nos encontramos ante un ejemplo de estupendo cine policíaco espectacualr, entretenido, bien interpretado y estupendamente dirigido, que puede ser el comienzo de una apasionante saga.