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'El último jinete' : un refrescante y rítmico musical en forma de cuento árabe en los Teatros del Canal

  • Un musical para todos los públicos pensado para fechas navideñas
  • Victor Conde (dirección), Ray Loriga (libreto) y Albert Hammond (música)

Hasta el 6 de enero de 2013 en la sala roja de los Teatros del Canal

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El último jinete es un espectáculo de fantasía musical concebido para estrenarse en Madrid y Londres, producido paralelamente en ambas ciudades.
El último jinete es un espectáculo de fantasía musical concebido para estrenarse en Madrid y Londres, producido paralelamente en ambas ciudades.

Técnica holográfica únicaTécnica holográfica única

Vértice 360 introduce en el teatro una nueva experiencia proyectando una imagen holográfica del desaparecido cantante Freddie Mercuri en el musical "El Ultimo Jinete". Y contribuye a la creaccion de la espectacular escenografía que caracteriza a esta obra, una producción única en muchos sentidos.

Videoreport ha introducido el sistema Eyeliner en esta fábula basada en la historia árabe. Una pantalla holográfica de 11x4 m2 que ofrece una proyección en alta definición en directo en el que aparece en 3D un caballo árabe con el que los propios actores interactúan. En esta producción la escenografía ha tenido un papel muy importante desde el principio.

Los ensayos se han desarrollado en una gran nave en Arganda del Rey, donde habitualmente se ensayan grandes espectáculos y conciertos, para poder albergar los decorados.

El último jinete relata la historia de un joven beduino llamado Tirad que sólo tiene un dátil en el bolsillo y un gran objetivo: encontrar el corcel con el que ha visto en sus sueños. Según una leyenda del desierto hay un caballo para cada jinete y sólo al formarse esa unión puede completarse el círculo del destino. Como él dice, con el caballo conseguirá "gloria y estirpe".

En un largo periplo, conocerá todo tipo de personajes, desde señores despreciativos que le intentan engañar, hasta a una hermosa dama inglesa que viaja por Oriente, Lady Laura. Pero también a una vidente, a la propietaria de un cinematógrafo, y hasta a un camello que habla o una pícara langosta (Elena Medina) que dirige a un verdadero ejército o tribu, que asegura que desde las "plagas de Egipto" no han levantado cabeza, e intenta que Tirad comparta con ellas su dátil.

Persiguiendo el caballo de sus sueños, en un viaje que le llevará hasta Londres y con la ayuda de Al Kansha, una poetisa inmortal que canta las elegías de los guerreros caídos, Al Khansa, Tirad recorrerá Arabia hasta llegar a Egipto.

Envuelto en las turbulencias de Oriente a finales del siglo XIX, entre guerras tribales e intereses militares extranjeros. Este viaje forjará su carácter y tras pasar duras penalidades, llegará a Londres donde -tras paso por la cárcel y lucha con florete con un malvado noble inglés- la vida le recompensará con un caballo -su caballo- y una mujer pelirroja; la misma lady que conoció en el desierto.

Dirigida por Víctor Conde (Pegados, Los miserables), en este montaje Marta Ribera (Chicago, Cabaret) interpreta a Al Kansha. Miquel Fernández (Jesus Christ Superstar, Hoy no me puedo levantar ) da vida a Tirad, el protagonista masculino; y Julia Möller (Hair, La bella y la bestia) encarna a Lady Laura, la coprotagonista femenina, una aristócrata inglesa, que terminará al lado de Tirad.

Un caballo blanco sobre las tablas del Canal

Como ha señalado Albert Boadella, director de los teatros del Canal, éste es un espectáculo pensado para todos los públicos y programado -con mucho acierto- para estas fechas pre-navideñas. Parece que el objetivo se está consiguiendo ya que el montaje está consiguiendo llenar todas las tardes la Sala Roja de los Teatros del Canal.

Es un espectáculo ambicioso, en el que el argumento en dos actos escrito por Ray Loriga, sencillo cómo debe serlo en un musical, pero con ritmo e inesperados golpes de ingenio, consigue mantener la atención del espectador durante dos horas largas.

Lo consigue no sólo por sí mismo sino porque está perfectamente envuelto por una escenografía (Morgan Large) aparentemente no muy complicada pero a la altura de la historia, una iluminación al servicio de la fantasía y unos llamativos "efectos especiales", especialmente destacable el papel de la holografía (ver más información en el recuadro de la izda.). Tampoco podemos olvidarnos del colorista vestuario diseñado por la multipremiada Yvonne Blake.

Y por supuesto de la eficaz interpretación (dramática y musical) de los actores mencionados arriba, todos con experiencia en el musical español, y la música original en la que ha intervenido, entre otros compositores y arregluistas, el veterano Albert Hammond.

Para dar presencia al caballo -a veces onírico, a veces real - se utilizan dos métodos. En un momento dado, una holografía -como el fantasma de un bello corcel blanco recorre el escenario y de pronto se desvanece. Oímos su cabalgar, su relinchar y le vemos como si fuera real.

Para el resto de la historia, la figura del caballo se ha resuelto de una forma tan imaginativa como poética escénicamente. Un actor sostiene en su mano izquierda la cabeza del caballo mientras una actriz se sujeta a la cintura de él, formando una hermosa y eficaz composición.