Enlaces accesibilidad

Israel y Hamás lucen nuevo armamento para un viejo conflicto

  • Hamás ha lanzado proyectiles de mayor alcance y precisión que otras veces
  • Israel ha puesto a prueba con éxito su escudo antimisiles, la Cúpula de Hierro

Por
Cohete disparado por Israel en los alrededores de Sderot para interceptar uno lanzado desde la Franja de Gaza el 19 de noviembre.
Cohete disparado por Israel en los alrededores de Sderot para interceptar uno lanzado desde la Franja de Gaza el 19 de noviembre.

"Israel amenaza con una invasión terrestre pero sabe que esa guerra no va a ser una excursión sino mortal", advirtió este lunes Jaled Meshal, el máximo líder de Hamás desde El Cairo. Meshal parecía muy seguro de la capacidad de Hamás para responder a Israel en un campo de batalla. Y aunque esa capacidad militar de Hamás es muy inferior a la de las fuerzas armadas israelíes, lo cierto es que parece que la organización integrista ha dado un salto cualitativo respecto a la que tenía durante la Operación Plomo Fundido.

Sea como fuere, ambos bandos han introducido nuevos factores armamentísticos respecto a los utilizados en 2009. Hamás ha lanzado nuevos proyectiles más precisos, mientras Israel ha puesto a prueba la joya de la corona defensiva, el escudo llamado Cúpula de Hierro.

Los nuevos proyectiles de Hamás

“La resistencia palestina ha trabajado muy duro para desarrollar sus capacidades militares”, comentó recientemente Yousef Rezqa, asesor del gobierno de Hamás en Gaza.

Y la organización islamista trata de demostrarlo. Las milicias palestinas (las brigadas Al Quds de la Yihad Islámica pero, sobre todo, las Brigadas Izzadine al Qassam de Hamás) han lanzado más de 850 cohetes desde que comenzó la nueva escalada de violencia. En tan solo seis días, Hamás ha lanzado el mismo número de proyectiles que lanzó en los 22 días que duró la Operación Plomo Fundido.

Pero, quizá, casi más significativo que esa cantidad de proyectiles lanzados, es la calidad de los mismos. Según ha manifestado a Efe el general en reserva palestino Wasef Erejat, Hamás ha hecho “un cambio estratégico en el equilibrio de las represalias”.

Por primera vez desde que en 1991 Sadam Hussein lanzase sus misiles Scud contra Israel, las sirenas han sonado en dos de las ciudades más importantes del país: Jerusalén y Tel Aviv. Y en esa ofensiva palestina han tenido mucho protagonismo las nuevas armas.

Las milicias palestinas han lanzado cohetes Fadjr 5, un proyectil con un alcance de entre 75 y 85 kilómetros y más preciso que los utilizados hasta ahora, los cohetes Qassam y Katiusha. “Han creado un status del miedo” en Israel, comenta Erekat.

El traslado de armas

Los Fadjr 5, modelo evolucionado del Fadj 3 usado por  Hizbuláh en la guerra del Líbano, son un proyectil de fabricación iraní. Las autoridades israelíes consideran que Hamás los adquirió a partir de 2009, tras la operación Plomo Fundido, pese a que Teherán siempre ha negado que los suministrara. Tel Aviv considera que las brigadas de Izzadine al Qassam cuentan con unos 100 proyectiles de este tipo.

Los expertos en seguridad israelíes consideran que Hamás introduce estos proyectiles desmontados a través de los túneles de la frontera con Egipto y que los vuelve a montar dentro de la franja.

Pero además, han hecho presencia otro tipo de proyectiles. El pasado 10 de noviembre, las milicias palestinas dispararon un misil guiado Kornet contra un carro de combate Merkaba israelí. Los Kornet, con un alcance de 5,5 kilómetros, son un misil anti carro de combate más sofisticado, que requiere de entrenamiento para su manejo.

Las autoridades israelíes consideran que Hamás y las demás milicias palestinas en Gaza han lanzado también varios misiles de fabricación rusa Grad, de un alcance de 40 kilómetros. Misiles que se encontraban en los arsenales de Muamar al Gadafi y que tras la caída del régimen libio, comenzaron a salir al mercado negro.

El escudo Cúpula de Hierro

De los más de 1.300 proyectiles lanzados por Hamás contra territorio israelí, al menos 300 han sido interceptados en el aire por Israel. Y eso es posible gracias a un nuevo arma defensiva que Tel Aviv puso en marcha en 2011: el llamado escudo antimisiles Cúpula de Hierro o Iron Dome.

La historia de este sistema se remonta a hace cinco años, tras las lecciones aprendidas de la guerra contra Hizbulá. El ministerio de Defensa israelí puso en marcha un ambicioso proyecto destinado a proteger de impactos de cohetes y misiles las ciudades más importantes de Israel.

El sistema, que cuenta con de un potente radar y cinco lanzaderas de misiles, ha sido desplegado a lo largo de la frontera con Gaza. Actualmente, según las autoridades israelíes, ha conseguido interceptar en el aire más de 300 cohetes lanzados por Hamas. Sin embargo, Israel considera que para proteger la totalidad del estado necesitaría un total de once baterías.

Su efectividad  depende de la cercanía de la localidad atacada. Para Sderot, la ciudad más cercana con Gaza, el Iron Dome necesita con cinco segundos para interceptarlo, mientras que para Tel Aviv tiene 90 segundos.

Un nuevo arma que, unido a la potente aviación y disposición de blindados (Israel ya ha lanzado más de 1000 ataques entre aire, tierra y mar), ha vuelto a desequilibrar las fuerzas militares