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Los siete hombres fuertes de China

  • Xi Jinping estará acompañado de reformistas y conservadores
  • El futuro primer ministro, Li Qekiang, tiene influencias liberales
  • Entre los miembros del Comité hay varios aliados de Jiang Zemin

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El Partido Comunista de China, que dirige la segunda potencia del mundo (que aspira a ser la primera), ha elegido a quienes habrán de liderar el país para la próxima década: la quinta generación de líderes comunistas.

Empezar joven en el partido, pertenecer a una facción destacada del PCCh, observar la moral, ser humilde y a la vez implacable, no sobresalir, haber trabajado en alguna región pobre, y ser hombre. Este es el retrato robot de los mandatarios chinos. Pero ¿quiénes son los individuos que tendrán las riendas del poder?

Xi Jinping

A sus 59 años ha sido elegido para convertirse, en marzo, en el nuevo líder del PCCh y presidente de China. El todavía presidente, Hu Jintao, le cederá también el poder militar, con lo que Xi reunirá los tres poderes del Estado. Es uno de los “principitos”, hijo de líderes de la revolución, que ha sabido convertirse en un hombre de consenso.

Cuando su padre cayó en desgracia y fue purgado por Mao, Jinping fue enviado al campo,  a la provincia norteña de Sahaanxi, a conocer la dureza del trabajo físico y a “aprender de las masas”. Aficionado al baloncesto y las películas de acción de Hollywod.

Licenciado en química,  es un hombre discreto - hasta ahora era sobre todo conocido por sus segundas nupcias con una famosa folclórica-,  pragmático y seguro de sí mismo.

Con 19 años ingresó en el Partido Comunista e hizo carrera en las provincias, lejos del centro de poder de Pekín. En 2007 fue nombrado secretario del PCCh en Shanghái y pasó a formar parte del Comité Permanente del Politburó. Un año después se convertía en vicepresidente.

Goza de experiencia internacional y prestigio por su  organización de los Juegos Olímpicos de 2008. De joven pasó una breve estancia en Iowa, EE.UU. y su única hija estudia ahora en Harvard bajo un pseudónimo. Poco se sabe de su vida personal, salvo que es aficionado al baloncesto y las películas de acción de Hollywod.

Para muchos chinos, Xi es menos famoso que su mujer, la cantante folk Peng Liyuan, que se convertirá en la primera dama.

Li Qekiang

El que será nuevo primer ministro tiene 57 años y formación en leyes. Habla inglés de manera fluida y durante su formación tuvo contacto con ideas políticas liberales.

Empezó su formación en la Liga de Juventudes Comunistas, donde entró mientras ejercía “labores rurales” en un remoto campo de reducación de Anhui, su provincia natal, en plena Revolución Cultural.

Li llegó a la Universidad de Pekin en 1978. Mientras estudiaba, se hizo  amigo de ardientes defensores de la democracia, algunos de los cuales  tuvieron que marchar al exilio tras las protestas y la represión de  Tiananmen.

Li se vio envuelto en el fervor político y económico de las reformas  propulsadas por Deng Xiaoping, y ayudó a traducir al chino el libro del  afamado jurista inglés "El debido proceso legal". En unas breves  memorias de su tiempo de estudiante, Li rinde tributo a uno de sus  profesores, gong Xiangrui, uno de los pocos maestros de leyes que  estudió en Occidente y que sobrevivió a las purgas de Mao.

Tras licenciarse en Derecho y doctorarse en Economía, comenzó a  escalar en el Partido Comunista, del que se convirtió en el jefe  de provincia más joven con solo 43 años, en Henan.

Allí comprobó los sinsabores de la política. Su mandato estuvo plagado de desastres –desde una ola de crímenes, hasta incendios e infecciones- que le dieron fama de “gafe”, una reputación que no es baladí en un país tan apegado a la superstición. Pero también logró una recuperación espectacular de la economía de la provincia.

Tras una exitosa gestión como jefe en otra región, su mentor, Hu Jintao, le abrió camino para entrar en 2007 en el Comité Permanente del partido y de ahí ascender a viceprimer ministro.

Su principal reto es demostrar si su tendencia liberal y arraigo a orígenes humildes son de utilidad para que el impulsivo crecimiento económico de China no arrase son sus milenarias raíces.

Zhang Dejiang

De 65 años y considerado conservador, era viceprimer ministro del Consejo del Estado de China hasta que repentinamente fue enviado a reemplazar al defenestrado jefe del partido Bo Xilai como líder de Chongqing en marzo de 2012. 

Mientras que muchos de los nuevos líderes chinos tienen estrechas relaciones con el mundo occidental, Zhang es un experto en un antiguo aliado de China, Corea del Norte, donde estudió Economía durante dos años.  

Zhang es otro "príncipe", hijo de un exgeneral del Ejército de Liberación del Pueblo, y otro de los protegidos del exlíder Jiang Zemin.

Desde los años 80 ha desempeñado altos cargos dentro del partido. En 2002 ingresó en el Politburó del Comité Central del PCCh y fue electo secretario del Comité Provincial de Guangdong. En esa etapa sobresale una mancha en su expediente por supuestamente haber ocultado una epidemia mortal de neumonía.

Próximo al expreidente Jiang Zemin, que aún conserva cierta influencia, su postura represiva con manifestantes y periodistas es también altamente impopular.

Yu Zhengsheng

Con 67, es el jefe del partido en el centro financiero y la ciudad más cosmopolita de China: Shanghai. 

Su pedigrí comunista impecable le convierte en una estrella ascendente a mediados de los 80 hasta que su hermano, un funcionario dotado, huye a los Estados Unidos. Sus contactos personales con Deng Pufang, el hijo mayor de Deng, evitaron que las repercusiones políticas acabaran totalmente con su carrera.

Yu paso tiempo trabajando en los ministerios hasta que regresó de nuevo a la primera línea y entró en el Politburó en 2002. Su edad le forzará a retirarse en 2017, tras solo una legislatura de servicio.

Liu Yunshan

Otro de los líderes de más edad, Liu Yunshan, de 65 años, se encargará de la propaganda y la ideología en el Comité Permanente. Tiene experiencia en medios de comunicación, y trabajó como reportero para la agencia oficial Xinhua en la región de Mongolia Interior. Posteriormente se ocupó de la propaganda en esa provincia hasta que fue enviado a Pekín.

Como jefe del Departamento de Propaganda del PCCh desde 2002, Liu ha intentado también controlar internet en un país con más de 500 millones de internautas.

Liu cumple muchas de las características del "retrato robot" de los líderes chinos: también proviene de las Liga de las Juventudes Comunistas, se fajó en una región difícil, ha cuidado sus lazos con el partido y sus relaciones con la dirección, especialmente con Hu Jintao.

Wang Qishan

Reformista financiero y un experto en solucionar difíciles problemas económicos y financieros. Wang Qishan, de 64 años, es el más joven de los cuatro dirigentes que ocuparán la segunda línea del comité.

Sin embargo, es el que mejor comprende los asuntos económicos complejos y el único miembro del Comité que ha dirigido una empresa, concretamente el Banco de Construcción de China, entre 1994 a 1997.

Probablemente, Wang dirigirá la lucha contra la corrupción, una prioridad en la segunda mayor economía del mundo.

Wang es un negociador experimentado que ha dirigido las negociaciones comerciales y el Diálogo Económico y Estratégico con EE.UU.  Es un favorito de los inversores internacionales, que le ven como una persona que soluciona problemas. En la provincia de Guangdong solucionó una crisis de deuda cuando era vicegobernador a finales de los 90, y reemplazó al alcalde de Pekín cuando este fue cesado por ocuoltar un brote de gripe aviar en 2003.

Wang también es familia de un dirigente de la revolución, ya que es yerno del exmiembro del Comité Permanente Yao Yilin.

Zhang Gaoli

Reformista financiero con experiencia en regiones más desarrolladas del país. Zhang Gaoli, de 65 años, es jefe del partido en el puerto norteño de Tianjin y miembro del Politburó desde 2007.

Es visto como un aliado de Jiang Zemin pero aceptable para el presidente Hu, que ha visitado Tianjin en tres ocasiones desde 2008. Zhang es un defensor de mayores inversores extranjeras y ha introducido cambios para transformar la ciudad en un centro financiero en el norte de China.

La misión de Zhang era limpiar Tianjin, donde una serie de escándalos de corrupción implicaron a su antecesor y al exasesor de la asamblea de la ciudad. El asesor cometió suicidio poco después de la llegada de Zhang.

Nativo de Fujian, en el sureste, Zhang se formó como economista. También sirvió como jefe del partido y gobernador en la provincia de Shandong y vicegobernador de Guangdong. Fue además secretario del Partido en Shenzhen, un centro manufacturero. Toda esta experiencia le señala para ocupar un puesto de referencia en el comité.