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El iPad Mini concentra la experiencia de uso del iPad en un formato menor y más barato

  • El iPad Mini pesa menos de la mitad que un iPad
  • Es más caro y tiene menor resolución que otros tablets de similar tamaño

Puede utilizar todas las aplicaciones disponibles para iPad, unas 275.000

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iPad mini
Un iPad mini , una versión más pequeña y condensada de la famosa tableta del iPad, que Apple ha puesto a la venta.

El iPad Mini me provoca sentimientos encontrados. Por un lado es un tablet muy manejable y portátil. Y es más asequible económicamente que los iPad convencionales. También el iPad Mini es más fino, más ligero y más pequeño. Se puede llevar en cualquier bolsa, bolso o mochila. Incluso cabe en el bolsillo de muchos abrigos, así que al menos en invierno se puede llevar ahí. 

El tamaño más pequeño del iPad Mini favorece su movilidad, y hace que resulte —o al menos de la sensación— de que es menos frágil que el modelo de tamaño mayor.

Pero por otro lado su pantalla de 1024 x 768 píxeles palidece en comparación con las pantallas "Retina" de los iPad de tercera y cuarta generación; y en comparación con los últimos iPod Touch y iPhone. El iPhone estrenó la pantalla "Retina" hace más de dos años, en el verano de 2010.

El término "Retina" es la forma comercial con la que Apple se refiere a pantallas de alta resolución y gran densidad de píxeles. En estas pantallas (que también existen en dispositivos de otros fabricantes) los píxeles, los pequeños puntos que forman las letras y las imágenes, se vuelva invisibles a simple vista. El texto y las imágenes visualizadas en estas pantallas son similares a las que se pueden ver en un revista de calidad, impresa en papel.

En el último año Apple ha incorporado pantallas con esta denominación también los portátiles MacBook Pro de 15 y 13 pulgadas.

Cuanto más reducida es una pantalla más importante es que tenga una buena nitidez. De otro modo el texto pequeño se vuelve ilegible. Y dado que una pantalla menor se mira desde cerca es más fácil ver los píxeles. Por eso no es muy grave que los televisores de alta definición (incluso Full HD) tengan una resolución relativamente baja, porque son grandes y se miran desde lejos.

Resolución vs aplicaciones y potabilidad

En los aspectos técnicos el iPad Mini es la versión reducida del iPad 2 de 2011 que aún está a la venta. Comparte con él procesador interno y resolución de pantalla, y tiene un rendimiento y duración de batería muy similares.

Y con todo, dado que la pantalla del iPad Mini tiene una menor superficie (7,9 pulgadas en lugar de 9,7 pulgadas), también mejora ligeramente la nitidez respecto al iPad 2.

El iPad Mini sacrifica el uso de una pantalla de alta definición en beneficio de otras características que tienen más valor en el papel que juega dentro del catálogo de tablets de Apple. Hay que recordar que los iPad con pantalla Retina son más gruesos y pesados y consumen más energía que sus predecesores con pantalla "normal". 

Pero sin ninguna duda el principal motivo para que el iPad Mini utilice una resolución de 1024 x 768 píxeles y no otra es que de este modo es compatible con el repositorio de aplicaciones que ya existen para iPad: unas 275.000 en la App Store, más otras 500.000 aplicaciones desarrolladas para iPhone que también son compatibles.

Cualquier otra resolución —por ejemplo, los 1280 x 800 píxeles habituales en otros tablets de tamaño similar— supondrían una mejora en cuanto a nitidez, pero también resultaría en un pantalla incompatible con las aplicaciones ya desarrolladas para los iPad.

De este modo el iPad Mini es el tablet de su categoría con el mayor catálogo de aplicaciones específicas, y están disponibles desde el minuto cero. También es el más ligero y es el que tiene la pantalla de mayor superficie, ya que aprovecha mejor el espacio.

Y lo consigue, por cierto, sin reducir la zona disponible para sujetarlo: al sostenerlo se puede tocar la pantalla con el dedo pulgar. El sistema reconoce cuándo se toca la pantalla de forma pasiva (mera sujeción del dispositivo) y cuando se trata de un toque de pantalla activo, una gesto táctil del usuario que ejecuta una acción.

A cambio el iPad Mini tiene que sacrificar la nitidez. Al menos hasta que sea técnica y económicamente posible poner en él una pantalla Retina sin perjuicio de sus otras virtudes, con mayor prioridad.

La buena noticia es que si no tienes un iPad con pantalla Retina con el que compararlo, o si no has tenido antes un iPad, la pantalla del iPad Mini es totalmente válida.

iPad Mini vs iPad

Admito que cuando recibí el iPad Mini y el iPad de cuarta generación estaba convencido de que sacaría el modelo pequeño de su caja para probarlo y escribir mis impresiones sobre él, y poco más.

Una semana larga después es el iPad 4 el que aún sigue en su caja. 

Un aspecto bastante sorprendente del iPad Mini es que reproduce a la perfección la experiencia de uso del iPad de mayor tamaño. Es un iPad, y la mayor parte del tiempo no te das cuenta de que es más pequeño que el que venías utilizando a diario desde hace más de dos años. A pesar de la pantalla.

Esa es la gran virtud del iPad Mini: ofrece la misma experiencia en un formato más pequeño y ligero. Y más barato. Las aplicaciones son las mismas, los gestos de pantalla, las funciones,... todo es exactamente igual.

Sólo si lo pones junto a un iPad de mayor tamaño puedes apreciar en su totalidad la diferencia de tamaño. Y esa diferencia de tamaño es un cuestión física, no funcional.

Tampoco hay una reducción en el rendimiento. El iPad Mini funciona a todos los efectos —y obtiene puntuaciones de rendimiento— casi idénticos a los de los iPad 2 y iPad 3. Aunque todos ellos quedan eclipsados por la mayor potencia del iPad 4, que duplica las cifras obtenidas por los modelos anteriores.

El iPad Mini hace uso de los mismos accesorios que sus hermanos mayores, incluyendo los conectores para transferir fotografías de cámaras y tarjetas SD y el adaptador HDMI para conexión al televisor.

De momento está disponible sólo con conexión wifi. En las próximas semanas saldrá una versión con conexión a Internet móvil mediante tarjeta nanoSIM, la misma que utiliza el iPhone 5.

Los principales valores del iPad Mini son por tanto su compatibilidad con la totalidad de aplicaciones desarrolladas para iPad; su menor tamaño y reducido peso y su menor precio (desde 329 euros).

El iPad Mini sería perfecto si tuviera una pantalla de mayor nitidez. Y como no podía ser de otro modo ya hay rumores sobre un próximo iPad Mini con pantalla "Retina". Ése tablet que aún no existe formalmente es precisamente el principal competidor del iPad Mini.