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Los lituanos rechazan la austeridad y dan el poder a los partidos de centro-izquierda

  • Los socialdemócratas ganan los comicios parlamentarios con 38 diputados
  • La presidenta del país veta la entrada de los laboristas en el Ejecutivo
  • El resultado retrasará la entrada de Lituania en el Euro

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Una mujer vota en Vilna, Lituania, en las elecciones legislativas del 28 de octubre
Una mujer vota en Vilna, Lituania, en las elecciones legislativas del 28 de octubre.

El centro-izquierda lituano ha ganado este domingo las elecciones legislativas en el país báltico y arrebata la mayoría parlamentaria a la gobernante coalición conservadora, que pagas así el descontento popular por una política de austeridad y recortes que había merecido los parabienes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según los resultados oficiales preliminares tras el escrutinio del 90% de los votos, el Partido Socialdemócrata de Lituania (PSL) obtendría 22 escaños en las circunscripciones mayoritarias disputadas en la segunda ronda electoral, informaron las agencias locales.

De esta forma, el PSL sería el ganador de los comicios parlamentarios con 38 diputados, ya que en la primera ronda del pasado 14 de octubre logró 16 escaños.

En segundo lugar figura el Partido Laborista (PT) que sumaría 30 escaños en la Seima lituana (Legislativo), ya que hace dos semanas fue la formación más votada por listas de partidos con 17.

Estos dos partidos suscribieron tras la primera ronda un pacto electoral con Orden y Justicia, la formación liderada por el expresidente Rolandas Paksas, que entre las dos votaciones alcanzó los 11 diputados.

En la votación del domingo, en la que participó poco más de un tercio del electorado, se repartieron 67 escaños de las circunscripciones mayoritarias que quedaron vacantes en la primera ronda del pasado 14 de octubre.

Alguirdas Butkevicius, posible primer ministro

De acuerdo con estos resultados, esos tres partidos sumarían 79 escaños, más de la mitad de los necesarios para forjar una mayoría en el Parlamento (141), con lo que muy probablemente el próximo primer ministro lituano sea el líder del PSL, Alguirdas Butkevicius.

"Hemos acordado formar una mayoría entre los tres partidos políticos y que el primer ministro será del Partido Socialdemócrata. Determinamos preparar un programa de Gobierno (...) y revisar el proyecto de presupuestos del próximo año", ha anunciado Butkevicius.

Sin embargo, la presidenta del país, Dalia Grybauskaite, en quien recae la competencia de encargar la formación del gobierno, ha advertido que no desea a los laboristas en el Ejecutivo tras las acusaciones de compra de votos y evasión fiscal contra ese partido.

El líder laborista Viktor Uspaskich, está pendiente de juicio por un supuesto fraude fiscal de su formación entre 2004-2006, algo que él niega.

"No puede participar en la formación de Gobierno un partido sospechoso de múltiples y graves violaciones de la legislación electoral, sospechoso de llevar una contabilidad oculta y cuyos líderes figuran como acusados en una investigación penal", ha dicho Gribauskaite a los medios locales.

Uspaskichas, no ha tardado en responder a la presidenta: "La presidenta puede expresar una postura cualquiera. Pero está la Constitución, la voluntad de los electores, y en un estado de derecho, la presunción de inocencia".

Mientras, la Unión por la Patria del primer ministro, Andrius Kubilius, y sus aliados democristianos lograron salvar el tipo con 21 escaños, a los que hay que añadir los 12 asientos logrados por el sistema proporcional, un resultado mejor de lo esperaba a priori.

También accedieron al arco parlamentario los liberales, el partido que representa a la minoría polaca y la formación populista de nueva creación, "La vía de la Valentía".

Salario mínimo, programas sociales y retraso del ingreso en el euro

En caso de gobernar, el centro-izquierda lituano ha prometido aumentar el salario mínimo, incrementar los programas sociales y retrasar el ingreso en el euro hasta 2015.

No obstante, los analistas sugieren que la libertad de maniobra del nuevo Ejecutivo será escasa, debido a la necesidad de reducir el déficit público y de solicitar urgentes créditos de estabilización.

La economía lituana creció un 5,8% en 2011, el mayor indicador de los Veintisiete, y un 3% en el primer semestre de este año. Los buenos resultados macroeconómicos la habían convertido en un ejemplo para quienes defienden las políticas de austeridad para salir de la crisis económica.

No obstante, el desempleo ronda el 13% y uno de cada cinco lituanos vive por debajo del umbral de la pobreza, por lo que muchos habitantes de este país de mayoría católica se han visto obligados a emigrar.