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De Guindos explica ante el Congreso el informe sobre las necesidades de la banca española

  • El sector financiero espera conocer los detalles sobre el 'banco malo'
  • El informe reveló unas necesidades de capital de 59.300 millones

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El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, va a comparecer este miércoles, en la Comisión de Economía del Congreso, a petición propia, para informar del contenido del informe de Oliver Wyman que señala unas necesidades de capital de 59.300 millones de euros en las entidades financieras españolas.

Se espera que esta comparecencia, a partir de las 10:00 horas, desvele los progresos alcanzados por su departamento en la elaboración del reglamento de creación del "banco malo". Una iniciativa similar a la que ha tenido este martes el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, que también ha ido al Congreso en calidad de presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), aunque su comparecencia ha sido a puerta cerrada.

De Guindos protagonizará una sesión pública, en la que la oposición le preguntará por asuntos sobre los que aún no ha recibido respuesta, como por ejemplo, cuáles son las pérdidas previstas para el erario público por estas ayudas, las pérdidas garantizadas o cómo influirán en los resultados macroeconómicos del Estado y en el cumplimiento del objetivo de déficit.

Transferencia de activos al 'banco malo'

El Gobierno está decidido a que el llamado 'banco malo' esté operativo en diciembre, pero a falta de ocho semanas la banca desconoce todavía aspectos tan relevantes cómo que activos se transferirán a esta sociedad y a qué precio.

Un alto directivo de una entidad con excedente de capital, al que cita Efe, ha señalado que aún no saben "nada" sobre "plazos ni detalles", ni tampoco sobre si se les va a obligar a participar en la sociedad de gestión de los activos problemáticos, aunque en este caso, al contar con excedente de capital, no tendría la obligación de transferir activos.

El 'banco malo' es uno de los ejes de la reestructuración financiera puesta en marcha el Gobierno, dado que se encargará de gestionar los activos 'tóxicos' que durante los años del "boom inmobiliario" acumuló la banca ahora nacionalizada.

Otras entidades, las que soliciten ayudas públicas para recapitalizarse creen que también podrán participar de este nuevo proyecto, aunque desconocen cómo les afectará y qué tipo de activos podrán trasvasar.

Algunos medios financieros han apuntado a la posibilidad de que se transfieran a esta sociedad de gestión de activos los inmuebles con un valor superior a los 100.000 euros, aunque este extremo no ha sido confirmado de manera oficial.

Otra de las incógnitas se refiere al precio de transferencia, es decir, a qué precio venderán las entidades sus pisos y solares adjudicados al "banco malo".

Hay quien opina que será a precio de mercado, en tanto que otros expertos consideran que se aplicará el propio descuento de las provisiones ya realizadas, que supone una media del 45%, más un descuento adicional del 10%.

Participación del sector privado

El Gobierno está determinado a que el "banco malo" esté participado en menos de un 50% por capital público, aunque la captación de capital privado se ha convertido en una tarea complicada, ante la negativa de los fondos de inversión extranjeros a participar.

Entre las entidades financieras internacionales a las que se ha contactado, y que han rechazado el ofrecimiento, se encuentran Fortress Investment Group, Cerberus Capital Management, así como fondos del grupo Goldman Sachs y Morgan Stanley.

Según algunos medios financieros, el Gobierno habría invitado a los tres grandes grupos españoles, Santander, BBVA y La Caixa, a participar en el proyecto, pero de momento estas entidades no han recibido una invitación formal ni conocen cómo se constituirá el capital de la gestora.

Otras entidades más necesitadas de capital esperan con expectación conocer qué tipos de activos podrán traspasar al "banco malo", porque de ello depende el plan de recapitalización que debe presentar al Banco de España antes del 15 de octubre. Dada la demora en el diseño de la gestora, se da por supuesto que los bancos agotarán el plazo de presentación.