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Oscar Pistorius, el hombre sin piernas más rápido del mundo

  • Aún con prótesis es mucho más rápido que casi cualquier otra persona
  • El debate sobre la influencia de las prótesis en sus resultados sigue abierto
  • Este año ha participado en los Juegos Olímpicos y en los Paralímpicos

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A pesar de todo el potencial que se puede adivinar en ellos, sin duda faltan aún años, cuando no décadas, para que los avances en tecnología y en sus aplicaciones a la fabricación de prótesis de todo tipo puedan poner a sus usuarios claramente por delante de una persona que no necesite usarlos.  

Pero no hay que olvidar que los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 han sido los primeros en los que ha participado un atleta paralímpico en la disciplina de atletismo.  

Se trata del sudafricano Óscar Pistorius, que nació sin peroné en ninguna de sus piernas, por lo que las dos le fueron amputadas a medio camino entre el tobillo y la rodilla antes de cumplir un año.  

Esto no le impidió, de todos modos, jugar al rugby, al water polo, al tenis, o practicar lucha mientras estaba en el colegio; no en vano ha dicho en alguna ocasión que "no estás discapacitado por tus discapacidades sino que eres capaz gracias a tus capacidades".  

La forma de sus prótesis le han valido el apodo de Blade Runner

Fue tras una lesión jugando al rugby en 2003 cuando comenzó a correr como parte de su rehabilitación de esta, y desde entonces se ha centrado en el atletismo y ha conseguido ganar o quedar en los primeros puestos de unas cuantas competiciones, tanto para atletas con discapacidades o sin ellas.  

Óscar corre usando unas prótesis construidas en fibra de carbono del modelo Flex-Foot Cheetah (guepardo) fabricadas por Össur, una empresa islandesa especializada en prótesis no invasivas.

La forma de sus prótesis le han valido el apodo de Blade Runner, aunque por sus prestaciones han sido fuente de no poca polémica.

Competir en igualdad

Para empezar, está claro que cualquier otro atleta discapacitado que quiera competir en igualdad de condiciones en una carrera de este tipo tiene que tener acceso a unas prótesis iguales o tan buenas, aunque eso mismo se puede decir de cualquier disciplina deportiva que necesite del uso de algún equipo, desde unas simples zapatillas a una bicicleta pasando por un arco, por citar algunos ejemplos. 

De ahí que existan normas que se les aplican, como por ejemplo la que regula la longitud de las prótesis como las que usa Pistorius, en relación con la longitud del cuerpo.

La mejor carabina del mundo no serviría de nada en manos de alguien que no sepa usarla

Pero en cualquier caso las prótesis no corren solas, igual que la mejor carabina del mundo no servirá para nada en manos de alguien que no sepa usarla, así que no son la clave del éxito de Óscar, o al menos esa es su tesis.  

Aún así, Óscar compite en la clase T44, la de los atletas que solo tienen una pierna amputada por debajo de la rodilla, aún cuando su clase es la T43, la de los que tienen las dos piernas amputadas.  

Durante algún tiempo, además, no pudo participar en competiciones para atletas sin discapacidades pues la Asociación Internacional de Atletismo (IAAF) modificó sus normas en marzo de 2007 para "prohibir el uso de cualquier dispositivo técnico que use muelles, ruedas o cualquier otro elemento que de al usuario una ventaja sobre otro atleta que no lo use".  

Un 25% menos de energía

Aunque siempre dijeron que esta modificación no fue hecha pensando específicamente en Pistorius, la IAAF lo invitó a participar en unas pruebas a finales de ese año para medir qué efecto tenían sus prótesis, estudio que determinó que usaba un 25% menos de energía que otros corredores con dos piernas a la misma velocidad y que además necesitaba hacer un 30% menos de trabajo a la hora de elevar el cuerpo.  

Ese estudio sirvió para que en enero de 2008 la IAAF declarara las prótesis de Pistorius ilegales en cualquier prueba que se rigiera bajo sus normas, una decisión que fue apelada por el atleta australiano.

La apelación prosperó ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, que dijo que el estudio de la IAAF había sido demasiado limitado por haber estado centrado en las partes de la carrera en las que va recto y a toda velocidad, obviando cualquier posible desventaja que las prótesis supongan al principio de la carrera o en las curvas, aunque aún es tema de debate ya que no está del todo claro cómo los atletas usan su energía al correr ni como medirla.  

En cualquier caso, esta decisión permitió a Pistorius intentar clasificarse para las Olimpiadas de Pekín, algo que no logró por menos de un segundo, aunque sí lo consiguió para las de Londres, en las que fue octavo en la prueba individual de 400 metros y en la de 400 metros relevos.  

En estos momentos está también participando también en las Juegos Paralímpicos de Londres, en los que lleva por el momento una plata y un oro.  Unos logros nada desdeñables, en especial si tenemos en cuenta que la inmensa mayoría de nosotros no conseguiríamos clasificarnos ni para una carrera de 400 metros que se celebrara en nuestro barrio.