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Las economías de Alemania y Francia mantienen el tono en el primer semestre

  • La economía germana mejora las previsiones y crece un 0,3% en el segundo trimestre
  • La actividad económica gala se mantuvo estancada, contra los que auguraban una bajada

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Alemania y Francia se resisten por ahora a la recesión que se va extendiendo por Europa y ambas economías mantienen el tono: la germana creció un 0,3% en el segundo trimestre -más de lo adelantado por los analistas- mientras que la gala, más débil, aguantó el tipo y se mantuvo estancada entre abril y junio. Así lo han adelantado los institutos de estadística de ambos países en sus estimaciones adelantadas que se han publicado este martes al tiempo que las generales de ambos bloques que difunde Eurostat.

Los expertos habían previsto que la actividad económica germana se ralentizase en el segundo trimestre y registrara un crecimiento de solo dos décimas en su Producto Interior Bruto (PIB), pero la subida de las exportaciones y del consumo ha mejorado esos cálculos y ha permitido compensar la bajada en las inversiones registrada entre abril y junio.

La mejora en el consumo de los hogares alemanes y también en el gasto público ha contribuido a la subida del PIB y ha permitido compensar la caída de las inversiones, que se ha notado sobre todo en los bienes de equipo.

En el primer trimestre, la economía germana creció un 0,5%, con lo que se superó la contracción del 0,1% registrada entre octubre y diciembre de 2011.

Si se tiene en cuenta la evolución internanual, es decir, el acumulado entre el segundo trimestre de 2011 y el mismo período de este año, el PIB alemán ha crecido un 0,5%, según la primera estimación de la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis). El avance es del 1% una vez corregidas las variaciones estacionales.

Asimismo, Destatis señala que el  crecimiento de la economía se produjo en un escenario en el que un  total de 41,6 millones de personas estaban ocupadas, lo que  representa un alza de 514.000 trabajadores respecto al mismo período  de 2011.

Así, el organismo estadístico alemán destaca que el país mantiene un crecimiento "moderado", que confirma que está superando la crisis mejor que muchos de sus socios europeos.

Francia evita acercarse a la recesión

Por su parte, en Francia, la economía ni creció ni se contrajo respecto al trimestre anterior, con lo que acumula tres trimestres consecutivos de estancamiento. Este dato, que pudiera parecer negativo, se convierte en positivo comparado con el panorama que se vive en muchos de los países de la zona euro que, como Italia, España o Reino Unido, han visto sus economías precipitarse en la recesión.

El dato del Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee) mejora el adelantado por el Banco de Francia y por varios economistas, que preveían una contracción de la economía en el segundo trimestre.

El ministro de Economía, Pierre Moscovici, ha reconocido que las cifras del segundo trimestre "no son excelentes", pero ha subrayado que confirman que la situación de Francia es diferente a la de otros países como Italia o España, que están en recesión y en que "los signos más positivos vienen de la inversión" por las expectativas de las empresas.

En una entrevista a la emisora de radio "Europe 1", Moscovici ha reafirmado su objetivo de crecimiento del 0,3% para el conjunto de 2012, porque dada la evolución hasta mediados de año -aunque continuara el estancamiento en el segundo semestre- habría un alza del PIB del 0,2%, y el tercer y cuarto trimestre se espera que sean "más positivos".

"La previsión del 0,3% (...) es prudente (...), es razonable", ha destacado el ministro, antes de confirmar igualmente su previsión de un crecimiento del 1,2% en 2013 y la reducción ese ejercicio del déficit público al 3% del PIB.

La parálisis del segundo trimestre se debió a una ligera caída del consumo (-0,2%) y al impacto negativo del comercio exterior (-0,5%), que se vieron compensados por las subidas en la inversión y la constitución de existencias por las empresas.

La producción de bienes y servicios manufacturados disminuyó un 1% durante esos tres meses, tras haber reculado un 0,9% los tres precedentes, mientras que los servicios progresaron un 0,2%, igual que entre enero y marzo.

El principal elemento positivo fueron los gastos en inversión, que subieron un 0,6% después de haber bajado un 0,8% en el primer trimestre.

La contribución negativa del comercio exterior se produjo por la aceleración de las importaciones (1,8% tras haber crecido un 0,6% a comienzos de año) al tiempo que las exportaciones se mantuvieron poco dinámicas (0,2 % después del 0,1% del primer trimestre).

La austeridad ralentiza la eurozona

La semana pasada, Italia publicó su dato del segundo trimestre que mostró una profundización en la recesión, ya que su economía retrocedió un 0,7% entre abril y junio respecto a los tres primeros meses del año.

A pesar del buen comportamiento de la economía alemana en el segundo  trimestre preocupa el efecto que puede tener en la locomotora europea la  crisis que viven gran parte de sus socios, los principales compradores  de su producción.

Ese impacto se ha notado ya el pasado junio, cuando la  cartera de pedidos industriales germana se redujo un 1,7%, lo que adelanta una disminución en su producción industrial debido, según el Ministerio de Economía alemán, al desplome del número de encargos de una eurozona. 

La actual ralentización económica de la zona euro se debe, en gran medida, a la gestión que han hecho los gobiernos europeos al aplicar recetas de estricta austeridad, según ha advertido el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.

Los líderes europeos "no entienden una crisis monetaria, una crisis de deuda, y han aplicado un conjunto de políticas que han empeorado las cosas rápidamente, increíblemente rápido", ha asegurado el economista estadounidense en una conferencia en Buenos Aires.